¡Feliz miércoles! La Ciudad Eterna obviamente ha inspirado a millones de obras a lo largo de todos los siglos. Hoy vamos a escuchar un ejemplo de una obra bastante contundente relacionada con Roma. Su compositor es un conocido por estos lares.

Hablo de Camille Saint-Saëns (1835-1921), compositor francés nacido en París. Fue el primer compositor de Francia en componer un poema sinfónico y se convirtió en un segundo Franz Liszt ya que adaptó el virtuosismo de este a sus sinfonías y obras concertantes. Sabía lo que se hacía porque era un consumado pianista y organista además de escritor y crítico musical. Precisamente estos instrumentos los estudió en el conservatorio de París. Durante veinte años fue organista de la iglesia de La Magdalena de la capital francesa. Como pianista llevó a cabo giras de conciertos por Estados Unidos con el más rotundo éxito. Allí pudo interpretar sus propios conciertos para piano para asombro de todos. Aunque le tocó vivir una época en la que la influencia de Wagner lo dominaba todo, Saint-Saëns supo vivir ajeno a ella ya que se mantuvo siempre unido a la tradición clásica que tan bien sabía moldear. Su espíritu conservador no fue un impedimento para que sus obras fuesen tenidas en gran estima, algo que ocurre igualmente en nuestros días.

Vamos a escuchar su Sinfonía en fa mayor subtitulada Urbs Roma, que fue compuesta en 1856; por tanto, cuando el compositor contaba con 21 años. Fue escrita para un concurso, pero no nos dejó un programa concreto, por lo que no sabemos cuáles fuerons las circunstancias exactas de la música. La partitura quedó sin publicar hasta 1974. Se aprecia la influencia de Beethoven y también de Schumann y todo el arco que va de uno a otro. El último moviiento es una miniatura, una pequeña obra maestra escrita en forma de tema y variaciones. La sinfonía merece la pena ser conocida para apreciar la trayectoria de este gran maestro.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Tapiola Sinfonietta dirigida por Jean-Jacques Kantorow.