Inauguración del 'Tercer Encuentro Iberoamericano de Teología' en la Ibero de Puebla La sinodalidad como estilo y fundamento del pontificado de Francisco
El Rector de la Ibero pide a los teólogos que luchen “por la opción por los pobres y por los jóvenes en la Iglesia”
Carlos María Galli: “El Papa quiere reforzar los aspectos sinodales de la Iglesia”
| José Manuel Vidal , enviado especial a Puebla
Cuarenta años después de la célebre Conferencia del CELAM de Puebla (1979), que consagró la opción preferencial por los pobres en la Iglesia, se vuelve a celebrar en la Universidad Iberoamericana de los jesuitas de Angelópolis el 'Tercer encuentro Iberoamericano de Teología', que reúne a un buen ramillete de los mejores teólogos ibero-latino-americanos. Encima de la mesa, el debate sobre la sinodalidad en la Iglesia. El objetivo final, apoyar al Papa Francisco en sus reformas.
El Encuentro consta de dos partes: una reunión privada del grupo de trabajo y un congreso internacional. La reunión de trabajo fue inaugurada por el Rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, el padre Fernando Fernández Font, que dio a la bienvenida a la treintena de teólogas y teólogos presentes y agradeció su presencia.
A su juicio, se trata de un evento que conecta con “la línea por la que también esta luchando nuestra Universidad” y puede contribuir a “renovar la esperanza en una Iglesia, que se ha separado un poco de los principios del Vaticano II”.
Y el padre Font, terminó su saludo animando a los teólogos presentes a seguir luchando por una Iglesia que luche “por la opción por los pobres y por los jóvenes, que se han retirado de la práctica religiosa” y, por lo tanto, “si no los reincorporamos, perderemos el dinamismo de la Historia”. Y el Rector concluyó deseando un “éxito total al Encuentro” e invitando a “seguir buscando la renovación de la Iglesia desde nuestras respectivas trincheras”.
Colegialidad y sinodalidad
Tras la inauguración oficial, la primera ponencia a cargo de Carlos María Galli, el prestigioso teólogo argentino, miembro de la Comisión Teológica Internacional, que presentó, precisamente, el documento de la citada comisión, titulado 'La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia'.
Un documento que costó sacar del horno de la Comisión y que ha tenido dificultades de recepción, quizás porque es algo novedoso, que transita por categorías que ni siquiera se abordaron en el Concilio y, que, en tiempos de Francisco, están cogiendo cada vez más aire, más consistencia y relevancia en la Iglesia.
Tras explicar las “reticencias” de algunos de los miembros de la Comisión al documento, Carlos María Galli pasó a exponer su estructura, centrada en una “nueva comprensión católica de la colegialidad de los obispos y de la sinodalidad de la Iglesia”.
El documento consta de una introducción y cuatro capítulos. El primero, sitúa “la figura sinodal en el desarrollo histórico de la Revelación transmitida por la Iglesia”. El segundo, esboza una teología de la sinodalidad. El tercero desarrolla “la concreta actuación de la sinodalidad”. Y concluye con el cuarto capítulo, un capítulo pastoral, que “ayuda a pensar la conversión espiritual y pastoral”.
Caminar juntos
Basado en una “teología trinitaria eucarística y pneumatológica”, el documento deja claro que “la Iglesia es nombre de Sínodo y Sínodo es nombre de Iglesia”, porque la Iglesia, como dice San Juan Crisóstomo, “es el nombre que indica caminar juntos”.
Porque, como señalaba Galli “los bautizados somos compañeros de camino del Señor, llamados a ser sujetos activos en la convocación a la santidad y a la misión, porque participamos del único sacerdocio de Cristo”.
Según Galli, el corazón del documento se basa en una terna de propuestas. La primera apunta a la sinodalidad como “estilo peculiar”. La segunda, a que la sinodalidad “incluye las estructuras y los procesos, que expresan la comunión sinodal a nivel institucional”. Y la tercera, a que la sinodalidad “integra la realización de variados acontecimientos o actos, desde un sínodo diocesano hasta un concilio ecuménico”.
Sinodalidad vs clericalismo
El ponente explicitó en varias ocasiones que “el Papa quiere reforzar los aspectos sinodales de la Iglesia”, como plasma en la 'Amoris laetitia'. Una sinodalidad que Francisco plasma en la figura de la “pirámide invertida”, al tiempo que “señala, de modo creciente, la contraposición entre sinodalidad y clericalismo.
Galli concluyó su ponencia invitando a “una sinodalidad misionera de la Iglesia”, que se plasme en “reflejos ecuménicos, pastorales y teológicos”, que camine hacia la “cultura del encuentro” y que lleve a “pensar una teología de la sinodalidad e imaginar caminos para hacer teología sinodalmente”.
"Puebla no relativizó Medellín, lo confirmó"
La siguiente comunicación corrió a cargo de la historiadora de la Iglesia colombiana y laica, Ana María Bidegaín, que disertó sobre 'Experiencias de sinodalidad en la Iglesia latinoamericana', entre las que citó, entre otras, la de Montevideo y la de Santiago de Chile. Experiencias que demuestran la existencia de “un laicado adulto, que se siente parte activa de la Iglesia, que no es sólo contestatario, sino también propositivo”. Como conclusión, la teóloga apostó “por una Iglesia horizontal y que dé mas importancia a la participación de la mujer”.
La siguiente comunicación de la teóloga brasileña, Alzirinha De Souza, abordó 'La fuerza de la colegialidad en las Conferencias del Celam, una ruta histórico-teológica'. Una fuerza que, a juicio de la teóloga, se expresó claramente y sobre todo en Medellín y Puebla, que “revelan el rostro más eminente de las Iglesias de América Latina”.
A pesar de los intentos de domesticación de las conferencias del Celam por parte de la Curia romana, Alzirinha concluyó que “Puebla no relativizó Medellín, sino que lo confirmó”. Y planteó dos preguntas interpeladoras: “¿Cómo reconquistar hoy la colegialidad como fuerza transformadora?” y “¿cómo recuperar la conciencia latinoamericana, que se construyó en Medellín y Puebla?” Tras una larga discusión grupal, muy abierta y sincera, concluyó la sesión de la mañana.