"La paz, ese grito que merece ser escuchado desde el silencio de la Cruz" La diócesis mexicana de San Cristóbal de las Casas denuncia 'impunidad campante' y pide al Gobierno que asuma su responsabilidad
"Una mirada a la realidad de Chiapas vuelve a ponernos de frente a la Pasión de Cristo en la pasión que sufren nuestros pueblos sumidos en la vorágine de las violencias que no dan tregua, que no se apagan, que se acrecientan"
"El pasaje bíblico de Caín y Abel resuena en nuestros corazones al ver a nuestras comunidades desangrarse en sus hijas e hijos que caen en medio de la cruel guerra desatada por los cárteles"
"Pongamos fin a esta guerra de exterminio de la vida y de nuestra condición humana. Hacemos un llamado urgente a las autoridades y al pueblo en general, las amenazas son latentes y la impunidad campante, en tales circunstancias, no hay condiciones para las elecciones"
"A los tres niveles de Gobierno, asuman la responsabilidad que les corresponde de garantizar la seguridad y la vida de las familias en Chiapas y de toda persona, así como de evaluar los perjuicios que van dejando las situaciones de violencia y resarcir los daños"
"Pongamos fin a esta guerra de exterminio de la vida y de nuestra condición humana. Hacemos un llamado urgente a las autoridades y al pueblo en general, las amenazas son latentes y la impunidad campante, en tales circunstancias, no hay condiciones para las elecciones"
"A los tres niveles de Gobierno, asuman la responsabilidad que les corresponde de garantizar la seguridad y la vida de las familias en Chiapas y de toda persona, así como de evaluar los perjuicios que van dejando las situaciones de violencia y resarcir los daños"
“Ay de los poderosos… cuando se trata de torturar, de matar, de masacrar… de ofrecer al dios poder, al dios dinero tantas víctimas, tanta sangre…Jesús vence el mal y recupera el paraíso cuando todos los hombres sean servidores fieles del proyecto de Dios”
(Homilía de San Oscar Romero, 16 de marzo 1980)
Al pueblo creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas
A las Autoridades de los tres niveles en el Estado de Chiapas
A la Sociedad Civil
A las mujeres y hombres de buena voluntad, hermanas y hermanos todos de la Casa Común
Una mirada a la realidad de Chiapas vuelve a ponernos de frente a la Pasión de Cristo en la pasión que sufren nuestros pueblos sumidos en la vorágine de las violencias que no dan tregua, que no se apagan, que se acrecientan.
El pasaje bíblico de Caín y Abel resuena en nuestros corazones al ver a nuestras comunidades desangrarse en sus hijas e hijos que caen en medio de la cruel guerra desatada por los cárteles disputándose el territorio, sus enfrentamientos, los ajustes de cuenta, las extorsiones, levantones, el secuestro de las comunidades por quienes se asientan en sus entradas y salidas, en las brechas, caminos y carreteras, negándonos libertadcon el cobro de piso, de paso o con el terror que generan, y el dolor de quienes han tenido que abandonar su casa, su tierra, sus pobres pertenencias con tantas luchas del día a día para conseguirlas, luego saber que fueron destruidas por manos que se han olvidado de que a quienes se somete y se mata son sus hermanas, sus hermanos.
Nuestra hermana Madre Tierra se ha bañado de tristeza, de dolor y de sangre, los pueblos de Chiapas viven la obscuridad de la tarde de la Cruz. Con ellas y ellos, por ellas y ellos, hacemos nuestras suplicas al Dios de la vida, de la misericordia y de la paz, a quienes empuñan las armas, a quienes dan las ordenes de someter, de impedir, de matar somos todas y todos hijas e hijos de un mismo Padre, pongamos fin a esta guerra de exterminio de la vida y de nuestra condición humana.
Lo que Dios espera de ti es que practiques la justicia, ames el bien y camines humildemente con tu Dios -Miq 6,8-
Vivamos esta Semana Santa conscientes, en ayuno, oración y solidaridad, poniendo en el centro de nuestros corazones a tantas víctimas de la violencia, a las familias desplazadas, a quienes se han visto obligados a emigrar, a las personas desaparecidas, a quienes han tenido una muerte cruel, a quienes no han abandonado sus casas, pero ven caer la noche con miedo deseando que pronto amanezca y haya claridad. Juntas y juntos merecemos resucitar con Cristo y vivir en condiciones de paz.
A ustedes, hermanas y hermanos, que están padeciendo la angustia y soportan con dignidad el peso de la cruz, sus luchas por otro mundo posible, su decisión por estar a favor de la vida y de la paz sabiéndose despojados, son un pueblo que resiste y sus resistencias son la razón de su esperanza y de la nuestra. En los signos de acogida y ayuda humanitaria que las familias pobres de comunidades hermanas les ofrecen, sigan experimentando el cuidado maternal de María y del Dios que camina con su pueblo, que no se olvida de los pobres, sus predilectos.
A las y los Agentes de Pastoral que acompañan de manera cercana escuchando, orientando, sosteniendo, consolando, asumiendo la suerte del pueblo estando, haciéndose una, uno, con ellas y ellos, nuestras oraciones y nuestra solidaridad alcancen para ustedes la gracia de Dios Padre Madre dador de vida y de paz.
Hacemos un llamado urgente a las autoridades y al pueblo en general, las amenazas son latentes y la impunidad campante, en tales circunstancias, no hay condiciones para las elecciones.
A los tres niveles de Gobierno, asuman la responsabilidad que les corresponde de garantizar la seguridad y la vida de las familias en Chiapas y de toda persona, así como de evaluar los perjuicios que van dejando las situaciones de violencia y resarcir los daños.
En memoria de monseñor Romero, hagamos viva su palabra “Nada me importa más que la vida humana” y emprendamos el camino hacia la Pascua de Resurrección.
AGENTES DE ANIMACIÓN Y COORDINACIÓN PASTORAL
ZONA SURESTE
DIOCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Comitán de Domínguez, 24 de marzo 2024