El alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, quien no acude nunca a ningún acto religioso que se le invita, ha solicitado al arzobispo de València, Antonio Cañizares, “que la Iglesia Católica se integre, como una institución más, en este gran proyecto de marco estratégico para que València sea una ciudad descarbonizada en 2030”, según informa el diario Levante-El Mercantil Valenciano.

Ribó ha recibido al cardenal Cañizares en el Ayuntamiento y, al acabar la reunión, ha asegurado que “le hemos planteado todos los proyectos que estamos desarrollando en materia de energías renovables, como las placas fotovoltaicas en los tejados de escuelas y cementerios, para que desarrollemos todas estas líneas de trabajo”. El cardenal Antonio Cañizares se ha mostrado receptivo a la propuesta, “sin ningún límite”, en todos aquellos edificios eclesiásticos donde sea posible.

De hecho, ya hay algunos proyectos en marcha en este sentido. Aquí mismo, en Religión Digital, hemos informado de que la Iglesia de san Agustín, en el centro de la ciudad, monumental templo gótico reconstruido tras su devastación en la pasada guerra civil, su dinámico párroco, Javier Llopis, ha sido el primero en instalar en la azotea de la casa parroquial placas fotovoltaicas con las que suministra energía gratuita al templo, sin necesidad de acudir a la red.

El alcalde ha dicho al arzobispo que “el Ayuntamiento está desarrollando comunidades energéticas con el objetivo de que podamos producir y distribuir de energía a personas que sufren la pobreza energética”. En este trabajo el Ayuntamiento está siendo asesorado por la Oficina de la Energía  en el ahorro económico de la facturación por consumo eléctrico a particulares e instituciones, y ha abierto la posibilidad para que la Iglesia pueda acogerse a este servicio, especialmente en aquellos edificios de uso social.

Por su parte, el arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha manifestado “la disponibilidad absoluta, sin ninguna reticencia, sin ningún límite” al proyecto presentado por el Ayuntamiento.  “Ese es el bien común y tenemos que colaborar en el bien común, que está por encima de todo, y estaremos en los grupos de trabajo que se hagan para poder llevar a cabo este proyecto, que creo personalmente que es muy importante y muy necesario, incluso para nuestra salud”., relata el diario Levante, que añade el prelado estuvo acompañado en la entrevista por su obispo auxiliar, Arturo Ros.