La vieja Norteamérica
¡Feliz jueves! Norteamérica (a veces solo Estados Unidos) ha sido una gran fuente de inspiración para muchos compositores, y no solamente nacidos allí. En concreto, el compositor de hoy pertenece a estos últimos, y se inspiró en la naturaleza americana.
Estoy hablando de Frederick Delius (1862-1934), compositor inglés nacido en Bradford. Su estilo musical fue un verdadero trabajo de fondo. Hay que tener en cuenta que su primera pieza considerada obra maestra no la completó hasta que tenía treinta y siete años. Su técnica principal emergió a partir de la década de 1890 y se basa ampliamente en su devoción por Richard Wagner, cuyo continuo fluir y su armonía intentó siempre emular. Delius también aprendió mucho del noruego Edvard Grieg, de sus texturas ligeras y de su uso del cromatismo. Poco a poco, sus composiciones mostraron una suntuosa belleza y una pureza romántica de gran intensidad. Es precisamente en la armonía donde se aprecia más la personalidad de Delius: siempre se mantiene en el romanticismo, con un gran uso de tríadas, séptimas y dominantes.
De este gran compositor escucharemos su Appalachia, composición para orquesta que fue terminada en 1903. Puede decirse que es un perfecto resumen de las distintas experiencias de Delius cuando visitó Florida. Decidió componer una serie de variaciones basadas en antiguas canciones de Apalache, el nombre nativo de Norteamérica. Recorre toda la obra un profundo sentido de melancolía, presente en las súplicas de los esclavos. Escuchamos melodías muy conocidas y otras más locales e incluso podemos oler la majestuosidad del río Misisipi. Una buena pieza para viajar este verano musicalmente hablando.
La interpretación es de la Orquesta de Florida dirigida por Stefan Sanderling.