Afirma que el "discernimiento" es igual de importante en el contexto de la familia Wuerl defiende que "la ley de la Iglesia no es el único punto de referencia en el ministerio pastoral"
(C. Doody).- El discernimiento. El cardenal Donald Wuerl es uno de los purpurados que mejor entiende lo que el Papa Francisco describió este mismo jueves como "un remedio contra la inmovilidad del 'siempre se ha hecho así'", ya que "las mismas soluciones no son válidas en todas partes". Y eso el arzobispo de Washington lo acaba de demostrar de sobra en una charla en la que ha afirmado que "la ley de la Iglesia ciertamente tiene una gran importancia pero no es el único punto de referencia en el ministerio pastoral".
En el curso de una ponencia magistral en la Universidad de Georgetown, Wuerl, en primer lugar, alabó la organización del Papa de los Sínodos sobre la Familia en 2014 y 2015, según lo recogido por Crux, calificándolos como los sínodos "más abiertos, atractivos y atentos a la colaboración y cooperación episcopal" de los que jamás ha sido parte. Estas sesiones, dijo el cardenal, son muestras de los cuatro pillares desde los que Francisco ha ofrecido a la Iglesia perspectivas frescas: el escuchar, el acompañar, el discernir y el evangelizar.
"Estuvo claro" que en los Sínodos, según sostuvo el cardenal, "que una mayoría aplastante de los obispos compartió la visión del Santo Padre de que tiene que haber una manera en la que representar la doctrina de la Iglesia en ardor, método y expresión, en vez de simplemente reunirnos para repetir y reafirmar lo que ya se sabe". Pero todo esto no hubiera sido posible sin el don de un entendimiento más profundo de la sinodalidad que el Papa Bergoglio ha regalado a la Iglesia, que reconoce que "aunque los obispos son los maestros y guardianes oficiales de la fe, la fe también es expresada y manifestada entre todos los fieles".
Respecto al fruto de estos Sínodos -la exhortación apostólica Amoris laetitia sobre el amor en la familia- Wuerl afirmó que "nos llama a un reconocimiento de que el punto o principio del que tienen que proceder nuestras acciones pastorales ha de ser la revelación del amor y misericordia de Dios". Esto es, no la ley de la Iglesia sin más, la cual "ciertamente tiene gran importancia" pero que "no es el único punto de referencia en el ministerio pastoral".
Esta observación crucial de Wuerl queda más clara al entender que "la misión y el ministerio pastorales de la Iglesia tienen que incluir no solo la presentación de la doctrina de la Iglesia, sino también tienen que tomar en consideración cómo aquella doctrina es o puede ser recibida o comprendida por individuos, dadas particularmente sus situaciones y circunstancias". También al reflexionar sobre "cómo los pastores de almas pueden acompañar a los fieles en el camino hacia una aceptación más plena del mensaje vivificante de la Iglesia".
En suma, lo que ha hecho y está haciendo el Papa con la Iglesia es "ayudarnos a todos a comprender que para ser testigos verdaderos de Jesús tenemos que caminar juntos en este testimonio y apoyarnos los unos a los otros". Todo un respaldazo el del cardenal Wuerl al Papa Francisco que muestra que, al margen de los debates estériles sobre Amoris laetitia, gran parte de la Iglesia entiende su mensaje y va adelante con la tarea de ponerla en la práctica.