eja que Jesús caliente tu corazón como lo hizo con los discípulos de Emaús II Domingo de Adviento

II Domingo de Adviento
II Domingo de Adviento

Conversión del corazón

08 II Domingo de Adviento: (Isa 40, 1-5.9-11; Mc 1, 1-8) 

Texto bíblico 

«Consolad, consolad a mi pueblo —dice vuestro Dios—; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados» (Isa 40, 1-2). 

«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo» (Mc 1, 7-8). 

Comentario 

La diferencia entre quienes dan fe a la Palabra y los que tan solo la estudian o leen, está en que alcance o no el corazón. El Espíritu Santo es quien transforma nuestras personas desde dentro, desde lo más profundo de nuestro propio interior, y se percibe su moción por la consolación que se siente y la atracción que suscita lo que se nos propone. 

Es momento propicio para ejercer el acompañamiento espiritual, según indica el profeta, hablando al corazón. “Solo la conversión del corazón es capaz de cambiar nuestra forma de pensar” (Krzysztof Wons, Sanar el corazón, 94). 

Ante una sociedad en la que crece el individualismo y el índice de aislamiento solitario, Jesús, según el Precursor, nos invita al amor. Él viene con sandalias, ajuar del novio: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré. Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. 

Propuesta 

Deja que Jesús caliente tu corazón como lo hizo con los discípulos de Emaús

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