¡Feliz viernes! Es posible que mencionar la palabra concierto inmediatamente nos haga venir a la mente la época barroca, que tantos conciertos nos ha legado. Es incluso es más probable que nos venga el maestro de hoy.

Ese nombre es Antonio Vivaldi (1678-1741), compositor italiano nacido en Venecia. El maestro falleció en Viena, adonde llegó poco antes de su muerte. Esperaba ser contratado en la corte del emperador Carlos VI de Habsburgo. Sin embargo, sus intenciones se vieron truncadas debido a que el emperador murió poco después de que el veneciano llegase a la capital austríaca. Allí, de pronto, se encontró solo, sin empleo y sin demasiados recursos y falleció en poco tiempo. Cuando se tuvo noticia de su muerte le dedicaron un funeral en la catedral de San Esteban de Viena, lugar que cincuenta años más tarde acogería otro en memoria de otro austríaco universal como era Wolfgang Amadeus Mozart. Vivaldi sería posteriormente enterrado en la iglesia de San Carlos.

Vamos a escuchar su Concierto para Clave, Cuerdas y Continuo en sol mayor, RV 780. Empezó como un concierto para violín y chelo, tras el cual Vivaldi añadió el encabezado de que tenía el violonchelo obligado con las palabras all'inglese y luego o cembalo. Parece ser que no se refería a ningún tipo de violonchelo inglés, sino más bien a una viola all'inglese bassa, un instrumento que Vivaldi habría enseñado en el Ospedale della Pietà desde 1704. La cuestión de un clave es más problemática y podría implicar una versión alternativa en la que el instrumento de teclado al chelo o a ambos. En fin, por encima de cuestiones musicológicas, la obra es una maravilla con ese estilo vivaldiano que tanto nos maravilla.

La versión es L'Arte dell' Arco dirigido por Federico Guglielmo.