Incomprensible silencio mediático por parte de los organizadores La CEE invisibiliza el Congreso de Vocaciones de la Iglesia española

Cartel del Congreso de Vocaciones
Cartel del Congreso de Vocaciones

'¿Para quién soy? Asamblea de los llamados' es el título, muy 'argüellesco' de la cita, que tendrá lugar este fin de semana en el Madrid Arena. Sin embargo, inexplicablemente, el silencio mediático por parte de la organización resulta atronador

Este Año Jubilar, que curiosamente se ha estrenado con el Jubileo de los Periodistas, parece haber arrancado sin ninguna gana de que los obispos ofrezcan su voz a los medios. Ocasiones no han faltado: desde la artificial polémica de Nochevieja a los escándalos por las terapias de conversión o la prohibición de comulgar en Segovia, que motivaron un encuentro de Argüello con la ministra de Igualdad

Era uno de sus 'proyectos estrella' para este 2025, que iba a marcar un antes y un después en el desempeño de la pastoral vocacional, en todos los ámbitos, no sólo el sacerdocio o la vida consagrada. De hecho, se anunciaba como el cierre del actual plan pastoral. '¿Para quién soy? Asamblea de los llamados' es el título, muy 'argüellesco' de la cita, que tendrá lugar este fin de semana en el Madrid Arena. Sin embargo, inexplicablemente, el silencio mediático por parte de la organización resulta atronador.

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Y es que, por primera vez en mucho tiempo, la Conferencia Episcopal, organizadora del evento, no ha tenido a bien organizar un briefing o una rueda de prensa en los días previos al evento, que por el momento ha pasado inadvertido para la opinión pública. La CEE se ha limitado a colocar (sin enviar a los medios) una pequeña nota de prensa en la que, al menos, ya se nos informa de los ponentes (algo que no se reflejaba, al menos hasta este martes, en la web del evento): Luis Argüello, José Cobo, el arzobispo de Braga o el Nuncio, que en su más que previsible despedida leerá un mensaje del Papa. La ponencia marco correrá a cargo del arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano.

Hasta aquí, la información de servicio. Más allá de eso, sorprende que en una semana notablemente tranquila en la actualidad religiosa española (salvedad de la presentación de la Campaña contra el Hambre de Manos Unidas, que se dará este jueves -esperemos que después de leer esta nota los obispos no 'contraprogramen' una de las campañas más queridas por la sociedad española, aunque no sería la primera vez-), el servicio de Comunicación de Añastro no haya estimado conveniendo convocar a los medios para ofrecer algo de información, posibilidad de entrevistas y, sobre todo, posibilidad de preguntar. O eso, o se ha pensado que con la presentación que se hizo allá por noviembre, en mitad de la Plenaria, bastaba y sobraba

Y es que este Año Jubilar, que curiosamente se ha estrenado con el Jubileo de los Periodistas, parece haber arrancado sin ninguna gana de que los obispos ofrezcan su voz a los medios. Ocasiones no han faltado: desde la artificial polémica de Nochevieja a los escándalos por las terapias de conversión o la prohibición de comulgar en Segovia, que motivaron un encuentro de Argüello con la ministra de Igualdad. Se ve que a algunos les vale con una nota de prensa, sin posibilidad de nada más. Pero el periodismo, y el periodismo religioso especialmente, también forma parte de esa 'vocación' tan cristiana como la de comunicar la verdad, que nos hace libres. 

Otra oportunidad perdida.

* Petición informal: ahora no vayan a convocar de urgencia un breafing, que los periodistas también tienen familia, hijos que llevar al cole, agenda... No nos falten (otra vez) al respeto. Sin acritud

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