Estamos cómodos en nuestro sillón, nuestra manta, nuestros prejuicios, nuestras costumbres. “Aquí siempre se ha hecho así”, es la frase lapidaria con la que le reciben a uno que plantea originalidades.  Preferimos seguir repitiendo nuestras rutinas que nos dan seguridad. Nos da miedo lanzarnos a lo nuevo, no sea que vayamos a estrellarnos. Como decía un formador mío “Esto de renovarse es hacer lo mismo de siempre que con nuevo espíritu”, Jajaj, qué tío.

En un mundo de cambios vertiginosos a veces la Iglesia es como un enorme dinosaurio que camina muy despacio, medita mucho las respuestas y cuando llega a darlas, resulta que toda esa generación ya se ha muerto o se han ido a otros lados. El miedo a equivocarnos hace que no saltemos del trampolín hasta que el sabio liturgo o teólogo escudriñen cada una de las frases y palabras y gestos y consecuencias y le pongan el sello de la calidad de la perfecta ortodoxia.  Hay algunos que solo quieren repetir lo que hace siglos otros intrépidos si se lanzaron a inventar. Y se visten como si fuesen del siglo XVII o persisten en lenguajes y giros del medievo; vamos que para ser religiosos te tienes que meter en el túnel del tiempo y hablarle a Dios de “vos”, peinarte como en “Cuéntame” y llevar faldas imposibles.

Sin quitar ni un ápice del valor de nuestra Tradición, hoy me centro en la frase de Jesús de “Remar más adentro”. Lanzaos más allá, salid de vuestros esquemas, de vuestras zonas de pesca y de trabajo habituales, de vuestros muy sedimentados reglamentos. El Papa Francisco nos recuerda muchas veces que prefiere una Iglesia que se equivoque y lo intente, que una que muera de vejez e inoperancia en la oscuridad de la sacristía. El Espíritu Santo es una fuente inacabable de Originalidad y Creatividad. Igual que alguien se inventó el Rosario o las procesiones, que tanto bien nos hacen, seguro que hay alguno por ahí que está inventando algo nuevo y maravilloso que disfrutarán los cristianos de los siglos venideros. El Espíritu Santo no está en paro.

Lánzate a conocer, lee nuevos libros de nuevos autores. Visita otros pueblos, ciudades y países. Viajar abre la mente y te hace valorar lo propio. Prueba nuevos platos y canoniza las croquetas de tu abuela. Propón nuevos caminos para acercarte a los demás y transmitirle de manera hermosa y entendible lo más valioso de tu fe y de tu vida. No tengas miedo de equivocarte en los intentos. Equivocarse a veces puede ser una escalera para conocer.

Nunca he montado en un barco y estado mar adentro, pero supongo que verte rodeado de agua sin la tierra como referencia tiene que ser un tanto extraño. Pero en esas aguas seguro que se encuentran muchos peces y delfines preciosos, incluso islas caribeñas con malibú con piña.

Lánzate mar adentro. Renueva tu espíritu aventurero. Eres un ser humano, tienes la chispa divina de la creatividad. No la apagues, échale la gasolina de la audacia.

Y ya verás como descubres cosas y personas maravillosas.

AVISILLOS

El próximo 12 de marzo estreno el musical “Viacrucis” en la Mezquita Catedral de Córdoba. 

Estáis todos invitados. Entradas en la plataforma de la Mezquita catedral.