Alegría, alegría!!!

Y un día te levantas y ves que has perdido la sonrisa. La buscas en el cajón de los calcetines, inspeccionas cada habitación, una dos, tres veces y nada de nada. Pasas las fotos de la galería y el espejo del baño y ves que solo hay alguien muy serio que se adueño de tu cara, como un hombre gris , enfadado, triste, deprimido incluso, que no lo arregla eso ni un sicólogo ni un exorcista ni el hada de la Cenicienta. Estás mas serio y cara vinagre que un cementerio en invierno. ¿Dónde está tu sonrisa? ¿Dónde fue tu alegría chisporroteante de niño, tu loquita cabeza juvenil?

Reconquista tu alegría por favor, plántale cara al enfado y la pena. Que se encienda poquito a poco en ti una chispita de sonrisa. A ver, prueba. ¿Ves como no es tan difícil? 

Esa sonrisa es la muestra de tu valor, de tu compasión por el mundo herido. Con ellas curas a los desconocidos y conocidos. Te sabes querido y aunque débil y ruinosillo, carita de acelga, mantienes ese rescoldo de esperanza que te mantiene el alma viva y caliente, en paz.

Hay personas que se sienten al lado de Dios de manera sencilla y serena, aunque les desconcierte y les sorprenda esa loca iniciativa divina. "Tristeza y melancolía fuera de la casa mía" decía Santa teresa, que tenía un agudo sentido del Humor. "La santidad consiste en estar siempre alegres" apostillaba San Juan Bosco, patrono del circo... Juan Pablo II reía con estruendo polaco, no digamos el papa Francisco, que siempre le gusta aderezar cualquier charla con unas cucharadas de sentido del humor. Una alegría que es como la respiración y que nace de la paz de sabernos en manos de Dios que nos sostiene en medio de tantas adversidades, que siempre nos cuida. La alegría nace de sabernos incondicionalmente queridos.

Por eso hoy, aprieta los puños y busca, busca, que seguro que tienes motivos de alegría. Yo te di unos cuantos. Quítate esas amargadas gafas negras y sé revolucionario. Cántate algo, saluda a tus vecinos, manda un meme chorra, brinda por los ti, ser saleroso del mundo, especialito, pero que te quiten lo bailao. 

Enciende la llama de la alegría y el mundo será más bueno a tu alrededor.

Ese si que es un regalazo para esta Navidad, ¿no te parece?

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