El Papa suma a su carta a la Iglesia de EEUU un carrusel de nombramientos episcopales Francisco se "ciñe a la Iglesia católica" y revoluciona el episcopado estadounidense para enfrentar la amenaza de Trump

El Papa y Trump se dan un beso
El Papa y Trump se dan un beso Andreas Solaro/AFP

"Es muy inusual que un papa haga esto. Esta carta, de tono y forma magisteriales (párrafos numerados, citas de enseñanzas papales) y específicas (referencias a las políticas de Trump y a las justificaciones de Vance), tiene como objetivo no dejar ninguna duda sobre la postura de la Iglesia", señala el periodista y biógrafo del Papa, Austen Ivereigh

McElroy y Cupich se configuran como dos de los grandes apoyos de Bergoglio en la Iglesia norteamericana, una de las más refractarias al pontificado de Francisco

"Cíñase a la Iglesia Católica, déjenos a nosotros el control de las fronteras". Así respondía la Administración Trump a la carta del Papa Francisco a los obispos estadounidenses, en las que criticaba con dureza las deportaciones masivas de la Casa Blanca. Y, por lo que parece, Roma va a cumplir la recomendación. Eso sí, a la manera de Bergoglio, como lo fue la misiva, dirigida al episcopado y los fieles católicos, y como está siendo el carrusell de nombramientos episcopales (hasta media docena en los últimos días, y los que vendrán), que distintos analistas interpretan como una respuesta "a la vaticana" a la deriva demostrada por el líder de la MAGA.

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"Es muy inusual que un papa haga esto. Esta carta, de tono y forma magisteriales (párrafos numerados, citas de enseñanzas papales) y específicas (referencias a las políticas de Trump y a las justificaciones de Vance), tiene como objetivo no dejar ninguna duda sobre la postura de la Iglesia", señala el periodista y biógrafo del Papa, Austen Ivereigh, en su perfil de 'X', haciendo referencia a la misiva escrita por Francisco a los obispos USA.

McElroy y su predecesor en Washington, Milton Gregory
McElroy y su predecesor en Washington, Milton Gregory AoW

Mucho más extraño, por inusual (aunque no tanto conociendo a Francisco) han sido sus 'respuestas' a los 'golpes' lanzados por Trump, antes incluso de tomar posesión. Muchos de ellos, además, para forzar al grueso de la Iglesia estadounidense, netamente refractaria a este pontificado, a tomar postura respecto a un tema tan escandaloso como el de las deportaciones masivas. De hecho, el presidente de la USCCB, Timothy Broglio, considerado cercano a las filas republicanas y que había mostrado una actitud un tanto tibia ante los primeros anuncios del presidente, no tuvo más remedio que emitir, en nombre de todos los obispos USA, una carta de agradecimiento, y de compromiso, al Papa Francisco.

El primer 'impacto' de esta guerra Trump-Francisco vino con el anuncio (todavía no explicitado oficialmente) de la designación como embajador de EEUU ante la Santa Sede, Brian Burch, miembro activo de 'CatholicVote', una entidad católica tradicionalista desde la que ha arremetido con dureza contra algnas medidas de Francisco.

Una trabajadora del Catholic Relief Service
Una trabajadora del Catholic Relief Service CRS

La respuesta de Bergoglio no se hizo esperar: si bien no vetará al elegido por Trump, sí hizo valer su disgusto con cierta finezza. ¿Cómo? Nombrando a uno de sus hombres de confianza, el cardenal de San Diego (en la frontera con México), Robert McElroy, como su hombre en la Casa Blanca. Será el próximo arzobispo de Washington. El 'obispo' de Trump y Vance, aunque el presidente sea republicano y no se tenga que ver afectado por sus pastorales, pero que sin lugar a dudas mantendrá serios pulsos con la nueva Administración. Hay quienes, incluso, apuntan a que su mano -junto a la del cardenal de Chicago, Blaise Cupich, dos de los puntales de la renovación en la Iglesia estadounidense- puede estar detrás de la carta escrita por Bergoglio.

Trump, en el muro
Trump, en el muro Efe

Junto a ello, se espera un movimiento en la sede de la Nunciatura, con un objetivo claro (muy similar, por otro lado, y por otras razones, al cambio que se antoja inminente en España): buscar nuevos obispos que cambien el rostro de la jerarquía católica norteamericana, y puedan enfrentar, con el apoyo de otras religiones (especialmente, episcopalianos como la obispa Budde) una respuesta moral a las estampidas totalitarias de Donald Trump.

Unos movimientos que, esta semana, han tomado velocidad de crucero con la designación del nuevo arzobispo de Detroit, Edward Weisenburger, quien en sus primeras palabras ya se ha mostrado en contra de las deportaciones masivas de la nueva Administración. Este miércoles, se han sumado tres nuevas designaciones, que no serán las últimas. Así, ha nombrado arzobispo de Cincinnati a Robert G. Casey, a la sazón auxiliar de Cupich en Chicago; al sacerdote John E. Keehner, Jr como obispo en Sioux; y a Richard F. Reidy, antes vicario general de Worcester, como obispo de Norwich.

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