Invitan a "construir un sistema de inmigración más humano" Los obispos de EE.UU. agradecen al Papa su llamada a proteger con "misericordia y generosidad" a los migrantes
"Rezamos para que el gobierno de los Estados Unidos mantenga sus compromisos previos de ayudar a aquellos que se encuentran en una situación desesperada", afirma en su carta Broglio
"El Santo Padre ha identificado claramente para los obispos y la Iglesia de Estados Unidos la protección y defensa de la dignidad de los migrantes como la urgencia preeminente en este momento", señaló Cupich
Weisenburger, arzobispo electo de Detroit: “El sistema está roto, y está profundamente roto, pero la solución actual no es simplemente construir un muro más alto o un muro más firme"
Weisenburger, arzobispo electo de Detroit: “El sistema está roto, y está profundamente roto, pero la solución actual no es simplemente construir un muro más alto o un muro más firme"
“Santísimo Padre: En nombre de los obispos de Estados Unidos, tengo el honor de acusar recibo de su carta del 11 de febrero y expresarle mi profunda gratitud por su apoyo en la oración”. Así arranca la carta que el presidente de la USCCB, Timothy Broglio, ha escrito al Papa en respuesta a la histórica misiva en defensa de los migrantes frente a las políticas de deportación masiva auspiciadas por la segunda administración Trump.
En su carta, Broglio agradece a Francisco su llamamiento, “no solo a todos los católicos, sino a todos los cristianos a lo que nos une en la fe: ofrecer la esperanza de Jesucristo a todas las personas, ciudadanos e inmigrantes por igual”.
“En estos tiempos de miedo y confusión, debemos estar preparados para responder a la pregunta de nuestro Salvador: «¿Qué has hecho por el más pequeño de estos?»”, se pregunta el prelado, quien reza para que “las familias que sufren por la repentina retirada de la ayuda puedan encontrar la fuerza para resistir”.
“Junto a usted, rezamos para que el gobierno de los Estados Unidos mantenga sus compromisos previos de ayudar a aquellos que se encuentran en una situación desesperada”, subraya el presidente de la Conferencia Episcopal de EEUU, quien invita a la “misericordia y generosidad” de los fieles para apoyar los trabajos “sobre el terreno” de las organizaciones católicas “para que el vacío pueda llenarse con los esfuerzos de todos”.
“Le pido con valentía que siga orando para que podamos encontrar el valor como nación para construir un sistema de inmigración más humano, que proteja a nuestras comunidades y salvaguarde la dignidad de todos”, finaliza Broglio su carta al Papa.
Carta de Broglio al Papa by Jesús Bastante
Por su parte, el cardenal de Chicago, Blase Cupich, mostró su “aprecio profundo” por el “testimonio profético del Papa Francisco”. En una entrevista con Vatican Media, el pupurado recalca cómo “el Santo Padre ha identificado claramente para los obispos y la Iglesia de Estados Unidos la protección y defensa de la dignidad de los migrantes como la urgencia preeminente en este momento”.
“Estoy agradecido por su aliento a los obispos que han criticado las deportaciones masivas e indiscriminadas y la criminalización de los inmigrantes, así como por su desafío a todos los obispos para que caminen juntos y defiendan la dignidad humana de los migrantes en nuestro país”, subrayó Cupich, quien aseguró tomar “especialmente en serio la exigencia de ayudar a los católicos a desarrollar una conciencia bien formada, para que, como ciudadanos fieles, todos y cada uno de nosotros podamos emitir un juicio crítico y expresar nuestro desacuerdo con políticas que se basan falsamente en la fuerza y las distorsiones, en lugar de en la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano”.
“Como predice acertadamente el Santo Padre, un fracaso en este sentido «empieza mal y terminará mal”, añadió el cardenal Cupich.
Finalmente, tal y como revela Crux, el arzobispo electo de Detroit (designado ayer por Bergoglio), Edward Weisenburger advirtió contra el plan de la administración Trump de desmantelar USAID, y destacó la responsabilidad que tienen los Estados Unidos de cuidar a los que sufren en todo el mundo.
“En nuestra cultura, cuando no tenemos que ver a esa persona, ver ese proceso, podemos cerrar la mente, pero no creo que un cristiano pueda hacer eso”, insistió el prelado, quien recordó que la solidaridad con los más pobres del mundo “está en nuestro ADN como pueblo estadounidense, y espero que nunca nos desviemos de eso”.
“El sistema está roto, y está profundamente roto, pero la solución actual no es simplemente construir un muro más alto o un muro más firme”, subrayó.
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