¡Feliz martes! A veces, en distintas épocas, es difícil hablar de nacionalidades musicales (es una forma de hablar) porque había muchas influencias de diversos lugares, especialmente de todo lo que procedía de Italia. Aun así, hoy escucharemos una obra francesa.

Que es de Élisabeth Jacquet de la Guerre (1665-1729), compositora francesa nacida en París, lugar en el que también falleció. En una época dominada por hombres de una forma absoluta, Elisabeth era la compositora más famosa de su tiempo, conocida no solo por su habilidad a la hora de tocar varios instrumentos, sino también componiendo. Tocaba tan extraordinariamente el clave que era una de los intérpretes favoritos del rey Luis XIV (uso «los» porque era preferida entre todos: masculinos y femeninos). Todo ello venía causado ya que su padre era organista y constructor de claves, por lo que le dio las primeras clases en el instrumento. Con cinco años tocó ante el rey y este la calificó como «pequeña maravilla». En 1684 se casó con el organista Marin de la Guerre, de ahí su apellido. Tres años más tarde empezó a publicar su propia obra. En sus suites, al modo de Couperin, hace una sabia mezcla de los estilos franceses e italianos.

Escuchemos su Sonata en trío n.º 2 en si bemol mayor. Como es habitual en este género, está compuesta para dos violines y continuo. No sigue demasiado de cerca el modelo de Couperin y las divide en distintos movimientos, pero también de una forma libre, alejándose también del gran creador del modelo que fue Corelli. De hecho, aunque es una sonata francesa por su origen, tiene un fuerte estilo italiano. El bajo continuo requiere de un instrumento de cuerda y está también muy elaborado y tiene un carácter muy marcado. En esta «Sonnatta della signora de la guerre», como dice en el título. es toda una belleza.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Pegasus Early Music y NYS Baroque.