El episcopado nicaragüense presenta su nueva junta directiva Monseñor Mata: "Nos duele que se vilipendie a monseñor Báez. Es un ataque a la Iglesia"
(Israel González Espinoza, corresponsal en Nicaragua).- El salesiano Juan Abelardo Mata Guevara, obispo de Estelí y nuevo secretario de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) realizó una defensa frontal de monseñor Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de Managua quién en días pasados fue objeto de ataques por parte de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quién lo llamó "bravucón y radical" por abstenerse de votar en los pasados comicios municipales del 5-N. Mata señaló que las ofensas del mandatario fue "un ataque a la Iglesia".
Las declaraciones de monseñor Juan Abelardo Mata se dieron en el marco de la rueda de prensa que ofreció el episcopado para presentar su nueva junta directiva para el trienio 2018-2020. La conferencia, prevista para iniciar a mediodía inició con una hora de retraso en una remozada sede del Episcopado, que aún carece de aire acondicionado, lo que conjugado al calor asfixiante de la capital de Nicaragua, hizo que los comunicadores tuvieran que esperar afuera del recinto la llegada de la jerarquía católica.
En dicha conferencia, los obispos de Nicaragua optaron por el equilibrio dejando a Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua en la presidencia -quién es criticado por sus tibias declaraciones sobre la realidad nacional-, y eligieron como secretario a Mata, un obispo caracterizado por sus agudas críticas a la administración de Daniel Ortega.
Monseñor Mata tildó de "folclóricas" los ataques del mandatario nicaragüense contra Monseñor Silvio José Báez, a quién paradójicamente las ofensas del gobierno le han agigantado su figura ante la sociedad del país centroamericano, en detrimento de Daniel Ortega.
"Es parte de lo folclórico de las personas que tenemos al frente. No es la primera vez que suceden éstas cosas (ataques de Ortega a la Iglesia). Yo recuerdo que cuando empezaron los grupos armados en las montañas y nos dolía ver caer campesinos y pedimos al gobierno que entonces comenzaba que escuchara la voz de esa gente que se había armado (...) ¿Qué respuesta hubo en una de las plazas de esta ciudad? Burlarse de mi apellido y ponerme apodos militares, cosa que está muy lejos de la posición de cualquiera de nosotros obispos", enfatizó Mata Guevara ante la presencia de los medios de comunicación hablando en nombre del episcopado nicaragüense, recordando los ataques que él mismo recibió en 2011 por parte de Ortega.
El nuevo secretario de la CEN indicó que cuando un obispo habla de temas de la realidad nacional no es para avalar ninguna violencia ni para llevarle la contraria al gobierno de turno, sino que lo hacen porque ellos acompañan al pueblo y que si el país marcha bien el beneficiado será el mismo pueblo de Nicaragua, "eso es lo que nos interesa realmente", reafirmó.
Preguntado por Religión Digital sobre si el pleno de la Conferencia Episcopal de Nicaragua apoyaba a Monseñor Báez, el portavoz del Episcopado nicaragüense manifestó que a los obispos del país "les dolía" las ofensas del gobierno de Ortega hacia el obispo auxiliar de Managua.
"Sí, compartimos el dolor del hermano. Y nos duele que se vilipendie a un hermano. A mí me ha agradado mucho como he escuchado voces que se han alzado en la República tanto oral como escrita en la defensa de Monseñor Báez y su hidalga posición ante el futuro de la nación y que ha sido leída (por el gobierno de Ortega) como si fuera un bravucón o una persona que no vivió las consecuencias de la guerra, que estaba afuera en Italia y que por lo tanto ajeno al dolor del pueblo habla de esa manera. Justamente porque se es cercano al dolor, se siente esta pesadez en el corazón es que el obispo habla", indicó Monseñor Mata, quién manifestó que aunque los obispos hablen con tonalidades e índoles distintas, en el fondo se manifiesta en todos el mismo amor y ardor pastoral por el pueblo de Nicaragua.
Mata también se refirió a la campaña en redes sociales que impulsaron varios periodistas y personas quiénes se solidarizaron con Monseñor Báez ante el exabrupto de Daniel Ortega. El hashtag #YoApoyoAMonseñorBáez se viralizó en Twitter y en pocas horas se convirtió en trending topic en el país centroamericano. También esta semana éstas mismas personas se volvieron a manifestar en favor del obispo Báez con la etiqueta en Twitter #OremosPorMonseñorBáez.
"Naturalmente que sí [nos sentimos apoyados por el pueblo]. Sobre todo el acento que muchos hermanos ponían: No es defender solamente a un obispo, decían, es a la Iglesia. Atacaron a una cabeza, atacaron a la Iglesia; y esto es lo más hermoso que se ha expresado de tanta gente que cree en Jesús, que con nosotros como dice Rubén Darío todavía rezamos a un único Dios y nosotros creeemos en la fuerza del Padrenuestro", dijo categórico monseñor Mata, ante una pregunta de la periodista de la cadena Nicavisión 12 sobre si los obispos se sentían acuerpados por la población tras la campaña en apoyo al obispo auxiliar Silvio José Baéz.
A partir de las palabras del nuevo portavoz de la CEN, en Twitter la diócesis de Matagalpa, la diócesis de Granada y la diócesis de Juigalpa -un caso significativo, ya que está presidida por el obispo Sócrates René Sándigo, quién es cercano al gobierno de Ortega-, se han solidarizado con Monseñor Báez. El gran silencio sigue siendo el del arzobispo Leopoldo Brenes quién no ha pronunciado ninguna frase de apoyo personal para con su obispo auxiliar.
Los comicios del 5-N: "Ni pacíficos ni tranquilos"
Sobre los controvertidos comicios municipales del 5 de noviembre pasado, en los que el oficialismo se adjudicó 136 ayuntamientos de los 153 existentes en el país en el marco de una gran abstención -según organismos de observación electoral independiente-, el portavoz de la CEN manifestó que no puede decirse que se ha avanzado en la consolidación de una verdadera democracia en Nicaragua, y señaló que el documento que los obispos presentaron en mayo de 2014 al presidente Ortega titulado En búsqueda de nuevos horizontes para una Nicaragua mejor sigue estando plenamente vigente en lo que respecta al tema electoral e institucional del país.
"Al ir a las elecciones con un punto de partida ya viciado como también el mismo panorama de división de gente que quiere optar al poder pero sólo se va al poder por el poder sin visión de nación por desgracia, porque faltan unos programas más agresivos que eso implicaría la unión de pensamientos de varias fuerzas políticas en el país, hemos repetido la historia igual que antes y lo más doloroso que siempre después de cada proceso electorero en la República hay derramamiento de sangre", indicó de forma categórica el obispo Juan Abelardo Mata, haciendo referencia a las 7 muertes contabilizadas hasta el cierre de esta edición como parte de la violencia post-electoral generada en municipios dónde la fracción de la oposición que participó en los comicios del 5-N denunció fraude electoral en favor del partido de gobierno.
Mientras el obispo Mata trataba de contestar las preguntas que hacía la prensa independiente sobre los comicios electorales del 5-N, los ataques al obispo Báez y otros temas de interés nacional, los periodistas del gobierno encabezados por el periodista Giovanni Loáisiga de la cadena gubernamental Multinoticias 4 trataba de desviar la atención preguntando sobre temas religiosos, específicamente sobre la celebración de la Purísima Concepción de María.
Tras dos preguntas del comunicador -a las que Mata contestó cortésmente-, y tras asaltar la palabra a este corresponsal para una tercera intervención, monseñor Mata le manifestó que se estaba "robando el show", una expresión castiza nicaragüense que significa que una persona desea destacar sin méritos propios para hacerlo.
Precisamente, y respondiendo a una pregunta tendenciosa del periodista Loáisiga sobre la acudida a las urnas de los obispos Leopoldo Brenes, Bosco Vivas Robelo y Sócrates Sándigo durante los comicios del 5-N, Mata le respondió que cada obispo es religioso pero también ciudadano, y hace lo que considera correcto en su conciencia para su patria, pero enfatizó que las pasadas elecciones municipales no fueron "ni pacíficas ni tranquilas".
Mata, en nombre de la Conferencia Episcopal, volvió a urgir al gobierno de Ortega una efectiva democratización del país. "Las muertes no son simplemente episodios ocasionales ni simples incidencias, es la punta del iceberg de todo un proceso que no es simplemente perfeccionarlo (..) Creemos nosotros que es necesario refundar esta dimensión de la vida patria, redimensionando a la realidad nacional y a los recursos que se tienen todo esto que más que ser un poder, debe de ser una institución poniendo a la gente más idónea y elaborar un nuevo sistema de promoción y contabilidad del voto y decir quién es el que verdaderamente gana", exhortó.
El vocero de la CEN exteriorizó que los obispos no son expertos en tema electoral para manifestar cuáles serían las medidas que debe tomar la administración de Ortega para refundar el ente electoral en el país, pero recomendó que se escuchara a constitucionalistas y se viera la experiencia de otros países en sus procesos democratizadores para rehacer el sistema electoral desde sus inicios.
"Nosotros hablamos desde la experiencia, sentir y el dolor de un pueblo. Creemos en esa necesidad que más que reformas de lago ya hecho, rehacer el camino desde lo profundo para poder hacer una institución creíble en el cual el pueblo pueda salir con alegría en una fiesta cívica a expresar su voto", subrayó el obispo Juan Abelardo Mata.
La CEN optó por los equilibrios
La nueva directiva del Episcopado nicaragüense llama la atención entre otras cosas, porque tanto el obispo del Vicariato de Bluefields como su auxiliar han pasado a ocupar puestos de relevancia, entre ellos la vice-presidencia -otorgada al obispo capuchino estadounidense Pablo Smith Simón-, y el puesto de ecónomo de la misma al obispo auxiliar David Zywiec Sidor, también capuchino estadounidense.
Geográficamente, el Vicariato Apostólico de Bluefields es la zona más extensa del país, y la menor en número de católicos, ya que la colonización de esa zona corrió a manos de ingleses.
"El trabajo pastoral de los capuchinos se caracterizó en la Costa por fortalecer las comunidades y los liderazgos nativos laicos, aunque sin proyección social ni conciencia política. Es ésa la tradición de la Iglesia católica en Estados Unidos, donde de lo social y lo político se ocupa el gobierno y a la iglesia le corresponde ocuparse de la comunidad.
"En Nicaragua, este estilo tiene también que ver con la conciencia que siempre han tenido los obispos de la Costa: obispos misioneros y extranjeros, que no deben meterse en la política del país. Siempre han respetado los puntos de vista de los obispos nacionales y nunca han tenido una estrategia propia al interior de la Conferencia Episcopal", señala un artículo firmado por el teólogo y sacerdote dominico español Rafael Aragón Merina en su artículo "Un retrato en grises de la Iglesia nicaragüense", publicado por la revista Envío de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) en mayo de 2009.
Entre los reelectos en el puesto está el cardenal arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes Solórzano. Su reelección garantizaría a los obispos de Nicaragua un canal de comunicación directo -mas no fluído-, con la administración de Ortega, dadas las buenas relaciones entre el Ejecutivo y el cardenal.
Brenes también se hace de la cartera de Comunicaciones, tras dos periodos del obispo de Matagalpa Rolando Álvarez al frente de la misma. Para muchos, los puestos del arzobispo son una copia a carbón de la estrategia comunicacional de Rosario Murillo (esposa de Ortega, vicepresidenta de Nicaragua y portavoz gubernamental), ya que la política comunicacional, por medio de Radio y TV Católica de la Iglesia se centrará en sus decisiones y el de su equipo de colaboradores en esta rama, encabezado por su coordinador de la oficina de prensa, el fotógrafo Lázaro Gutiérrez, quien es célebre por sus encontronazos con la prensa independiente.
Otro que también se reelige, y destaca por su trabajo en el departamento de Pastoral Social, es el obispo franciscano Carlos Herrera Gutiérrez de la diócesis de Jinotega. Por medio de Cáritas ha lanzado diversas campañas en favor de los menos favorecidos. Muchos de estos programas son financiados y asesorados por Cáritas Española y Manos Unidas.
Los hombres del Papa Francisco en Nicaragua, Rolando Álvarez y Silvio José Báez pasan a departamentos considerados estratégicos. El primero asume Educación y Cultura. Tendrá la titánica tarea de nombrar un nuevo rector de la Universidad Juan Pablo II-Managua, para repotenciarla, así como fortalecer su política educativa. El segundo asume la Pastoral Familiar y el Tribunal Eclesiástico.
Su línea deberá ser poner al día a la Iglesia nicaragüense con la exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia, la inclusión de divorciados vueltos a casar, mujeres que han abortado y personas que integran las minorías sexuales.
David Zywiec Sidor continuará al frente del departamento de Laicos y Juventud. Representará a la Iglesia nicaragüense en el Sínodo de la Juventud convocado por el Papa Francisco en 2018.
Jorge Solórzano, obispo de Granada pasa de la secretaría general a al departamento de Liturgia y Catequesis, mientras que Sócrates Sándigo Jirón, obispo de Chontales-Río San Juan pasa al departamento de Vocaciones y Ministerios.
Quien cae de puesto de manera estrepitosa es Bosco Vivas Robelo, obispo de León. Tras dos periodos como vicepresidente del Episcopado, se le asigna el departamento de atención al clero y administración del seguro sacerdotal de los sacerdotes ancianos y enfermos. Prácticamente relegado, la medida se ve como la espera de la CEN sobre el relevo de Vivas al frente de la mitra leonesa, tras cumplirse en 2019 los dos años de prórroga que le dio el Papa al frente de la Diócesis más antigua del país.
Pablo Smith, obispo del Vicariato de Bluefields, asume el departamento de misión que incluye las Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Pastoral Rural-Urbana; mientras que monseñor Juan Abelardo Mata dirigirá Defensa de la fe y ecumenismo, así mismo representará al Episcopado nicaragüense ante el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).