Los obispos estadounidenses, abiertos al diálogo con la administración Trump Broglio, a Vance: "Gastamos más de lo que recibimos en los pobres"

Los obispos estadounidenses siguen respondiendo a las sugerencias de que la Iglesia en Estados Unidos está más preocupada por "sus resultados financieros" que, en forma genuina, por los migrantes.

La semana pasada, el recién instalado vicepresidente JD Vance, un católico practicante, se preguntó públicamente si los obispos están más preocupados por la financiación que la Iglesia recibe del gobierno federal que por las "preocupaciones humanitarias".

La insinuación provocó una contundente respuesta de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), que destacó la "larga historia de la Iglesia al servicio de los refugiados", en fidelidad a las enseñanzas de Jesús.

"En 1980, los obispos de los Estados Unidos comenzaron a colaborar con el gobierno federal para llevar a cabo este servicio, cuando el Congreso creó el Programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos (USRAP)", se explicó en la declaración, y se agregó: "Toda persona reasentada a través del USRAP es examinada y aprobada para el programa por el gobierno federal, mientras está fuera de los Estados Unidos".

I had the honor of preaching a retreat to about 50 chaplains with the U.S. Navy, Marine Corps, and Coast Guard. They serve God and country so well. I have the highest regard for the @MilArchUSA. @thegnewsroompic.twitter.com/MFiWmKpL3P

— Cardinal Dolan (@CardinalDolan) January 27, 2025

El comunicado señala que la financiación del gobierno estadounidense "no es suficiente para cubrir el costo de estos programas", que, no obstante, siguen siendo "una obra de misericordia del ministerio de la Iglesia".

Esa declaración fue compartida por el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el arzobispo castrense Timothy Broglio, quien insistió: "Gastamos más de lo que recibimos en los pobres".

En una entrevista transmitida por la cadena de televisión italiana TV200, el arzobispo Broglio dijo que la Conferencia se sintió afectada por los ataques de los funcionarios de Trump,  "porque no son ciertos". "Las palabras utilizadas son falsas", dijo, "y hemos decidido responder de manera muy 'casta', sin entrar en el contenido de los discursos, sino diciendo la verdad".

Broglio recordó que la Iglesia siempre ha insistido en el respeto de las leyes, pero explicó que, en circunstancias concretas, la Iglesia tiene que ayudar a quienes lo necesitan, incluso si han entrado al país de manera ilegal. "Debemos ayudarlos, porque es Cristo mismo quien nos lo pide", señaló.

El presidente de la USCCB enfatizó la necesidad de dar respuesta a quienes tienen dificultades, mediante el trabajo de los obispos con migrantes y refugiados, e insistió en la importancia de continuar las conversaciones con el Congreso para reformar la ley migratoria. "Casi todos estamos de acuerdo en que es necesario cambiarla", dijo.

"Estamos dispuestos a dialogar", continuó monseñor Broglio, y agregó: "También hemos pedido la posibilidad de encontrarnos con el presidente o el vicepresidente para hablar, no en los medios, sino cara a cara. De esta manera creo que podemos tratar de entendernos y seguir adelante", expresó. 

Satisfacción por medidas pro vida y contra la ideología de género

"Bajo una luz más positiva", los obispos estadounidenses ven con buenos ojos el sustituir las alusiones a la identidad de género por el sexo biológico en la política federal, y también la decisión del presidente Donald Trump de "poner fin al aborto financiado por los contribuyentes" en los Estados Unidos. 

"Una mayoría significativa de estadounidenses se opone a que se les obligue a apoyar el aborto a través de sus impuestos. Estoy agradecido, entonces, por el fortalecimiento de las políticas que nos protegen de ser obligados a participar en una cultura de la muerte y que nos ayudan a restaurar una cultura de vida, en nuestro país y en el extranjero", manifestó monseñor Daniel E. Thomas de Toledo, presidente de las Actividades del Comité Pro-Vida de la USCCB.

La declaración, publicada en el sitio web de la USCCB, llegó en respuesta a una orden ejecutiva y un memorando, emitidos por el presidente Trump el viernes pasado.

La USCCB señala que el memorando "restaura y amplía la 'Política de la Ciudad de México', que impide que los fondos de los contribuyentes se destinen a organizaciones que realizan o promueven el aborto en el extranjero".

Estados Unidos anunció su adhesión a la "Declaración de Consenso de Ginebra", una declaración internacional destinada a fortalecer la salud de las mujeres, el derecho a la vida de los no nacidos y el papel de la familia.

"Es importante y alentador ver a Estados Unidos tomar una vez más el liderazgo en la afirmación del derecho a la vida y el lugar fundamental de la familia en el escenario global, desde donde pueden ejercerse muchas presiones contra estos valores", dijo el arzobispo Daniel E. Tomás de Toledo.

Toledo también sostuvo que "los estadounidenses provida tienen derecho a rezar en público, a aconsejar a las mujeres que están considerando abortar y a protestar pacíficamente".

"Apoyamos a los hombres y mujeres que ejercen estos derechos para dar testimonio de una cultura de la vida; y, al mismo tiempo, rechazamos absolutamente el uso de la fuerza o la violencia", se añade en la nota.

Asimismo, los obispos consideraron "de un simbolismo enorme" la presencia del vicepresidente Vance en la Marcha por la Vida del 24 de enero pasado, y el videomensaje del mismo Trump, después de indultar a 23 activistas provida, condenados por bloquear el acceso a centros abortistas y de frenar la promoción del aborto con fondos federales. 

Vance afirmó que la nueva administración está comprometida con "desmantelar la agresiva y poco popular agenda del aborto" de Biden. Sin embargo, zos días después, arremetía contra los obispos por sus críticas a las medidas antiinmigración.