En agradecimiento por su legado y aportes a la comunicación, la democracia y la solidaridad Una multitud despide en Bolivia al jesuita y periodista español Eduardo Pérez Iribarne
Una multitud despidió este jueves en ciudad de La Paz al jesuita español Eduardo Pérez Iribarne, fallecido hace tres días, con flores y pañuelos blancos, cánticos y agradecimientos por su legado y aportes a la comunicación, el deporte, la democracia y la solidaridad con los necesitados en Bolivia
En 1986 retomó la dirección de Fides, desde donde revolucionó la forma de hacer radio con análisis y reportes desde los lugares más remotos del país y la inclusión del aimara y quechua en sus noticieros
| RD/EFE
Una multitud despidió este jueves en ciudad de La Paz al jesuita español Eduardo Pérez Iribarne, fallecido hace tres días, con flores y pañuelos blancos, cánticos y agradecimientos por su legado y aportes a la comunicación, el deporte, la democracia y la solidaridad con los necesitados en Bolivia.
Centenares de personas, incluidos religiosos, periodistas, estudiantes, políticos y personas que trabajaron junto al 'Tata Pérez', participaron en la misa, cortejo fúnebre y el posterior entierro del sacerdote. '¡Gracias, padre Pérez!", fue la frase más escuchada durante el paso del cortejo fúnebre por algunas del centro histórico paceño con el acompañamiento musical de la banda municipal Eduardo Caba.
El cortejo hizo una primera parada en la puerta del colegio San Calixto y luego en la vecina radio Fides, la que fue la casa informativa del jesuita durante varias décadas y desde donde impulsó la creación de otros medios de comunicación, además de campañas solidarias y competiciones de ciclismo.
Banderas de España y Bolivia
Reconocidos profesionales de la radio y periodistas bolivianos que trabajan o trabajaron en Fides alternaron para llevar en andas el féretro que iba cubierto por las banderas de España y de Bolivia, por la doble nacionalidad de Pérez.
También participaron los 'Carros de fuego'', los voluntarios que, siendo adolescentes o jóvenes, fueron parte en su momento de la campaña 'Por la sonrisa de un niño', ayudando a recaudar los recursos para repartir todos los años en la Navidad miles de juguetes a menores de escasos recursos en La Paz. El ataúd fue llevado luego en un vehículo hasta el Cementerio General de La Paz, donde antes del entierro hubo un evento para dar el último adiós al sacerdote.
El provincial de la Compañía de Jesús en Bolivia, Bernardo Mercado, agradeció a los asistentes por el cariño expresado a Pérez, quien fue "un excelente hijo" de esa orden. La banda entonó primero el himno de España y luego el boliviano mientras el ataúd era depositado en el mausoleo de los jesuitas.
Testigo del golpe de Pinochet
Pérez Iribarne (Lleida, 1944) llegó a Bolivia por primera vez en 1968 y se inició en la radio minera Pío XII en la región andina de Potosí. Dos años después se trasladó a La Paz para sumarse a la radio Fides, dirigida por entonces por el también español José Gramunt de Moragas.
Pérez vivió durante un tiempo en Chile para completar sus estudios de teología y periodismo, periodo en el que también fue corresponsal de la agencia EFE, siendo además testigo del golpe de Augusto Pinochet en 1973.
Volvió a Bolivia en 1974 y dos años después adoptó la doble nacionalidad. El jesuita vivió uno de los episodios más difíciles durante la dictadura militar de Luis García Meza (1980-1981), cuando un grupo de paramilitares allanó la radio Fides con intención de matarlo, aunque sus compañeros no lo delataron y logró salir, pero al exilio.
En los tres años que estuvo en Venezuela fue corresponsal de la agencia AFP y en 1983 retornó a Bolivia, a la casa de formación de los jesuitas en el centro del país. En 1986 retomó la dirección de Fides, desde donde revolucionó la forma de hacer radio con análisis y reportes desde los lugares más remotos del país y la inclusión del aimara y quechua en sus noticieros.
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