Son la base del electorado de Bolsonaro El brasileño Frei Betto dice que EEUU está detrás del avance evangélico en América Latina
Según su visión, estos grupos aprovechan para ocupar los lugares que han dejado vacantes los movimientos sociales de la Iglesia Católica a raíz de los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI
Ha explicado que los pastores evangélicos en Brasil convencen porque "actúan y viven en las favelas" mientras que los curas católicos tienen una formación más elitista
| RD/Telam
El fraile dominico brasileño Frei Betto, un referente de la Teología de la Liberación, afirmó hoy que Estados Unidos está detrás del avance de los grupos evangelistas en América Latina, que, según su visión, aprovechan para ocupar los lugares que han dejado vacantes los movimientos sociales de la Iglesia Católica a raíz de los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El religioso, además, respaldó la línea de reformas que promueve el papa Francisco y puso como ejemplo que los pastores evangélicos en Brasil "actúan y viven en las favelas" mientras que los curas católicos tienen una formación más elitista.
En una entrevista brindada en San Pablo a la agencia Télam, el sacerdote, escritor y teólogo Carlos Libanio Christo, conocido mundialmente como Frei Betto, repasó el avance de las iglesias evangélicas en Brasil como base del electorado del presidente Jair Bolsonaro y analizó el retroceso de los clásicos movimientos y partidos de izquierda que tenían bases católicas entre las comunidades más pobres.
"Detrás de las iglesias evangélicas y su avance en América Latina está la Casa Blanca. Es una ofensiva bien programada, bien pensada", dijo Frei Betto y citó como uno de los marcos el Documento de Santa Fe, Nuevo México, que en los años 80 patrocinaba el gobierno estadounidense a favor de un nuevo protestantismo para la región latinoamericana.
"En el Documento de Santa Fe dice explícitamente que la Teología de la Liberación es una amenaza mayor que el marxismo para los intereses de Estados Unidos en América Latina" señaló el autor de "Fidel Castro y la religión" y "La Mosca Azul", que tuvo un breve paso como asesor presidencial durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
La llegada de figuras como Bolsonaro y otras opciones de la derecha, así como también el golpe de Estado en Bolivia que se declara cristiano, son para el fraile dominico "el florecer de la semilla de la caída del Muro de Berlín, la hegemonía del capitalismo de Estados Unidos mediante agresiones a la democracia con nuevas tecnologías y los algoritmos".
En ese contexto comentó que la izquierda europea "se desmoronó" y la latinoamericana "absorbida por los gobiernos democráticos populares de los años 2000, dejó de hacer el trabajo de base".
Sobre todo en Brasil, "el gran desafío actual es volver al trabajo de base, con formación de militantes" poniendo como ejemplo al Movimiento de campesinos Sin Tierra (MST) brasileño, el mayor de América Latina. "Necesitamos mil MST, es un movimiento grande, pero es una gota en el océano", señaló.
Para el fraile dominico el panorama actual es "el florecer de la semilla de la caída del Muro de Berlín, la hegemonía del capitalismo de Estados Unidos mediante agresiones a la democracia con nuevas tecnologías"
Al precisar las intenciones geopolíticas de Washington en América Latina mediante las iglesias evangélicas, Frei Betto apunta a la desmovilización de las clases más bajas con un ideario más progresista o menos individualista a los pontificados de Juan Pablo II (1978-2005) y Benedicto XVI (2005-2013).
"El avance de los evangélicos es un proceso de ocupación de espacios que nosotros abandonamos. Esto tiene que ver con los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que desmovilizaron a las comunidades de base para restringir a la Teología de la Liberación", evaluó el teólogo.
La Teoría de la Liberación fue combatida por Juan Pablo II, a tal punto que uno de sus referentes, el también brasileño Leonardo Boff, fue expulsado por defender esa línea de la Iglesia Católica frente al cardenal alemán Joseph Ratzinger, luego entronizado como Benedicto XVI.
Eso llevó, en su opinión, a una diferencia de percepción en las barriadas y favelas a quienes podrían contener los problemas cotidianos de la población: cambiar la iglesia y el cura católico por el templo y el pastor evangelista.
"En el caso de las élites, como las que tomaron el gobierno de Bolivia, hay un barniz religioso con intereses espurios, no tienen nada de religioso, pero engañan como lobo en piel de cordero", aclaró. Y completó que en las clases más bajas "frente al enorme desamparo la gente encuentra un sentido de vida en las iglesias evangélicas".
Según el religioso, los evangelistas terminan haciendo un trabajo popular "porque el pastor vive en la favela y el cura católico no, tiene una formación más elitista pero no es de la favela".
"Entonces, si como quiere el papa Francisco, la Iglesia Católica no se renueva no veremos avances en ese sentido", advirtió Frei Betto, en referencia al Sínodo de Obispos Amazónicos realizado en el Vaticano en el 2019, en el cual se discutió la reconquista de fieles.
Según una encuesta de Datafolha realizada en agosto de este año, los católicos son el 51% de Brasil contra el 32% de los evangelistas. Según datos oficiales, en 1970 los católicos era el 91,8% en Brasil, pero el porcentaje cayó al 64,4% en 2010. Los evangelistas eran en los años 70 el 5,2% de la población y subieron a 2010 a 22,2%. En la región amazónica brasileña, los evangelistas ya son más que los católicos (46% contra 45%), según la misma consultora.