En esta región del mundo, las comunidades indígenas dependen fundamentalmente de actividades como la caza y pesca, el trabajo agrícola, y últimamente, algunos emprendimientos turísticos.
Bajos salarios para comunidades trabajadoras
Preguntamos a la hermana Marlene cuál es la realidad laboral en la Amazonia ecuatoriana. Respondió que los indígenas son personas muy trabajadoras, “tienen sus trabajos dignos, en sus chacras, cultivando frutos silvestres, pescando, cazando, para subsistir. Es grandioso este trabajo, de allí el valor que le dan a la madre tierra quien da sin cobrar dinero. Trabajan hombres y mujeres, juntos, iguales”.
También, insistió, existe el trabajo comunitario, que les beneficia a todos, se trata de las ‘mingas’. Son ocasiones que les permiten compartir lo que tienen, incluyendo la necesidad colectiva. Son momentos en que no existe la desigualdad porque todos están en las mismas condiciones”.
Mujer, familia y trabajo
Las mujeres indígenas de estas comunidades participan de una amplia gama de actividades laborales: “Están al lado de su esposo y lo anima, así como participa de emprendimientos turísticos. Pero, el problema es que los trabajos que realizan no son suficientes para generar ahorro, pero, sí son una oportunidad para mantenerse. Los trabajos que realizan solo dan para poder sobrevivir y comer”, dijo la religiosa Laurita.
Muchos indígenas comercializan parte de los productos, pero, estos no son bien pagados. Los compradores no valoran el trabajo agrícola hecho por los indígenas. Lo poco que obtienen es para sobrevivir. ¡Porque están en un tipo de vida diferente son capaces de sobrevivir!, afirmó la religiosa.
Orgs indígenas presentaron una demanda contra el Ministerio de Energía de Ecuador @RecNaturalesEC por el peor derrame de petróleo en décadas. Exijo justicia para las comunidades indígenas @DDHH_Alianza@AFrontlines@Confeniae1 : https://t.co/PfB9DNhW1i
— Tachi G. de Salas (@TachiG) May 3, 2020
Petróleo, minería y turismo. Poco queda en el territorio
Las empresas petroleras y mineras entraron en la región hace varias décadas. Algunas emplean habitantes de la región, sin embargo, el salario que reciben no es suficiente para solventar sus necesidades personales y familiares. “La gente tiene la necesidad de tener un salario digno, sobre todo para atender a su familia en cuanto a la educación, salud, vestido, vivienda, y otras necesidades. Como no pueden tener un trabajo propio, ingresan en esas empresas con un salario básico, mínimo. Al ser del territorio, no reciben una atención adecuada de parte de las instituciones y de las autoridades de gobierno. Más bien es lo contrario”, afirmó la hermana Marlene.
Covid-19 y volver a los orígenes
La hermana Marlene cuenta cuáles han sido sus vivencias durante este tiempo de confinamiento: “Las tres primeras semanas de la cuarentena la gente estaba tranquila. Volvieron a las actividades de caza y pesca, como de recolección de frutos silvestres, así aprovechamos lo que la madre tierra nos da. Fue una verdadera bendición de Dios. Ecuador pasa por momentos súper duros, no cuenta con lo necesario para enfrentar la pandemia. Además del golpe de la pandemia, hubo el derrame de petróleo el día 7 de abril. El río Napo quedó contaminado por más de diez días. ¡Ese sí que fue el desastre! La compañía Petroecuador está cubriendo con un poco de agua. La población toma agua del río y cuando llueve, de la lluvia. Es terrible lo que nos ha tocado es muy difícil. Nosotras las misioneras del vicariato estamos para gestionar e informar y ver lo que se puede hacer”.
El Covid-19 ya llegó a estas comunidades, afirmó, “tenemos un caso confirmado. Estamos coordinando para buscar ayuda, y no es fácil porque son muchas comunidades”.