17 III Martes de Adviento: La mostaza
«¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra» (Mc 4, 30-32).
La mostaza
Como explica Jesús en el Evangelio, la semilla de mostaza es como un grano de azúcar molida, y sin embargo crece y se hace árbol que cobija a los pájaros, y es sombra en el desierto. Al igual que la levadura fermenta la masa, la pequeña semilla del bien hacer edifica. Nada se pierde, y tantas veces somos beneficiarios de las ofrendas ocultas, discretas y anónimas de quienes oran y se sacrifican por nosotros.
Lo discreto
El Adviento nos llama a acciones humildes, con las que expresar la amistad, gestos solidarios, detalles sencillos que sin embargo, enriquecen la convivencia, lubrican la vida común, edifican sin protagonismo, hacen posible un ambiente habitable. Jesús se refiere a la mostaza para hablar de la fuerza de la fe. Nada es pequeño a los ojos de Dios, ni nada despreciable. La vida está llena de pequeños gestos que hacen posible sentir la vida del Espíritu.
Propuesta
¿Practicas pequeños gestos de ofrenda gratuita y amigable?