"El cura sodálite ejemplifica la combinación casi perfecta entre la omertá mafiosa y un ejercicio sin escrúpulos de los negocios" A las puertas de la supresión del Sodalicio, el padre Baertl desvela su trama jurídico-mediática

Jaime Baertl
Jaime Baertl

"La familia sodálite pertenece a esta galaxia de grupos eclesiales ultra conservadores, muy minoritarios (el Sodalicio al momento de su supresión no cuenta con más de 140 miembros) y elitistas, nacidos en los años 70 como reacción a la puesta al día postconciliar de la Iglesia"

"A modo de sectas abusivas, la mayor parte de estos grupos son el exponente de un catolicismo fundamentalista, integrista y radicalmente heterodoxo"

"En aquel Perú envilecido por el Fujimorismo, fueron de inestimable ayuda para el P. Baertl dos futuros cardenales, Martínez Sistach y Ghirlanda, dos nuncios, Passigato y Musaró y dos políticos de cariz bien diverso: su amigo íntimo y dirigido espiritual Alan García y el entonces arzobispo de Lima Juan Luis Cipriani"

"La amenaza de demanda a Mons Jordi Bertomeu por parte de Caccia y Blanco, pagados por Baertl, no solo es injusta y difamatoria, sino radicalmente perversa, pues lanza un claro mensaje en Perú: que nadie se atreva a denunciarnos, pues somos capaces incluso de doblegar al Santo Padre"

El excelente periodista Pedro E. Salinas, en su último post 'El Sodalicio quiere morir matando' (en Youtube, al final del artículo), afirma que las cartas notariales enviadas por el P. Jaime Baertl contra el diario peruano La República, en el fondo desvelan la estrategia mediático-judicial seguida durante años por los diferentes grupos eclesiales fundados por el laico Luis Fernando Figari Rodrigo, quien en 2024 fue hallado culpable de abusos sexuales, de poder y de conciencia y, en consecuencia, expulsado por el Papa por graves faltas contra los consejos evangélicos.

El principio del fin de Baertl tuvo lugar el pasado 14 de enero de 2025. Este dia, tras dos años de investigación de la misión especial diplomática ‘Scicluna-Bertomeu’ y de posterior anàlisis por los Dicasterios de la Vida Consagrada, de Obispos y de la Secretaría de la Economía, comprobándose además que Figari, el fundador, nunca había recibido una gracia especial carismática, el Santo Padre dispuso la supresión de todo el grupo: el Sodalicio, las Fraternas, las Siervas y el Movimiento de Vida Cristiana. 

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Juan Pablo II y los Figari

El Sodalicio y los ‘nuevos movimientos’: ¿un experimento fallido?

La familia sodálite pertenece a esta galaxia de grupos eclesiales ultra conservadores (la fachosfera eclesiástica), muy minoritarios (el Sodalicio al momento de su supresión no cuenta con más de 140 miembros) y elitistas, nacidos en los años 70 como reacción a la puesta al día postconciliar de la Iglesia.

Durante el pontificado de Juan Pablo II fueron vistos y promovidos como una auténtica 'primavera eclesial', pues su ardor apostólico proselitista parecía ser el antídoto contra una Iglesia sospechosa de progresismo por su compromiso con los más pobres.

Simultáneamente, emergían sus graves fallas sistémicas, aunque mantenidas escondidas por sus padrinos y valedores: eran tiempos de guerra fría en la Iglesia, en especial en Latinoamérica, tal como denunció el 18 de octubre de 2024 el Card. Castillo en su famoso artículo de El País El Sodalicio, un experimento fallido de la guerra fría en Latinoamérica, pues supuestamente dichos movimientos serían imprescindibles para luchar contra el comunismo.

Ni en la Curia Romana ni en las curias diocesanas se quería ver lo evidente en estos nuevos movimientos: desprecio hacia la comunión que emana de la estructura jerárquica episcopal, manipulación de las conciencias de sus adeptos y connivencia en la corrupción económica y política con las élites de sus países.

Cardenal Castillo

Catolicismo fundamentalista, integrista y heterodoxo

Alejandro Bermúdez,castigado también con la expulsión del Sodalicio por su comportamiento abusivo con los subordinados y sus graves faltas deontológicas en el ejercicio del periodismo supuestamente católico, en su negacionismo revisionista y victimista, acaba de definir tales movimientos, en su blog ‘Punto de vista’ dedicado al Card. Castillo, como ⁠ ‘catolicismo concreto, integral y ortodoxo’ ⁠.

En realidad, a modo de sectas abusivas, la mayor parte de estos grupos son el exponente de un catolicismo fundamentalista, integrista y radicalmente heterodoxo, pues su cercanía al protestantismo evangélico más subjetivista les lleva a abrazar una y otra vez no solo ideologías políticas totalitarias sino elementos gnósticos o pelagianos.

A pesar de presentarse como ‘la única solución’ católica, más papistas que el Papa, rompen una y otra vez la comunión, suscitando siempre que pueden el odio y la aversión contra el Papa o la jerarquía local que no les gusta. Por ejemplo, dichos movimientos aborrecen la ‘iglesia sinodal’ de Francisco, porque ello supondría reconocer que su autoproclamado elitismo es contradictorio con lo más esencial del evangelio de Jesús.

Catolicismo corrupto

Especialmente en países con una estructura institucional débil como los latinoamericanos, con políticos y jueces altamente corruptos, estos movimientos se han aprovechado del paraguas eclesial no solo para lesionar la vida y la dignidad humana sino para atraer las más variadas formas de delincuencia financiera: defraudación al fisco, blanqueo de dinero y competencia desleal, de los que no serían ajenos el Sodalicio de Vida Cristiana.

Papa, con Allen, Salinas y Ugaz
Papa, con Allen, Salinas y Ugaz

Según Pedro Salinas, tras la publicación de 'Mitad Monjes,mitad soldados', se destaparon también los abusos económicos cometidos por el Sodalicio, donde el dirigente de facto de esta sociedad de vida apostólica de derecho pontificio sería el sacerdote Rev. Jaime Baertl Gómez. La periodista Paola Ugaz tuvo que acudir personalmente al Papa en noviembre de 2022 para alertarle de la magnitud del problema que Baertl había causado con su insensata avaricia y soberbia.

El P. Baertl del Sodalicio, mago de los negocios

Al margen y siempre por encima de los sucesivos mediocres dirigentes nominales del Sodalicio (es decir, el abusador Figari, el encubridor Regal, el corrupto Moroni, y el antiguo pandillero Correa), el P. Baertl ejemplifica la combinación casi perfecta entre la omertá mafiosa y un ejercicio sin escrúpulos de los negocios.

En la primera década de este siglo, el Rev. Baertl (un mago de las finanzas para muchos incautos limeños) descubrió el negocio de los cementerios privados. Embutido en su alzacuellos, levantó un imperio económico cuando logró aprovecharse de las ventajas que le ofrecía el Concordato Peruano de 1980, principalmente, la exención del pago de impuestos y el movimiento opaco de capitales de una sociedad a otra.

En aquel Perú envilecido por el Fujimorismo, fueron de inestimable ayuda para el P. Baertl dos futuros cardenales, Martínez Sistach y Ghirlanda, dos nuncios, Passigato y Musaró y dos políticos de cariz bien diverso: su amigo íntimo y dirigido espiritual Alan García y el entonces arzobispo de Lima Juan Luis Cipriani.

Jaime Baertl y Juan Carlos Len
Jaime Baertl y Juan Carlos Len

La ‘banda de Baertl’

Una construcción tan sólida y tan bien apuntalada solo saltó por los aires a raíz de la denuncia periodística de Salinas y Ugaz en 2015.

Es entonces que el P. Baertl, para salvar lo salvable, se decidió a armar un escuadrón de periodistas y juristas a sueldo que, a modo de sicarios, amedrentasen e incluso noqueasen definitivamente a los opositores. El objetivo no declarado del sacerdote Baertl siempre ha sido el mismo: de ser señalado como victimario a ser percibido por los incautos como la víctima.

Las granjas de trolls de Baertl

Para generar fake news y atacar así a sus oponentes, el Rev. Baertl nunca ha usado el Sodalicio. Al mejor estilo de las granjas de trolls chinas o rusas, ha ensuciado una y otra vez la buena fama de sus enemigos a través de periodistas ⁠ sicarios ⁠ subrogados, muchos de ellos con el común denominador de manifestar una cierta inestabilidad psicológica.

El principal productor de fake news, el inefable Bermúdez (grupo Aciprensa EWTN Register), ha sido y es un ferviente admirador de este periodismo ‘por encargo’, en el que alterna en modo paranoide el estilo melifluo de una novicia con el veneno del alacrán.

Comparsas secundarios de este vergonzoso ejercicio de la profesión periodística han sido el ex político condenado judicialmente por difamación Luciano Revoredo (La Abeja) o Edgardo Palomino Martínez, visitante habitual de la fiscalía anticorrupción, con morbosa fijación en Paola Ugaz y Pedro Salinas y cercano al controvertido alcalde de Lima, el opusino Rafael López Aliaga, protector de los bienes del Sodalicio con el fideicomiso Acres Foundation. López Aliaga, en su abrazo del oso al acusado de pederastia Card Cipriani, ha puesto gravemente en peligro su futura carrera política presidencial.

El cardenal Cipriani con López Aliaga
El cardenal Cipriani con López Aliaga RRSS

También peruanos son Umberto Jara (amicus curiae pero no de Daniel Yovera), Miguel Ramírez (orientalista experto en Al Jazeera), Fernando O’Phelan (ingeniero físico nuclear que encontró uranio y plutonio en la fiscalía de la avenida Abancay); Ricardo Vásquez Kunze (quien trató de delincuentes a los pobres comuneros de Catacaos en 'Estafaron al Papa') o Gonzalo Valderrama (obsesivo y hasta compulsivo odiador profesional o hater).

La youtuber, influencer y lobbista Giuliana Caccia merece un análisis aparte, pues su militante ultracatolicismo familiar y prolife, convertido en modus vivendi, lo ha conjugado sin problemas con una vida más que cuestionable desde el punto de vista moral tradicional, sin hacerle ascos a ataques públicos incluso contra su propio padre por la participación de este en la tesis ‘Identidad sexual y satisfacción de pareja en hombres homosexuales de Lima metropolitana’, del psicólogo José Antonio Pérez-Witch.

Caccia y Blanco (a la dcha.) con congresistas peruanos
Caccia y Blanco (a la dcha.) con congresistas peruanos

Desde la madre patria han colaborado en rotos y descosidos Jordi Picazo, alias Jacques Pintor, o el Rev. Custodio Ballester, alias Lluis Llagostera, también encausado en la fiscalía española por delito de odio desde su blog Germinans Germinabit. Otros sodalovers españoles han sido los creadores de desinformación católica del entorno de El Yunque y Vox, los blogs Infocatólica e Infovaticana, cocineros de los famosos churros y refritos madrileños o Jaime Calabrés, inventor de inexistentes equipos liquidadores en El Español.

 La producción literaria del abogado Percy García Cavero

En otras ocasiones, el P. Baertl habría financiado publicaciones difamatorias contra los periodistas Pedro Salinas y Daniel Yovera, libros pergeñados por el abogado Percy García Cavero y el experiodista, Miguel Ramírez, respectivamente.

En el caso del panfleto contra Salinas, ⁠se tituló ”El Caso Pedro Salinas. De denunciante de abusos a mancillador de honras” ⁠, de Percy García Cavero, el abogado de la Asociación Civil San Juan Bautista, empresa de la órbita del Sodalicio.

El arzobispo emérito Eguren
El arzobispo emérito Eguren

García Cavero, a partir de una filtración delictiva de Mons. Eguren Anselmi de unos mails del mes de septiembre de 2018 sobre el encubrimiento del arzobispo de Piura de los delitos de Levaggi, no solo amenazó con emprender acciones legales contra la víctima del encubrimiento sino que publicó  el mencionado escrito difamatorio.

Sucesivamente, García Cavero, supuestamente sostenido financieramente por Baertl, ha sido el instigador, con argumentos falaces y siempre forzados, de la campaña internacional de difamación y descrédito que la influencer Giuliana Caccia y de su reciente cuñado Sebastián Blanco (la liebre que no pasó por la gatera de San Bartolo), han sostenido contra el Santo Padre y, en especial, contra uno de los miembros de la 'misión especial' que condujo a la supresión del Sodalicio.

La otra afición literaria de Baertl: las cartas notariales

También forma parte del modo rufián de proceder de Baertl la amenaza a periódicos como La República por medio de cartas notariales. En ellas solicita una u otra vez retractaciones por noticias que en sí son verídicas o con visos de ser altamente probables.

Un ejemplo de ello han sido los famosos hackeos en el Sodalicio, solicitados y encubiertos entre otros por el Consejo General del Sodalicio, por Jaime Baertl. No obstante las múltiples pruebas de la existencia de tales 'chuponeos' como dicen en Perú, Baertl y sus abogados no han cesado de amenazar con cartas notariales a quienes denuncian tales delitos.

Bertomeu visita las casas del Sodalicio frente a la playa San Bartolo en Lima junto a una de sus víctimas, Renzo Orbegozo
Bertomeu visita las casas del Sodalicio frente a la playa San Bartolo en Lima junto a una de sus víctimas, Renzo Orbegozo

Una fiscalía peruana domesticada por Baertl y el Sodalicio

Las temidas cartas notariales del P. Baertl y sus secuaces han sido siempre muy efectivas en Perú. Sin la fragilidad institucional y la corrupción crónica de este País, este fenómeno no se entendería.

La amenaza de demanda a Mons Jordi Bertomeu por parte de Caccia y Blanco, pagados por Baertl, no solo es injusta y difamatoria, sino radicalmente perversa, pues lanza un claro mensaje en Perú: que nadie se atreva a denunciarnos, pues somos capaces incluso de doblegar al Santo Padre o a su enviado especial, blindado con toda la protección vaticana posible.

A través de los abogados de sus empresas y sociedades, entre ellos Percy García Cavero, el P. Baertl recurre una y otra vez a denuncias artificiosas presentadas en modo recurrente contra los periodistas enemigos.

Se les convoca ante una Fiscalía peruana, por lo demás corrupta, como se puso de manifiesto con la Operación Valkiria contra la Fiscal General del Estado Patricia Benavides: los periodistas Pedro Salinas, Paola Ugaz, Daniel Yovera eran las víctimas de un sistema corrupto.

"¿Qué tiene que ver la Operación Valkiria conmigo?", se pregunta Jaime Baertl como si fuese inocente. Parecería que nada, si no fuera por que en ella aparece José Luis Hauyón, del Estudio Hauyón &, como uno de los juristas pagados por el Sodalicio para frenar las demandas penales contra Figari, Baertl, Levaggi, Scheuch, Tokumura y otros, o para interponer otras tantas contra los periodistas denunciantes.

Otros abogados ‘amigos’ de Baertl han sido Alberto Gómez De la Torre y Luis Alberto Pacheco Mandujano o los apoderados de empresas sodálites Ary Alcántara, de Osterling Abogados, y Gonzalo Flores Santana, letrado durante muchos años de la Conferencia Episcopal Peruana sin que ello implique supuestamente ningún conflicto de intereses.

¿El fin de una era?

El periodista Salinas concluye que la supresión del Sodalicio, por lo que tiene de lucha contra la corrupción, es un hito en la historia de la Iglesia y del propio Perú.

¿Asistimos al fin de una era? Ojalá. Por ello es necesario que el 'padre Jorge', como llama Pedro Salinas al Papa Francisco, continúe con buena salud la colosal empresa de limpieza que le confió el papa Benedicto XVI con su renuncia. La gente buena y sencilla (la mayoría) lo merece.

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