"Detrás de estas opiniones hay intereses ocultos e inconfesables, y una vuelta a un nacionalcatolicismo cutre y desfasado" Viganó, ¿complice de Trump en el asalto al Congreso?
Después de leerla a fondo me ha parecido que debía publicarse casi en su totalidad, ya que es muy sugerente, y sobre todo después de lo acontecido
No tiene desperdicio, según se suele decir, y aunque me resultó totalmente vomitiva, me la leí enterita para que tengamos claro cómo los enemigos del Papa Francisco tiran con bala
Un sacerdote, ya mayor y muy amigo, me decía: “No ataques a los enemigos del Papa…ni siquiera él les hace caso”. Es verdad, pero no lo es menos, que la gente tiene que saber la calaña de estos individuos, los intereses que defienden, y hacia dónde apuntan. Por eso he dejado que hablara el mismo con alguna apostilla.
Un sacerdote, ya mayor y muy amigo, me decía: “No ataques a los enemigos del Papa…ni siquiera él les hace caso”. Es verdad, pero no lo es menos, que la gente tiene que saber la calaña de estos individuos, los intereses que defienden, y hacia dónde apuntan. Por eso he dejado que hablara el mismo con alguna apostilla.
Hace unos días, mi buen amigo Bastante, publicaba en RD unos extractos de la entrevista que Stephen K. Bannon, ex-estratega jefe de la Casablanca, le había hecho para su programa War Room, a Viganó, destronado nuncio en Estados Unidos. Esta entrevista aparecía en “The National Pulse”. Después de leerla a fondo me ha parecido que debía publicarse casi en su totalidad, ya que es muy sugerente, y sobre todo después de lo acontecido.
No tiene desperdicio, según se suele decir, y aunque me resultó totalmente vomitiva, me la leí enterita para que tengamos claro cómo los enemigos del Papa Francisco tiran con bala.
Antes de entrar en la entrevista una pequeñas anotaciones sobre el tenor ideológico del portal en cuestión, que se presenta como periodismo de investigación. Unos pequeños comentarios en torno a un artículo, que aparece junto a la entrevista pueden ser ilustrativos. Así reza : “Al concluir la Convención Constitucional en Filadelfia en 1787, cuando se le preguntó qué tipo de gobierno habían creado…para nuestra nueva nación, Benjamin Franklin respondió: "una república, si puede mantenerla”. Este es el título del escrito en cuestión.
Otro párrafo, un poco más adelante es bastante definitorio de su ideología y punto de vista: “Los intereses más poderosos en Estados Unidos se alinean, con notable sincronicidad, para tratar de completar un gran robo electoral, para literalmente subvertir los cimientos de nuestra república en formas que dividirían permanentemente a nuestra nación y envalentonarían a los poderosos no electos que intentan transformar a Estados Unidos en una oligarquía efectiva….En las salas de redacción de Nueva York, las oficinas de cabildeo de Washington, las salas de juntas corporativas y los salones de los profesores universitarios, el escepticismo con respecto a la manipulación del voto presidencial del 3 de noviembre equivale a una verdadera enfermedad mental. Pero en realidad, decenas de millones de estadounidenses albergan serias dudas sobre la integridad de nuestra elección”.
Ahí queda eso, que es suficientemente significativo de por dónde van los tiros y que explican claramente lo sucedido hace unos pocos días en el Congreso de los Estados Unidos. Pues mira por donde este periódico, justamente, se hace eco de la mencionada entrevista. a Viganó. Dios los cría y ellos se juntan.
La primera pregunta de Bannon es muy interesante: “Ahora que el Vaticano ha renovado su insidioso acuerdo secreto con China, un acuerdo que usted ha condenado repetidamente como promovido por Bergoglio con la ayuda de McCarrick, ¿qué pueden hacer concretamente los "hijos de la luz" del Gran Despertar para socavar este alianza con este brutal régimen comunista?
Antes de pasar a la respuesta señalar el vocabulario muy significativo: “insidioso acuerdo secreto”, “hijos de la luz”, “brutal régimen comunista”. Ingredientes interesantes, aunque uno pudiera estar de acuerdo en parte con lo último del “brutal régimen comunista”, prefiere no alinearse con semejantes personajes, el que pregunta y el que responde.
Y, ahora lo más destacado de la respuesta: “La dictadura del Partido Comunista de China se alía con el Estado global profundo (Deep State), por un lado para que juntos puedan alcanzar las metas que tienen en común, por otro lado porque los planes para el Gran Reset son una oportunidad para incrementar el poder económico de China en el mundo, comenzando con la invasión de los mercados nacionales. Al mismo tiempo que persigue este proyecto en su política exterior, China sigue un plan interno para restaurar la tiranía maoísta, que exige la anulación de las religiones (principalmente la católica), reemplazándolas por una religión de Estado que definitivamente tiene muchos elementos en común con la religión universal deseada por la ideología globalista, cuyo líder espiritual es Bergoglio.
La complicidad de la iglesia profunda de Bergoglio en este proyecto infernal ha privado a los católicos chinos de la indefectible defensa que el Papado siempre había sido para ellos…Así nos encontramos ante una infame traición a la misión de la Iglesia de Cristo, llevada a cabo por sus máximos líderes en abierto conflicto con aquellos miembros de la jerarquía clandestina católica china que se han mantenido fieles a Nuestro Señor y a Su Iglesia…Esta acción (oración) debe ir acompañada de un trabajo de sensibilización dentro de los gobiernos e instituciones internacionales que no han sido comprometidos por la dictadura comunista china, para que las violaciones a los derechos humanos y los ataques a la libertad de la Iglesia Católica en China sean denunciados y castigado con sanciones y una fuerte presión diplomática. Y esta es la línea que el presidente Trump sigue con valentía decisiva….”.
Un análisis, sin duda, absolutamente tendencioso que se atreve a situar al Papa Francisco como consiliriario de semejante barbaridad.
Y la conclusión de la primera pregunta : “Sería un desastre irreparable si Joe Biden, de quien se sospecha fuertemente que es cómplice de la dictadura china, fuera designado presidente de los Estados Unidos”. Bueno ya sabemos quién está detrás y quién financia esta operación. Yentendemos que las palabras de personajes, como Viganó, tengan un eco en sectores de la ultraderecha católica en Estados Unidos.
La segunda pregunta: Ha estado muy seguro de que Dios desea una victoria de Trump para derrotar a las fuerzas del mal inherentes al Gran Reinicio de los globalistas. ¿Qué diría usted para convencer a los detractores que son ambivalentes a la idea de que esta es una batalla trascendental entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas?
Interesante para la historia de la teología, y sobre todo que Viganó no precise antes de responder y acepte este lenguaje del entrevistador. En todo caso es bueno saber que Dios estaba de parte de Trump…
La respuesta: “Simplemente considero quién es el adversario de Trump y sus numerosos vínculos con China, el estado profundo y los defensores de la ideología globalista. Pienso en su intención de condenarnos a todos a usar máscaras, como ha admitido cándidamente. Pienso en el hecho de que, indiscutiblemente, él es solo un títere en manos de la élite, que está lista para removerlo tan pronto como decidan reemplazarlo por Kamala Harris.
Más allá de los alineamientos políticos, debemos entender además que --sobre todo en una situación compleja como la actual-- es fundamental que la victoria del que resulte electo Presidente esté garantizada en su absoluta legitimidad jurídica, evitando cualquier sospecha de fraude y tomando nota de la abrumadora evidencia de irregularidades que ha surgido en varios estados. Un presidente que simplemente sea proclamado como tal por los principales medios de comunicación afiliados al estado profundo se vería privado de toda legitimidad y expondría a la nación a una peligrosa interferencia extranjera, como ya se ha demostrado en las elecciones actuales.” Sin comentarios, ya que se denuncia a sí mismo.
Sólo le faltaba que arengara los suyos en la famoso manifestación de las escalinatas del Congreso.
La siguiente pregunta y respuesta. “Parece sugerir que la Administración Trump podría ser fundamental para ayudar a que la Iglesia vuelva al catolicismo anterior a Francisco. ¿Cómo logra eso la Administración Trump y cómo pueden los católicos estadounidenses trabajar para salvar al mundo de este "reinicio" globalista?
La respuesta de Viganó: “La sumisión de Bergoglio a la agenda globalista es obvia, así como su apoyo activo a la elección de Joe Biden. Del mismo modo, son evidentes la hostilidad de Bergoglio hacia Trump y sus repetidos ataques contra el presidente. Está claro que Bergoglio considera a Trump como su principal adversario, el obstáculo que hay que eliminar, para que se pueda poner en marcha el Gran Reset.
Así, por un lado, tenemos la administración Trump y los valores tradicionales que tiene en común con los de los católicos; por otro lado, tenemos el estado profundo del autoproclamado católico Joe Biden, que está subordinado a la ideología globalista y su agenda perversa, antihumana, anticristica e infernal.
Para acabar con la Iglesia profunda y restaurar la Iglesia Católica, habrá que revelar el grado de implicación de los líderes de la Iglesia con el proyecto masónico-globalista: la naturaleza de la corrupción y los crímenes que estos hombres han cometido. llevado a cabo, haciéndose vulnerables al chantaje, tal como sucede de manera similar en el campo político a los miembros del estado profundo, comenzando por el propio Biden. Por lo tanto, es de esperar que salga a la luz cualquier prueba de tales crímenes que esté en poder de los Servicios Secretos, especialmente en relación con los verdaderos motivos que llevaron a la renuncia de Benedicto XVI y las conspiraciones subyacentes a la elección de Bergoglio. , permitiendo así la expulsión de los mercenarios que han tomado el control de la Iglesia.
Los católicos estadounidenses todavía tienen tiempo para denunciar esta subversión global y detener el establecimiento del Nuevo Orden: que piensen en qué tipo de futuro quieren para las generaciones venideras y en la destrucción de la sociedad. Que piensen en la responsabilidad que tienen ante Dios, sus hijos y su nación: como católicos, como padres y madres de sus familias y como patriotas”.
Es evidente que este hombre, Viganó, ha tenido una complicidad absoluta con Trump, y que ha recibido parabienes de sus allegados. pero con semejantes análisis que hablan por sí mismos no puede ir muy lejos, tan sólo acentuar la división entre los católicos Norteamericanos y perjudicar a la Iglesia católica. Allá él con su conciencia…
Ante la pregunta: “Contra todo pronóstico, los estadounidenses promedio están luchando para exponer el robo masivo y coordinado de nuestras elecciones: ¿qué consejo le daría a nuestros políticos recalcitrantes sobre lo que está en juego para nuestra nación y el mundo si nos sometemos a este robo?
“La verdad puede ser negada por la mayoría por un cierto período de tiempo, o por algunas personas para siempre, pero nunca se puede ocultar a todos para siempre…
Así invito a los políticos, más allá de sus lealtades políticas, a convertirse en campeones de la Verdad, a defenderla como un tesoro indispensable que es el único que puede garantizar la credibilidad de las instituciones y la autoridad de los representantes del pueblo, de acuerdo con el mandato que han recibido, el juramento que han jurado servir a su país y su responsabilidad moral ante Dios. Cada uno de nosotros tiene un papel que la Providencia nos ha encomendado y del que sería culpable rehuir. Si Estados Unidos pierde esta oportunidad, ahora, será borrada de la Historia. Si permite que se difunda entre las masas la idea de que la elección electoral de los ciudadanos --primera expresión de la democracia-- puede ser manipulada y frustrada, será cómplice del fraude, y ciertamente merecerá la execración del mundo entero, que ve a Estados Unidos como una nación que ha luchado y defendido su libertad”.
Es cada vez más obvio el tufo fundamentalista que respiraban los asaltantes del Congreso de los Estados Unidos, inspirados por hombres como Viganó.
Bannon: En su carta al presidente el 25 de octubre, la solemnidad de Cristo Rey, habló de los esfuerzos del estado profundo como "el asalto final de los hijos de las tinieblas". Hay un esfuerzo concertado por parte de los globalistas y sus socios en los medios de comunicación para ocultar y oscurecer la verdadera agenda tiránica implícita en el Gran Reinicio, al llamarlo una teoría de la conspiración salvaje. ¿Qué les diría a los escépticos que ignoran felizmente las señales y planean someter a la humanidad al dominio de las élites globales?
“El plan del Gran Restablecimiento hace uso de los grandes medios de comunicación como un aliado indispensable: las corporaciones mediáticas son casi todas parte activa del estado profundo y saben que el poder que les será garantizado en el futuro depende exclusivamente de sus esclavos. adhesión a su agenda.
Etiquetar a quienes denuncian la existencia de una conspiración como “teóricos de la conspiración” confirma, en todo caso, que esta conspiración existe y que sus autores están muy molestos por haber sido descubiertos y denunciados a la opinión pública. Y sin embargo, ellos mismos lo han dicho: Nada volverá a ser igual. Y también: Build Back Better, en un esfuerzo por hacernos creer que los cambios radicales que quieren imponer se han hecho necesarios por una pandemia, por el cambio climático y por el progreso tecnológico.
Hace años, a quienes hablaban del Nuevo Orden Mundial se les llamaba teóricos de la conspiración. Hoy, todos los líderes del mundo, incluido Bergoglio, hablan con impunidad sobre el Nuevo Orden Mundial, describiéndolo exactamente en los términos identificados por los llamados teóricos de la conspiración. Basta leer las declaraciones de los globalistas para comprender que la conspiración existe y que se enorgullecen de ser sus arquitectos, hasta el punto de admitir la necesidad de una pandemia para alcanzar sus objetivos de ingeniería social.
A los escépticos les pregunto: si los modelos que se nos proponen hoy son tan terribles, ¿qué podrán esperar nuestros hijos cuando la élite haya logrado tomar el control total de las naciones? Familias sin padre y madre, poliamor, sodomía, hijos que pueden cambiar de sexo, la anulación de la religión y la imposición de un culto infernal, el aborto y la eutanasia, la abolición de la propiedad privada, una dictadura de la salud, una pandemia perpetua. ¿Es este el mundo que queremos, que ustedes quieren para ustedes, sus hijos, su familia y amigos?
Todos debemos tomar conciencia de cuánto odian los defensores del Nuevo Orden Mundial y el Gran Restablecimiento los valores inalienables de nuestra civilización greco-cristiana, como la religión, la familia, el respeto a la vida y los derechos inviolables de la persona humana, y soberanía nacional”.
Queda claro que desde perspectivas absolutamente diferentes, los extremos se tocan. estos planteamiento coinciden en parte con la extrema izquierda, pero sonlecturastan sesgadas que se salen de la realidad por todas partes.
Bannon: Usted ha advertido repetidamente que el "estado profundo" y la "iglesia profunda" se han coludido para conspirar de diversas formas para derrocar a Benedict y al presidente Trump. Además de Theodore McCarrick, ¿quién más está detrás de esta alianza infernal y cómo los católicos la socavan y exponen?
“Es evidente que McCarrick actuó en nombre del estado profundo y la iglesia profunda, pero ciertamente no lo hizo solo. Toda su actividad sugiere una estructura organizativa muy eficiente compuesta por personas a las que McCarrick había promovido y cubierto por otros cómplices.
Los hechos que llevaron a la renuncia de Benedicto XVI aún deben ser aclarados, pero uno de los miembros de la iglesia profunda, el fallecido cardenal Danneels, un jesuita como Bergoglio, admitió que era parte de la llamada mafia de San Galo, que esencialmente trabajó para lograr la “primavera de la Iglesia” sobre la que escribió John Podesta, jefe de gabinete de Hillary Clinton, en sus correos electrónicos publicados por Wikileaks.
Así, hay un grupo de conspiradores que han trabajado y siguen trabajando en el corazón de la Iglesia por los intereses de la élite. La mayoría de ellos son identificables, pero los más peligrosos son los que no se exponen, aquellos a quienes el periódico nunca menciona. No dudarán en obligar a Bergoglio a dimitir también, al igual que Ratzinger, si no obedece sus órdenes. Quisieran transformar el Vaticano en una casa de retiro para papas eméritos, demoliendo el papado y asegurando el poder: exactamente lo mismo que ocurre en el estado profundo, donde, como ya he dicho, Biden es el equivalente de Bergoglio.
Para derribar el estado profundo y la iglesia profunda, tres cosas son esenciales:
En primer lugar, tomar conciencia de cuál es el plan del globalismo y en qué medida es instrumental para el establecimiento del reino del Anticristo, ya que comparte sus principios, medios y fines;
En segundo lugar, denunciando con firmeza este plan infernal y pidiendo a los Pastores de la Iglesia -y también a los laicos- que la defiendan, rompiendo su silencio cómplice: Dios les exigirá cuentas por su deserción;
Por último, es necesario orar, pidiendo al Señor que nos conceda a cada uno de nosotros la fuerza para resistir —"resistite fortes in fide”, nos advierte San Pedro-- contra la tiranía ideológica que nos imponen diariamente no solo los medios de comunicación, sino también los cardenales y obispos que están bajo el control de Bergoglio.
Si podemos demostrarnos que somos fuertes al enfrentar esta prueba; si sabemos mantenernos anclados a la roca de la Iglesia sin dejarnos seducir por falsos cristos y falsos profetas, el Señor nos permitirá ver, al menos por ahora, la derrota del asalto de los hijos de las tinieblas contra Dios y los hombres. Si por miedo o complicidad seguimos al príncipe de este mundo, negando nuestras promesas bautismales, seremos condenados con él a la derrota inexorable y la condenación eterna. Tiemblo por aquellos que no se dan cuenta de la responsabilidad que tienen ante Dios por las almas que Él les ha confiado. Pero a quienes luchan valientemente por defender los derechos de Dios, la Nación y la Familia, el Señor les asegura su protección. Ha puesto a nuestro lado a su Santísima Madre, Reina de las Victorias y Auxiliadora de los cristianos. La invocamos fielmente durante estos días difíciles, seguros de Su intervención”.
Condenaciones a troche y moche y a gogo…Lenguaje bélico: “derribar”, “conspiradores”. Introducir ambigüedades como lo de Benedicto XVI…
Un final de muy a la Americana para completar esta entrevista absolutamente teledirigida, y muy actual. Tanto que habrá que ver cómo se encuentra Viganó después que su jefe no haya tenido más remedio que admitir la derrota, y desaparecer mutis por el foro, como toca, el día 20 de enero, el día de la toma de posesión del nuevo Presidente de los Estados Unidos.
Un sacerdote, ya mayor y muy amigo, me decía: “No ataques a los enemigos del Papa…ni siquiera él les hace caso”. Es verdad, pero no lo es menos, que la gente tiene que saber la calaña de estos individuos, los intereses que defienden, y hacia dónde apuntan. Por eso he dejado que hablara el mismo con alguna apostilla.
Sin duda al escribir sobre Viganó, uno sin desearlo hace de caja de resonancia de este individuo, pero ese riesgo vale la pena, para que muchos se hagan la idea de que detrás de esta opiniones, si que hay intereses ocultos e inconfesables, y una vuelta a un nacionalcatolicismo cutre y desfasado.