Ante la renuncia de monseñor José Luis del Palacio Grupo de curas y laicos de El Callao: "El obispo sale por una acusación grave que habría encontrado el debido sustento ante la autoridad"

Ante la renuncia de Mons. José Luis del Palacio, y las diversas inquietudes surgidas en este contexto solo podemos indicar lo siguiente: La aceptación por parte del Santo Padre de la renuncia del Señor Obispo es un hecho que nos sorprende por lo inédito del mismo, el haberse dado en octava de pascua y en medio del estado de emergencia nacional por el covid 19.

Si bien en la diócesis se vivían tensiones fuertes, no tenemos elementos que nos permitan afirmar cuál ha sido la causa de dicha renuncia, mas aún cuando la Santa Sede no detalla la misma; ni la gente sencilla de la diócesis o los simples párrocos de barrio tenemos notificación alguna de dichos pormenores ni acceso a otras fuentes.

La única fuente que tenemos para análisis y esclarecimiento de los hechos es la narración dada por Mons. Del Palacio a modo de despedida en un video colgado en la misma web del obispado. En ella Mons. Del Palacio afirma que se le comunicó de dicha decisión antes de la Vigilia Pascual; es decir que no renunció por su propia iniciativa sino que alguna poderosa razón le hizo firmar dicha renuncia pedida por la debida autoridad.

Un pedido así en plena celebración de los días santos deja ver la gravedad de alguna situación de la cual no tenemos conocimiento y a la vez la urgencia de la misma puesto que no podía esperar. Esto se ratifica en la premura mostrada en su despedida en la cual no ha habido ni celebración al menos virtual, ni reconocimiento o agradecimiento ya sea del pueblo o autoridad alguna.  

Asimismo la grabación dejada reitera con el agradecimiento el tema del pecado (sin especificar) y de su carácter, por lo cual pide perdón. De ello se intuye la debida motivación del pedido de la autoridad a quien no se resiste. Deja constancia junto con el perdón que pide, el extenderlo a quienes le han difamado, con ello indicaría que sale por una acusación grave que habría encontrado el debido sustento ante la autoridad pero de la cual no tenemos información alguna.

Finalmente, el pueblo chalaco es un pueblo de fe, que no ha mostrado signos ni de victoria ni revanchismo sino de agradecimiento y cercanía al Santo Padre, pues siente que esta decisión ha sido porque el Papa se preocupa por  ellos. No ha habido celebraciones populares muy independientemente al estado de emergencia porque las parroquias se han organizado en oración, celebraciones transmitidas por redes, adoración al Santísimo, Rosarios para orar por el  obispo saliente como la ilusión de recibir al nuevo administrador.

En las redes privadas se ven fotografías que muestran un sentimiento de oración y liberación sin distinguir entre parroquias neocatecumenales o no.  Todas manifiestan que las tensiones han de quedar atrás y una gran voluntad de reconciliación.  Todo ello nos deja claro que aunque no se pueda precisar qué sucedió la diócesis ha tomado todo con madurez y esperanza.