La misa de la vida
¡Feliz martes! Este sugerente título no es uno de esos que me invento yo, sino que es como su compositor tituló la pieza de hoy. Habrá que dedicarle un tiempo pausado (o escucharla en varias partes) porque la música de hoy es larga, pero intensa, muy intensa.
Su compositor es Frederick Delius (1862-1934), compositor inglés nacido en Bradford. Su estilo musical fue un trabajo de fondo. Hay que tener en cuenta que su primera pieza considerada obra maestra no fue completada hasta que tenía treinta y siete años. La técnica principal emergió a partir de la década de 1890 y se basa ampliamente en su devoción por Wagner, cuyo continuo fluir y su armonía intentó siempre emular. Delius también aprendió mucho del noruego Grieg, de sus texturas ligeras y de su uso del cromatismo. Poco a poco, sus composiciones mostraron una suntuosa belleza, una pureza romántica de gran intensidad. Es precisamente en la armonía donde se aprecia más la personalidad de Delius. Siempre se mantiene en el romanticismo, con un gran uso de tríadas, séptimas y dominantes.
Una de sus magnas obras (quizá la que más) es A Mass of Life, obra compuesta entre 1904 y 1905. El texto es nada menos que de Así habló Zaratustra de Nietszche y en ella nos intenta demostrar Delius que cada hombre debería encarar la muerte sin miedo y con valor. Toda persona debería ser consciente de sus fortalezas y desarrollarlas. La composición es como una descripción de la vida de un hombre. Un texto como el del gran filósofo tenía que tener una música no menos suntuosa. Delius nos regala unos sonidos lleno de virilidad y de música llena poder, pero también de emoción. Es la obra orquestal de Delius que más efectivos requieren, siendo estos cuatro solistas, dos coros y orquesta. Está dedicada a Fritz Cassirer, quien ayudó al compositor a elegir los fragmentos de texto.
La interpretación es de Roderick Williams (barítono), Gemma Summerfield (soprano), Claudia Huckle (contralto), Bror Magnus Tødenes (tenor), el Coro Filarmónico de Bergen, el Choir of the Earth, el Coro Edvard Grieg, el Coro Collegium Musicums y la Orquesta Filarmónica de Bergen dirigidos por Mark Elder. La música empieza a los 14 minutos.