AY, LA FAMILIAAAA
| toño casado
A veces miro con envidia a las familias que se reúnen juntas y felices a cenar en Nochebuena u otros eventos. Mi familia siempre fue un tanto complicada, con mis padres siempre discutiendo y seis hermanos que ya no podemos sentarnos en la misma mesa. Mis padres ya murieron; ella hace 32 años ya y el hace 4 o 5, ya no recuerdo. Tengo 10 sobrinos. A dos no les conozco, dos las vi de niñas, y los otros 6 los visito de vez en cuando como el tío cuartista que vive en Madrid y les llevo alguna cosilla... Todas las noches miro la foto de mis padres y le digo algo a mi madre, sobre cómo vamos los de Pizarrales, que era el barrio del Lute, no sé si alguno sabréis quien es.... A pesar de intentarlo durante estos 30 años y hacer miles y miles de kilómetros de viajes no conseguí unir a la familia, supongo que a veces ni incluso estuve a la altura. Pero yo les quiero así, a todos ellos, aunque no lo sepan o ya no me conozcan o frecuenten. Y sigo soñando conque un día todos nos volveremos a reunir.
Y así supongo que en todas las familias también se cuecen habas, a veces en aguas muy amargas. Divorcios, peleas por herencias, abuelos aparcados en residencias tristes, malentendidos, decepciones... Sin embargo yo creo que cada uno debemos luchar por nuestras familias, aunque no sean tan maravillosas como las de los anuncios o las series. Amar a nuestras padres teniendo compasión de los defectos que descubrimos en ellos cuando nos hacemos mayores. Amar a nuestros hijos, aunque se equivoquen o elijan caminos diferentes a los que nosotros habíamos soñado para ellos. Amar a nuestros hermanos, estén cerca o lejos, pues son nuestra sangre y nuestro orgullo por el simple hecho de ser nuestros.
Jesús también tuvo una familia un tanto compleja. Parientes que no le entendían y querían llevárselo como loco. Un padre San José que estuvo a punto de abandonar a su esposa. Una madre María que pasó muchas penas con un hijo maravilloso pero muchas veces desconcertante, fugado de la casa con 12 años, y no digamos cuando empezó a hacerse famoso, bandera de contradicción y espada que te traspasa el alma. Porque aunque los pintemos ahora, la Sagrada Familia, con ese toque pastel naif, las debieron pasar canutas. Pero estoy seguro de que se querían. Se querían de verdad.
Ojalá que los gobiernos ayuden a que la gente pueda tener familia, que en los institutos se enseñe que ser madre o padre es lo más maravilloso del mundo, que tener hermanos te hace fuerte, te educa y te amplia miras. Que sentir el cariño de tus abuelos y quedarte a dormir en su casa los viernes viendo el un dos tres, eso no tiene precio y marca para siempre.
La Iglesia también somos familia. Cada parroquia, cada grupo de cristianos debiera ser así, una familia donde la gente se cuida, se respeta, se acepta y se quiere. Porque tu no elijes a tus hijos ni hermanos ni padres ni cuñados. Dios te los tae. A la suegra también te la trae, claro... Y al cuñado ese que parece google y tiene respuestas para todo, pues también. Así es Dios de bromista. La Iglesia somos los que somos, también con gente-suegra, con sobrinos mimados, con madres maravillosas. Y así la amamos, la Iglesia Madre que abre su casa a todos, todos, todos.
Construye familia en el mundo. Somos hijos del mismo Padre, todos hermanos. Rebélate e indígnate con los naufragios de tantas familias africanas frente a Canarias, frente Ucrania, frente a Gaza. Familia humana que necesita más que nunca esperanza y aliento.
Le digo a mi madre muerta pero aun viva, que yo sigo queriendo a todos mis hermanos, mis sobrinos, mis tíos, mis primos, mis abuelos. Ellos son mi familia; no somos de catálogo pero somos así. Espero que todos estén bien y quizá algún día podamos sentarnos a la mesa a ver fotos y comer hornazo. Como una familia.
AVISILLOS
El día 18 doy un concierto en el colegio Salesiano de Pizarrales, donde todo comenzó para mí, mi barrio. Si te animas nos vemos por allí. Solicita tus invitaciones antes. ¡Feliz año nuevo!!