Para pacificar el diálogo en Bolivia tras el golpe de Estado Evo Morales pide ayuda al Papa Francisco y a la ONU
Ha sugerido que el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero medie en el proceso de paz
En una conferencia de prensa en Ciudad de México, donde se encuentra como asilado político, Morales ha denunciado que la Organización de los Estados Americanos (OEA) haya facilitado la crisis en Bolivia
| RD/EFE
El expresidente boliviano Evo Morales pidió este miércoles a la Organización de Naciones Unidas (ONU), a países amigos de Europa y al Papa Francisco que acompañen el diálogo para pacificar Bolivia.
"La violencia atenta contra la vida y la paz social", escribió Morales en Twitter para acompañar su llamamiento a organismos internacionales como la ONU, a países amigos de Europa y a instituciones como la Iglesia Católica, representada por el Pontífice. Morales pidió "acompañarnos en el diálogo para pacificar nuestra querida Bolivia".
Previamente, el expresidente boliviano había sugerido la presencia de exmandatarios como el uruguayo José Mujica (2010-2015) y el español José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) como mediadores entre las partes para ayudar a "la pacificación de Bolivia". Morales hizo estas declaraciones a Radiodifusión Nacional de Uruguay, en las que defendió su gestión y aseguró que, legalmente, sigue siendo presidente de Bolivia ya que el Parlamento aún no oficializó su renuncia.
En una conferencia de prensa en Ciudad de México, donde se encuentra como asilado político, Morales lanzó un llamado a establecer un diálogo nacional para detener la confrontación en Bolivia. "Qué bueno sería un diálogo nacional, planteado desde aquí, abierto sin ser con agenda abierta, que participen (grupos) cívicos, políticos que han perdido las elecciones, movimientos sociales de los distintos sectores", expresó Morales.
El expresidente señaló que en este diálogo pueden acompañar países amigos, organismos internacionales y sostuvo que "si el pueblo (boliviano) lo pide" está dispuesto a regresar a su país para contribuir a su pacificación, pero enfatizó en que "si no hay diálogo nacional va a ser difícil parar esta confrontación".
El exmandatario denunció a la Organización de los Estados Americanos (OEA) por facilitar la crisis en Bolivia al denunciar irregularidades en los comicios del 20 de octubre y por permitir lo que califica de golpe de Estado en su contra. "La OEA no está al servicio de los pueblos latinoamericanos y menos de los movimientos sociales; está al servicio del imperio norteamericano", dijo. Añadió que si se hubiese determinado que no ganó en la primera vuelta electoral, "entonces, cumpliendo con las normas y la Constitución, hay una segunda vuelta".