Las autoridades de la PUCP rechazan el fallo del Tribunal Constitucional Polémica en Perú por la Universidad Católica

"No está hablando el enemigo de la Iglesia, el que quiere capturar la universidad, no está hablando la ambición del dinero, el retrógrado que quiere cambiar, todo eso queridísimos alumnos es falso. No está hablando la persona que quiere usufructuar el patrimonio, porque no puede". Con esta declaración en su programa de televisión del fin de semana, el cardenal Juan Luis Cipriani les respondió a las autoridades de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) que rechazan la decisión del Tribunal Constitucional (TC) y anunciaron que irán a los tribunales internacionales para impedir que esa casa de estudios quede en manos del Arzobispado de Lima.
El traspaso de este centro de educación progresista y pluralista a manos de una prominente figura del Opus Dei, como el cardenal Cipriani, causó conmoción en la comunidad educativa y otros medios culturales y religiosos de Perú. Fundada por un sacerdote católico y dependiente del Arzobispado de Lima, la universidad pasó a manos del estado hace cuatro décadas durante el gobierno pro-socialista del general golpista Juan Velasco Alvarado.
Cipriani ratificó que ocupará el cargo de presidente de la PUCP y que, como Gran Canciller, ejercerá "las funciones que las normas de la Iglesia prescriben en lo referente a la enseñanza de la teología, a las cuestiones de fe y cuidado pastoral dentro de la sociedad. El estatuto dice claramente cuáles son mis funciones. No mezclemos el tema de la herencia de José de la Riva Agüero en la que hay una persona designada por mí".
"Pido desde aquí que los directivos deben no confundir al alumnado, yo soy el Arzobispo de Lima que tengo que buscar la fe y debo llevar la fe a todos los rincones y en este campo concreto de la universidad tengo una atribución de honor en la que yo he heredado y justamente se dice de una manera poco acertada que nunca han tenido problemas con ningún Arzobispo, solo con el actual", dijo el cardenal en su programa de tevé Diálogos de Fe.
Por su parte, el rectorado de la PUCP declaró que la sentencia del Tribunal Constitucional versa "sobre temas que se discuten actualmente en tribunales ordinarios, y que no son constitucionales, incurriendo en una usurpación de funciones".
"Ante esta insólita sentencia, nuestra Universidad recurrirá a las instancias internacionales para exigir que se enmienden las consecuencias de esta arbitrariedad", sostuvo el Rectorado en un comunicado de este viernes.
La Universidad Católica, hoy un emporio académico y económico, fue fundada en 1917 por el sacerdote de los Sagrados Corazones, Jorge Dinthilac, y dependió desde entonces del Arzobispado de Lima. En 1942 fue declarada "Pontificia" por la Santa Sede y el cardenal Juan Landázuri Ricketts fue designado Gran Canciller, facultado para nombrar rector y vicerrector.
Tras el golpe del general Juan Velasco Alvarado, el 3 de octubre de 1968, de corte socialista, la universidad fue expropiada iniciándose un conflicto que se mantiene hasta hoy. Ahora, tras los períodos arzobispales de los cardenales Landázuri Ricketts y Luis Vargas Alzamora, Cipriani logró que el superior tribunal de justicia del país le devolviera la herencia de las propiedades de la PUCP destinada en 1933 a la universidad por el multimillonario católico José de la Riva Agüero.
Cipriani recordó en su mensaje que el cardenal Juan Landázuri Rícketts "tuvo que retirarse de la PUCP, porque uno de los directivos, hoy asesor legal de la universidad no quiso aceptar una indicación sobre temas de moral personal, lo sabe él, lo sabe la universidad". Señaló que el sucesor de Errázuriz, cardenal Augusto Vargas, no aprobó un acuerdo entre la universidad y el arzobispado en 1994, que hoy esgrimen las autoridades de la PUCP.
"En primer lugar tengo que dirigirme como Gran Canciller. En los estatutos que actualmente tiene la PUCP en el artículo 6 habla de mi persona. Quien está hablando hoy por RPP a toda la comunidad, el pueblo del Perú, es el Gran Canciller de la PUCP, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, ¿cuáles son mis atribuciones?, ejercer la presidencia de Honor de la universidad", dijo el cardenal.
Agregó luego "No está hablando el enemigo de la Iglesia, el que quiere capturar la universidad, no está hablando la ambición del dinero, el retrógrado que quiere cambiar, todo eso queridísimos alumnos es falso. No está hablando la persona que quiere usufructuar el patrimonio, porque no puede".
Cipriani dijo que como presidente de la PUCP y Gran Canciller su misión es "velar para que la PUCP cumpla sus fines institucionales, ejerciendo las funciones que las normas de la Iglesia prescriben en lo referente a la enseñanza de la teología, a las cuestiones de fe y cuidado pastoral dentro de la sociedad. El estatuto dice claramente cuáles son mis funciones. No mezclemos el tema de la herencia de Riva Agüero en la que hay una persona designada por mí".
"Pido desde aquí que los directivos deben no confundir al alumnado, yo soy el Arzobispo de Lima que tengo que buscar la fe y debo llevar la fe a todos los rincones y en este campo concreto de la universidad tengo una atribución de Honor en la que yo he heredado y justamente se dice de una manera poco acertada que nunca han tenido problemas con ningún Arzobispo, solo con el actual", subrayó.

Volver arriba