Guli Francis-Dehqani, obispa de Chelmsford, llegó con su familia a Inglaterra huyendo de la revolución iraní Una mujer podría sustituir a Welby como líder espiritual de la Iglesia anglicana

Guli Francis-Dehqani
Guli Francis-Dehqani CL

Guli Francis-Dehqani, obispa de Chelmsford, se perfila como una de las posibles sustitutas de Justin Welby, quien ha presentado este pasado martes su dimisión como primado de la Iglesia anglicana tras ser acusado en un informe independiente de encubrir un caso de abusos sexuales del que tuvo noticia al poco tiempo de ser nombrado arzobispo de Canterbury en 2013

De ser elegida, Francis-Dehqani -quien llegó a Gran Bretaña a los 13 años de edad desde Irán- se convertiría en la primera mujer en ostentar este cargo, el más importante de la comunión anglicana tras el que ostenta el monarca británico como cabeza de esa Iglesia

Guli Francis-Dehqani, obispa de Chelmsford, se perfila como una de las posibles sustitutas de Justin Welby, quien ha presentado este pasado martes su dimisión como primado de la Iglesia anglicana tras ser acusado en un informe independiente de encubrir un caso de abusos sexuales del que tuvo noticia al poco tiempo de ser nombrado arzobispo de Canterbury en 2013.

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De ser elegida, Francis-Dehqani -quien llegó a Gran Bretaña a los 13 años de edad desde Irán- se convertiría en la primera mujer en ostentar este cargo, el más importante de la comunión anglicana tras el que ostenta el monarca británico como cabeza de esa Iglesia.

De resultar elegida esta opción podría interpretarse también como un antes y un después en la opción nítida por un cambio en el sistema, que hiciera más difícil la cultura de la opacidad y la falta de transparencia: de hecho, fueron fundamentalmente las obispas anglicanas las que desde el primer momento reclamaron la renuncia de Welby como signo inequívoco de compromiso para volver a ganarse la confianza de unos fieles que están perdiendo a marchas forzadas la confianza en la institución, tal y como reflejan las encuestas.

A los nombres de la obispa de Chelmsford se han unido estos días los de Martyn Snow, obispo de Leicester, y Graham Usher, obispo de Norwich, como candidatos a relevar al carismático Welby, aunque todavía no se sabe la fecha en la que este gran aliado del papa Francisco en el trabajo ecuménico dejaría formalmente sus responsabilidades como primado.

Lo que sí ya se sabe es que el proceso de selección del sustituto o sustituta de quien será el primus inter pares entre los 108 obispos de la Iglesia Anglicana de Inglaterra y que dirigirá a la comunión anglicana y a sus 85 millones de fieles en todo el mundo está en manos de la denominada Comisión de Nominaciones de la Corona, formada por 16 miembros con derecho a voto, que seleccionará a un candidato destacado y a un segundo candidato, cuyos nombres serán remitidos al rey Carlos III, gobernador supremo de los anglicanos.

Comisión dirigida por un laico

Aquí no habrá cónclaves ni fumata blanca y la comisión estará presidida por un laico, que habrá de ser nombrado por, en este caso, un ateo confeso como es el caso del primeroministro británico, el laborista Keir Starmer.

Tal y como informa Katholisch, esta comisión electoral, de la que también forma parte al segundo obispo más importante de la Iglesia de Inglaterra, Stephen Cottrell, arzobispo de York, seleccionará a dos candidatos, cuyos nombres serán enviados al primer ministro y éste, a su vez, informa al monarca, quien, a diferencia de épocas pasadas donde podía nombrar o destituir a obispos a voluntad, ahora debe contar con el acuerdo de la Comisión de Nominaciones de la Corona y del primer ministro.

Carlos III, proclamado rey en presencia de Welby
Carlos III, proclamado rey en presencia de Welby AoW

Una vez que Carlos III se da por enterado y otorga su consentimiento sobre los nombres, se informa al candidato principal. Posteriormente, el primer ministro anuncia el nombre y el colegio del clero de la Catedral de Canterbury lo elige como nuevo arzobispo, aunque otro comité episcopal deberá dar su aprobación antes de la ceremonia de investidura del candidato en la catedral.

A día de hoy, no se sabe cuánto tiempo puede demorarse este proceso y, por tanto, la elección del sustituto (o sustituta) de Welby.

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