“Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo. Yo sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso de entre vosotros mismos surgirán algunos que hablarán cosas perversas para arrastrar a los discípulos en pos de sí” (Act 20, 28-30).
En una Iglesia con dimensión sinodal, se hace necesario el cuidado mutuo. No solo es deber de los pastores el cuidado de la grey, sino de cada miembro del Cuerpo de Cristo, como dice el apóstol: “Pues, así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros cumplen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros.” (Rom 12, 4-5)
“El don de consejo, que os guiará a descubrir el proyecto de Dios para vuestra vida, para la vida de cada uno de vosotros” ((Benedicto XVI, Visita Pastoral a Milán, 2 de junio, 2012) “El consejo es el don con el cual el Espíritu Santo capacita a nuestra conciencia para hacer una opción concreta en comunión con Dios, según la lógica de Jesús y de su Evangelio” (Francisco, Audiencia, 7 de mayo, 2014).
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.