Fallece repentinamente el sacerdote Fernando Otaduy Ejerció como Vicario de Ciudad en Vitoria hasta que sufrió una trombosis

Ejerció como Vicario de Ciudad en Vitoria hasta que sufrió una trombosis
Ejerció como Vicario de Ciudad en Vitoria hasta que sufrió una trombosis

Su funeral lo presidirá el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, el próximo viernes 31 de enero, a las 18:00h, en la Capilla Pública del Seminario Diocesano de Vitoria

Fernando Otaduy, un sacerdote al que todos auguraban futuro y grandes responsabilidades en la Iglesia hasta que en abril de 2015 una trombosis con hemiplejia cortó de tajo todas estas previsiones. 

Fernando ha fallecido repentinamente. Retirado de toda actividad pastoral se encontraba haciendo una vida de mantenimiento tras alcanzar una gran recuperación de movilidad durante su etapa en Aita Menni donde le llevaron para superar los efectos que la trombosis le había provocado.

Cuando llegó monseñor Elizalde le propuso dedicarse a la pastoral de la confesión como alternativa para mantener una actividad pastoral pero Fernando rechazó la propuesta del obispo, nunca acabó asumiendo su nueva situación personal. 

Contaba con frecuentes visitas de sus compañeros sacerdotes y acudió a varias celebraciones con la ayuda de su familia. 

Muchos hicieron el esfuerzo de intentar mantener a Fernando  vinculado a la vida diocesana.  

Muchos lo consideraron la mano derecha del Vicario General, Fernando Gonzalo Bilbao.

Formó parte del Consejo rector de las Escuelas Diocesanas de Vitoria y Jesús Obrero y participó en su transformación en lo que hoy se conoce como Egibide. 

Un campo en el que le gustó moverse siempre fue en la pastoral con jóvenes. 

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Fernando fue un sacerdote muy activo y comprometido. De joven se vinculó al movimiento Scout de San Viator donde tomó la pañoleta e hizo la promesa scout. Estudió en Jesús Obrero.

Nació el 5 de octubre de 1957 en Vitoria. Tras superar sus estudios de Maestría Industrial, en 1976 ingresó en el Seminario de Vitoria para realizar sus estudios de Teología y Filosofía. Antes de su ordenación sacerdotal, estuvo un año –en 1982– como diácono en el equipo pastoral de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar. El 31 de mayo de 1983 fue ordenado sacerdote por el obispo José María Larrauri, y su primer destino como párroco lo ejerció en los pueblos de Santa Cruz de Campezo, Orbiso y Oteo, durante cinco años.

En 1988, Otaduy es nombrado miembro del equipo presbiteral en la parroquia de San Juan Bautista, del barrio de Judizmendi. Allí permaneció 6 años, compaginando su trabajo parroquial con su nombramiento –en 1990– como delegado episcopal de la zona Este de la capital alavesa, ostentando esta responsabilidad hasta 1997. En este mismo año, el Obispo don Miguel Asurmendi le propone integrarse en el equipo de formadores del Seminario de Vitoria.

En el año 1999, es nombrado consiliario diocesano de Acción Católica de Adultos de la Diócesis; y en el 2000, comienza también su encargo como vicario episcopal de la ciudad de Vitoria. En 2005, Otaduy es elegido, además, consiliario de los Centros de Cultura Popular y Promoción de Adultos de Álava.

Siempre convencido de la fortaleza de los jóvenes y de su poder transformador, dedicó una gran etapa de su vida a trabajar con y para ellos. En 2012, ingresa como miembro del Patronato de la Fundación Diocesanas-Jesús Obrero, dando como fruto la Fundación Egibide, obra en la que permanecerá hasta 2017.

Su vocación social, al servicio de las personas más desfavorecidas, le impulsa a colaborar en 2014 como capellán en la ONG de la Iglesia Católica, Manos Unidas.

Con 58 años, una grave enfermedad le obliga a retirarse por un tiempo, pero siempre sin perder el ánimo de querer seguir sirviendo y comunicando el Evangelio. Hasta 2016, mantuvo su título de vicario para la zona urbana de la Diócesis.

Fernando Otaduy ha seguido vinculado a movimientos y personas de toda la Diócesis participando en actos y celebraciones. Así, gracias a ello y a su carácter abierto y cercano, se ganó el cariño y el afecto de cientos de personas que lo trataron con frecuencia. De este modo, su muerte, a los 68 años, ha ido llegando con tristeza a muchos puntos de la ciudad. Por ello, toda la Diócesis lamenta su pérdida y se une en oración por el eterno descanso en el Señor de quien fue su sacerdote e hijo, Fernando Otaduy Aguirre.

Su funeral lo presidirá el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, el próximo viernes 31 de enero, a las 18:00h, en la Capilla Pública del Seminario Diocesano de Vitoria.

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Non solum sed etiam 

La última conversación que mantuve con Fernando fue hace unos meses para preguntarle una curiosidad sobre la iglesia parroquial de San Andrés que este año cumple 50 años de su puesta en marcha. 

Y la última vez que coincidí con él antes de que sufriera el ictus fue en una reunión en la iglesia de San Francisco cuando se estaba gestando la Asociación de belenes de San Francisco y los posibles usos del templo tras dejar de ser parroquia. 

Casualmente hice referencia a su trombosis en un artículo publicado por esas fechas 

https://www.religiondigital.org/non_solum_sed_etiam-_el_blog_de_txenti/Veni-Creator-Spiritus-Dioecesis-Victoriensis_7_1674502548.html

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