No es “practicante cristiano” quien sólo reza, descuidando la vida de sus hermanos Jesús nos hace partícipes de su mismo trabajo (D. 14º TO C 03.07.2022)
“Curad... y decidles: `El reino de Dios ha llegado a vosotros´”
| Rufo González
Comentario: “está cerca de vosotros el reino de Dios” (Lc 10,1-12.17-20)
Tras la misión de los Doce (Lc 9,2), Lucas narra el segundo envío misionero: “El Señor (título del Resucitado) designó y mandó delante de él otros setenta y dos(según Gn 10, 2-31, los pueblos de la tierra),de dos en dos(práctica tradicional judía; expresiva del testimonio válido -Dt 17,6; 19,15-), a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él”.
Les hace conscientes de la falta de misioneros:«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies»”. Jesús confía en la mucha gente buena, dispuesta a entrar en su reino si oyen el mensaje. Pero hay “pocos obreros” dedicados a su anuncio. Luego hay que orar al “dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Se trata de vocaciones del bautismo del Espíritu, consagración que será la base de vocaciones específicas a diversos servicios o ministerios.
¡Poneos en camino! Literalmente: “id”. Imperativo urgente de misión. Pero advertencia sobre las dificultades: “Mirad que os envío como corderocomo corderos en medio de lobos”. Los primeros cristianos experimentaron esta verdad por la actitud de los judíos radicales y el Imperio de Roma. Será siempre la resistencia a los valores evangélicos.
Actitudes de los “obreros”: - Vida pobre y confianza en el amor de la gente: “No llevéis bolsa, ni alforja...”.- Encuentro personal y conducta familiar: “Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa... Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario...”. Jesús predica en la sinagoga (Mc 1,21), pero prefiere las casas (Mc 2,1-3), campo abierto (Lc 6,17ss), el camino (Mc 8,27), el lago (Mc 8,10ss), trabajo ordinario (Mc 1,16-20).
El contenido de la misión: “curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: `El reino de Dios ha llegado a vosotros´”.Orden inverso: “proclamad... curad” en Mt 10,7-8. Lo importante es que se den ambas actividades. El seguimiento de Jesús exige vivir como él: anunciando el evangelio, orando, curando, buscando respeto y justicia sobre todo para los más débiles. Todo esto es práctica eclesial. No puede llamarse “practicante cristiano” a quien se dedica sólo a rezar, descuidando la vida de sus hermanos. Según el Evangelio, el criterio definitivo del seguimiento es la atención al necesitado: “estuve hambriento, con sed, inmigrante, desnudo, enfermo, encarcelado...” (Mt 25,31ss). Dios y su bondad están en los deseos de justicia, de libertad, de verdad, de paz, de amor, de felicidad... Para que se realicen ha enviado a su Hijo, lleno de su Espíritu. El anuncio es para todos: “si no os reciben, salid a la plaza y decid...: de todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios”. “Mi Padre sigue actuando...” (Jn 5, 17), aunque no queráis reconocerlo.
La segunda parte (vv. 17-20), exclusiva de Lucas, narra la alegría de los enviados por haber participado en el trabajo de Dios: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Los demonios simbolizan fanatismos, ignorancia, poderes divinizados de este mundo que destruyen al ser human... Satanás (personificación de lo que perjudica a las personas, y, por tanto, enemigo de Dios) “cae del cielo”. Así lo percibe Jesús. Las fuerzas dañinas pierden su divinidad. Simbolizadas en serpientes y escorpiones, no dañarán a los enviados. Pasarán por encima y no cederán a sus venenos. Jesús brinda una alegría mejor: “no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo”. Ellos ya viven en comunión con Dios, porque están vitalmente inscritos en el trabajo divino. Luchan contra la enfermedad, la incultura, la esclavitud, la inhumanidad, la miseria. Trabajan por la salud, la alimentación, el trabajo digno y bien remunerado, la convivencia sana, la libertad, el sentido pleno abierto al amor del Padre-Madre que nos sostiene y anima...
Oración: “Está cerca de vosotros el reino de Dios” (Lc 10,1-12.17-20)
También hoy, Cristo Jesús, nos “mandas delante de ti
a todos los pueblos y lugares adonde pensabas ir”.
Nos haces conscientes de la realidad:
“la mies es abundante y los obreros pocos;
rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”;
hay mucha gente buena, dispuesta al Reino
si escuchan y entienden el mensaje;
hay “pocos obreros” dedicados a su anuncio;
hay que pedir al “dueño de la mies que envíe obreros...”;
son las vocaciones del bautismo del Espíritu,
consagración base para vivir como tú.
Nos unimos a Ti, Jesús,pidiendo al Padre:
que haya muchas personas que trabajen en el “Reino”;
que seamos conscientes de nuestra naturaleza común;
que sintamos hermana a toda persona;
que despierte en todos la solidaridad con los más débiles;
que conozcamos las entrañas del Dios vivo;
que te creamos a Ti, Hijo del Padre y Hermano de todos.
Oímos tu voz: “¡Poneos en camino!”:
“Mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias...
Cuando entréis en una casa, decid primero: `Paz a esta casa´...
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo...
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan...
Curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
`El reino de Dios ha llegado a vosotros´”.
Que tu Espíritu, Jesús, misionero del Padre:
nos acompañe al acercarnos a cualquier persona;
nos haga fuertes ante las embestidas del egoísmo;
nos mantenga austeros, sencillos, acogedores...;
nos mueva a venerar los derechos humanos;
nos guíe a la verdad, la libertad, la paz...;
nos empuje a erradicar el hambre, la enfermedad...
Hoy queremos sentir tu alegría, Jesús del envío:
al vernos en comunidades sin opresión ni miedo;
al decir a todos: “está cerca de vosotros el reino de Dios”;
al sentir el Amor del “Dios al que nadie ha visto jamás,
pero que tú, Dios unigénito, has dado a conocer” (Jn 1,18);
al saberle “Padre” que a nadie priva ni excomulga de su amor;
que llama a toda puerta para entrar y comer juntos (Ap 3,20);
que “inscribe nuestros nombres en el cielo”;
que nos ha hecho“reino y sacerdotes para él” (Ap 1,6; 5,10);
que nos hace partícipes de su mismo trabajo:
crear la fraternidad universal, la dicha humana.
Preces de los Fieles (Domingo 14º TO C 03.07.2022)
Jesús sentía “hambre y sed de justicia”, de Reino de Dios, de dicha humana. Anunciaba la voluntad divina y la realizaba: curando, alimentando, acogiendo en amistad... Pidamos incorporarnos a esta tarea diciendo: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por la Iglesia:
- que anuncie y viva el Reino de Jesús;
- que su vida sea testimonio del Evangelio.
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por las intenciones del Papa (Julio 2022):
- que cuidemos a los ancianos “raíces y memoria del pueblo”;
- que “su experiencia y sabiduría ayude a los más jóvenes
a mirar hacia el futuro con esperanza y responsabilidad”.
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por la paz del mundo:
- que suprimamos el hambre, la ignorancia, el fanatismo...;
- que eduquemos en la libertad, en la ayuda, en la no violencia...
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por los políticos:
- que sean responsables, trabajadores del bien común;
- que cuiden sobre todo a los más débiles.
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por los enfermos, refugiados, en paro, sin techo:
- que sean el centro de nuestra atención y ayuda;
- que sean activos, responsables de su recuperación...
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Por esta celebración:
- que nos devuelva al amor primero del bautismo;
- que el Espíritu de Jesús consuele y fortalezca nuestra vida.
Roguemos al Señor: “Queremos vivir tu reino, Señor”.
Reconocemos, Señor, que el reino de Dios nos habita e ilumina. Es tu Espíritu, tu regalo bautismal, que nos llama a ser “obreros” del reino. “Haznos dóciles a sus inspiraciones para buscar siempre el bien y gozar de su consuelo”. Por los siglos de los siglos.
Amén.