Si puedes, ten un tiempo de recogimiento para hacerte consciente de la presencia divina en tu interior. IV Domingo de Adviento
Encarnación
22 IV Domingo: (2Sa 7,1-5.8-12.14.16; Lc 1, 26-38)
Texto bíblico
“Cuando el rey se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una tienda». Natán dijo al rey: «Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo»” (2Sa 7, 1-3).
“En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús (Lc 1, 26-31).
Comentario
Hoy es 24 de diciembre. Esta noche es Nochebuena, pero la Liturgia celebra el cuarto domingo de Adviento, y nos ofrece el cumplimiento de las promesas que Dios hizo a David: “El Señor te anuncia que te va a edificar una casa. En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino” (2Sa 7, 11-12). Aunque se puede interpretar que se refiere al rey Salomón, también cabe aplicar la profecía a la descendencia de David, el Mesías.
El profeta Samuel nos cuenta el proyecto que tenía el rey David y que le confía a Natán, el de hacer una casa para el Arca de la Alianza, La nueva Arca de la Alianza es María, una vez que concibe en su seno al Verbo de Dios. Cada uno de nosotros puede este día disponer su propio interior para acoger el Misterio del Nacimiento de Jesús. El ángel Gabriel, dice el texto, entrando en la presencia de María, le anunció la voluntad divina de hacerse hombre en su seno.
Los artistas han representado el Misterio de la Encarnación en diversos escenarios, pero donde realmente sucede es en el propio interior. Cada uno está invitado a disponer su casa para acoger el misterio por el que cada ser humano se convierte en sacramento del Hijo de Dios.
Propuesta
Si puedes, ten un tiempo de recogimiento para hacerte consciente de la presencia divina en tu interior.