¡Feliz miércoles! Hace algún tiempo que no traía por aquí música de el polifonista por excelencia. Da igual lo que tomemos de él ya que cualquier otra, por pequeña que sea, siempre destila toda la esencia. Por algo es el maestro en ese arte.

Obviamente, me estoy refiriendo a Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), compositor italiano nacido en la localidad de Palestrina, cercana a Roma. Existe lo que se conoce como el estilo Palestrina. Este se caracteriza por un perfecto sentido del equilibrio que siempre tiene una grandísima sonoridad llena de riqueza. Ese estilo es prácticamente lo que se enseña cuando se explica la polifonía renacentista en las clases de contrapunto. Todas las formas de componer del siglo XVI las trabajó el maestro: misas, motetes, lamentaciones y también madrigales, aunque estos jugaron un papel secundario en su producción. Asimiló perfectamente la técnica de sus predecesores y creó una polifonía que se califica generalmente como continua, con las voces perfectamente equilibradas.

Disfrutaremos de su motete Ad Coenam Agni Providi que es propio del tiempo de Pascua. Es una composición para cuatro voces, aumentándose a cinco en su segunda mitad. Es habitual que el himno se cante alternatim, es decir, con canto llano (versos pares) y polifonía (versos impares). El maestro aporta una gran variedad dentro de la polifonía. Utiliza la polifonía estricta y el segundo verso es similar, aunque se amplia la escala, con la melodía del cantus firmus más elaborada. El tercero es en gran parte homofónico con una sorprendente cadencia en plebs captivata. El último, a cinco voces porque tiene un segundo tenor, es exuberante y amplio, lleno de esa luminosidad dan propia de Palestrina.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de The Sixteen dirigido por Harry Christophers.