¡Feliz martes! Nunca nos cansaremos de pedir la paz. Primero la paz de los pueblos y de los hogares, y luego la paz con nosotros mismos. Necesitamos esa reconciliación tan ansiada y la música de hoy es un bello acercamiento a este tema.

Hoy vamos a escuchar música de Jill Jarman (1959), compositora británica. Es también pianista de jazz y en sus composiciones muestra una sabia mezcla de géneros, que abarcan desde grandes efectivos orquestales a la intimidad de música para niños. Ha grabado con grandes orquestas y ha fundado un cuarteto con graduados del Trinity College, con quien ha dado conciertos. Disfruta componiendo con nuevos talentos de la música e incluso ha llegado a escribir un libro de canciones para niños, otra de sus especialidades. También ha dirigido un coro de jazz y gracias a su buen hacer ha crecido el popularidad.

Escuchemos su obra titulada Now are my thoughts at peace. Es una pieza en la que se mezclan los lenguajes contemporáneos y antiguo. No es un pastiche, sino una bella reflexión inspirada en la sensación de atemporalidad que sugiere el poema de Henry Wotton que le sirve de texto. Sin embargo, sí tiene retazos de la música de Alfonso Ferrabosco el Joven (siglo XVI-XVII) y de Abel (XVIII) La violas son las que aportan ese constante movimiento y la voz es la que aporta reflexión, creando motivos que entran en contrapunto con los instrumentos. Cuando se llega a future of hope, aparece una cascada de sonidos, que poco a poco se va calmando, sin perder nunca de vista ese ambiente de profundidad.

La intepretación es de Fiery Consort y Chelys Consort of Viols.