Testimonio de "un compromiso y una fe inquebrantables" Argentina rinde su último adiós a Mons. Hesayne, testigo audaz del Evangelio

Féretro de monseñor Hesayne
Féretro de monseñor Hesayne

Miles de personas acudieron a despedirle este lunes a la catedral Nuestra Señora del Rosario

"Tenía una fe inquebrantable. Creía en cada palabra, en cada punto y en cada coma del Evangelio", aseguró al despedirlo María Beatriz Pérez, actual presidenta del Instituto Cristífer

Monseñor Miguel Esteban Hesayne falleció a los 96 años tras una vida dedicada al servicio del Evangelio, a la defensa de los derechos humanos y al compromiso con los sectores más vulnerables

(AICA).- Miles de personas acudieron este lunes a la catedral Nuestra Señora del Rosario, de Azul, para despedir a monseñor Miguel Esteban Hesayne, quien falleció a los 96 años tras una vida dedicada al servicio del Evangelio, a la defensa de los derechos humanos y al compromiso con los sectores más vulnerables.

La misa de exequias fue presidida por el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ, y concelebrada por obispos y sacerdotes que acompañaron a la comunidad para despedir al obispo emérito de Viedma y cofundador del Instituto Cristífero.

Concelebraron la Eucaristía los obispos Esteban María Laxague SDB (Viedma), Carlos José Tissera (Quilmes), Fernando Maletti (Merlo-Moreno) y Oscar Sarlinga (emérito de Zárate-Campana), entre otros.

En la homilía, monseñor Salaberry leyó el mensaje que le envió la Conferencia Episcopal Argentina a raíz del fallecimiento de monseñor Hesayne, en el que se destaca: “Con su vida y su palabra anunció incansablemente con voz profética la inviolable dignidad de la persona humana, entrañable amor a los pobres y, hasta sus últimos días, servidor del Evangelio de la vida”.

“Siempre atento a acompañar el camino de la Iglesia con sus aportes y reflexiones, ha sido para nosotros un edificante testimonio de fraterna comunión espiritual”, agrega la Comisión Ejecutiva de la CEA.

MIsa exequial de monseñor Hesayne
MIsa exequial de monseñor Hesayne El Cnetral



El prelado también leyó otros mensajes recibidos, entre ellos el del arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, quien definió a monseñor Hesayne como “testigo audaz y veraz del Señor, sea en la defensa de los derechos humanos, como la proclamación a tiempo y a destiempo de los principios de la doctrina social de la Iglesia”.

Mons. Salaberry hizo referencia al texto evangélico del diálogo entre el pagano y Dios, al que consideró “una imagen muy linda” para hablar de monseñor Hesayne.

“Apreciamos en Miguel Esteban, un hombre de fe y de Iglesia, obediente a la voluntad del Padre, que lo llevó por caminos que, efectivamente, al comienzo de su vida no lo conocía”, recordó, y destacó ese diálogo fraterno, genuino y estrechamente fraternal que el obispo fallecido tenía con el Señor.

Testimonio de María Beatriz Pérez, actual presidenta del Instituto Cristífero

Testimonios

Monseñor Laxague dedicó unas palabras a su antecesor en la diócesis de Viedma y pidió: “Recibe Padre nuestro el alma de tu servidor, Miguel Esteban, padre, obispo, a quien te has dignado a llamar a tu presencia, para que libre de todo pecado, le conceda el gozo del descanso del servidor bueno y fiel”.

El presbítero Enrique "Kiko" Lafforgue, con muchos años de vida pastoral en Viedma, subrayó algunas cosas aprendidas de monseñor Hesayne: "Aprender a hacer silencio para no decir frivolidades sino para decir palabras esenciales. El padre decía palabras esenciales siempre", recordó.

En tanto, uno de los testimonios más conmovedores fue el de María Beatriz Pérez, actual presidenta del Instituto Cristífero: "Tenía una fe inquebrantable. Creía en cada palabra, en cada punto y en cada coma del Evangelio... nos decía a nosotras: ‘ustedes tienen que anunciar a Jesucristo muerto y resucitado, pero no discutan ni quieran convencer; el Evangelio se anuncia con el desborde de la vida’ y eso se transmite.

Estos últimos veintiún días fue como una confirmación de todo lo que predicó. Estando no del todo lúcido, no del todo consciente, decía ‘quiero recibir a Jesús; ¿a qué hora es la misa? Un día Dios me dijo: ‘Dios me habla y yo le contesto: aquí estoy Señor’. Fueron palabras que confirmaron, como un broche de oro, todo lo que fue su vida. Creo que toda su vida se preparó para esto. Ahora, desde el cielo él nos estará viendo y dirá mirando el ataúd: ‘eso es el pasado'", afirmó.

Al término de la misa y tras escuchar los testimonios, los restos de monseñor Hesayne fueron inhumados en la cripta de la catedral de Azul.

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