Luis Miguel Modino resume la actualidad semanal en América Latina y el Caribe Cambiar el chip para que todos nos puedan entender
Comunicar es algo fundamental en la Iglesia. Es algo que tiene que llevarnos a ser una Iglesia más misionera. Comunicar desde una dimensión misionera. Y especialmente comunicar a los más jóvenes
La pastoral juvenil no se debe limitar a aquellos que participan de los grupos. Aquellos que cada fin de semana se reúnen en las parroquias. Y sí, llegar a los jóvenes que están en las universidades. Llegar a los jóvenes del mundo del trabajo. Llegar a los jóvenes que muchas veces estásn fuera de la Iglesia, aunque se confiesan católicos
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Esta semana, me llamó la atención algo que dijo Lucio Ruiz, el secretario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano. Él decía que no basta predicar, nos deben entender. Algo que me llevaba a reflexionar, especialmente a mí que soy cura y que nos debería llevar a reflexionar a todos los que queremos evangelizar a través de aquello que comunicamos.
Comunicar es algo fundamental en la Iglesia. Es algo que tiene que llevarnos a ser una Iglesia más misionera. Comunicar desde una dimensión misionera. Y especialmente comunicar a los más jóvenes. Monseñor Lucio Ruiz embarcó hace unos años en la comunicación digital y está impulsando el sínodo digital en el que participan principalmente los jóvenes. Y muchos jóvenes que no tienen contacto cotidiano con la Iglesia.
Cómo llegar a esa gente, cómo evangelizar a aquellos que por diferentes motivos no participan de la vida de la Iglesia. Llegar a todos los jóvenes. Algo que Emice Cuda, la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, decía en el encuentro de los líderes de la pastoral juvenil latinoamericana que está llevándose a cabo esta semana en Asunción, Paraguay.
La pastoral juvenil no se debe limitar a aquellos que participan de los grupos. Aquellos que cada fin de semana se reúnen en las parroquias. Y sí, llegar a los jóvenes que están en las universidades. Llegar a los jóvenes del mundo del trabajo. Llegar a los jóvenes que muchas veces están, digamos, fuera de la Iglesia. Pero que ellos se confiesan católicos. Por diferentes motivos no participan. Creo que es interesante pensar como Iglesia en esas dinámicas.
La justificativa que muchas veces buscamos es que los jóvenes no quieren nada. En verdad, nosotros como Iglesia, como evangelizadores, deberíamos reflexionar en qué estamos fallando para que los jóvenes no quieran nada. El mensaje es más que atrayente. La propuesta de Jesús es algo que ha ido recorriendo la historia de la humanidad. Y es algo que nos ha dado la oportunidad de ver. Y que ha sido aceptada por mucha gente y ha cambiado la vida de mucha gente. La cuestión fundamental está en cómo transmitimos eso. A lo largo de la historia mucha gente ha encontrado el modo para cada momento. Y el modo para cada lugar.
En una cultura digital, donde la tecnología, más que un instrumento, es una cultura que debe ser evangelizada. Cómo reaccionar. Qué hacer. Qué pasos debemos dar para que nos incluyan. Para que nos entiendan. Para que la gente pueda sentirse atraída por ese mensaje que un día nos cautivó a nosotros. Y que nos debe llevar a buscar la forma concreta para hoy, en cada realidad, en cada momento, en cada situación, en cada cultura, en el mundo de los jóvenes, en la cultura digital, anunciar el evangelio.
Son cuestiones que a mí me preocupan y que creo que deberían preocuparnos también a todos nosotros como Iglesia. Una vez más nos encontramos, pero seguiremos encontrándonos aquí a través de Religión Digital para reflexionar, para contar lo que pasa aquí en América Latina y en el mundo.
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