La barriada de Russafa de Valencia, el antiguo pueblo árabe de Al Russafa, que enlazaba la ciudad con La Albufera, un vergel otrora cantado por los más apasionados trovadores musulmanes, pasó de barrio degradado al más bohemio y alternativo de la capital. Da gusto pasearlo, todo son sorpresas en sus curiosos e inspiradísimos comercios. Hay de todo, siempre original y curioso. Buscando al P. Miret, he desayunado en un café rodeado de plantas y flores, pues allí las venden junto a las plantas. Es un café floristería, es una bocanada de oxígeno de buena mañana, en un barrio que invita a pasearlo y explorar.

Pedro Miret Giner, 53 años, sacerdote, es presidente de la Asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia. Párroco de san Francisco de Borja de Valencia, con iglesia en la calle Cuba 53, la calle de Belle Epoque donde Miguel Brass hizo durante años las delicias del musical nocturno, cuando el barrio era gris, anodino, sin alma ni vida.

La Iglesia normalita por fuera y preciosa por dentro es otra de las rarezas del barrio tan multicultural y polivalente. La comanda Miret, un cura de Gandía, de donde era Duque Francisco de Borja (siglo XVI, III General de la Compañía de Jesús), que no para.  No hay día que uno no se levante y le depare un susto o una sorpresa. Sus días son de 48 horas. No se cuándo descansa o de dónde saca tiempo para pensar.

Durante el día se multiplica en mil gestiones y por las noches con un grupo de voluntarios sale a recorrer los puntos negros de la ciudad donde habitan los sin techo, los sin papeles, los desheredados de la sociedad. Antes de sus expediciones solidarias a llevarles afecto, calor, alimentos, mantas o el resultado de los trámites en favor de los que nadie ve ni quiere, Miret y sus equipos se arrodillan ante el Santísimo y rezan. Hay que confiar en Dios y echarse a la calle, el pobre es sacramento de Cristo, dice.

"El otro día le avisé de que el Ayuntamiento de Valencia, PP-Vox bajo la autoridad de la alcaldesa María José Catalá, estaba desmantelando puntos de reparto de alimentos de ONGs a los parias de la tierra que inhabitan la ciudad, porque ensuciaban la ciudad, pero Miret no se inmutó"

Sonríe siempre, es dinámico. Arriesga. El otro día le avisé de que el Ayuntamiento de Valencia, PP-Vox bajo la autoridad de la alcaldesa María José Catalá,  estaba desmantelando puntos de reparto de alimentos de ONGs a los parias de la tierra que inhabitan la ciudad, porque ensuciaban la ciudad, pero Miret no se inmutó. “A nosotros no nos han dicho nada”. No se asusta de nada este hombre de Dios. Cuando la pandemia se saltaba a la torera el toque de queda y callejeaba con su gente por parques, jardines, portales, chabolas, puentes, naves abandonadas,… repartiendo lo que fuera menester, en invierno mucha comida caliente y mantas. Tomaba nota de todo lo que le pedían. No creo que se atrevan a pararle los pies a él ni a su gente por hacer subsidiariamente lo que los mandantes políticos no hacen con los pobres.

"No creo que se atrevan a pararle los pies a él ni a su gente por hacer subsidiariamente lo que los mandantes políticos no hacen con los pobres"

La revista “Misericordias”

Ahora nos sorprende con la creación de una revista papel y digital. Valiente cuando estamos en los tiempos de las exequias del papel. Donde va a dinamizar y contagiar de sus ideas y proyectos. La ha lanzado sin avisar, sin pompa ni circunstancias, es su manera de ser. Como cuando se desencajona un toro en una algarabía, que ha encargado a Carlos González García dirigir.

Miret explica que «después de haber cumplido ocho años al servicio de la Iglesia, entregándonos en favor de los más pobres de nuestra diócesis de Valencia, sirviendo a aquellos hermanos y hermanas que han sido rechazados por la sociedad y viven al raso de las frías noches de invierno, estrenamos el primer número de la revista Misericordias, la revista oficial del Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia.

Misericordias marca el inicio de una nueva etapa, protagonizada por un cambio de perspectiva, que tiene como objetivo dar luz y visibilidad a nuestra labor socio-caritativa y evangelizadora. Surge como idea, entre varios socios de nuestro apostolado, para dar a conocer lo que la asociación realiza a favor de las personas más vulnerables, rotas e, incluso, despreciadas por la sociedad. Ahí donde se derrama –a manos llenas– el amor de Cristo, quien habita en los pobres, para darle sentido a cada palabra del Evangelio».

La cabecera de la revista y de la propia asociación hay que reconocer que chirrían en un barrio que utiliza otro lenguaje, pero creo que Miret pretende ser su contrapunto, sin Santo, iniciamos una nueva andadura, centrada en difundir el mensaje que el mismo Señor Jesucristo, transmitió a Santa Faustina Kowalska: "A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso" (Diario 1075); así como por propagar las obras de misericordia corporales y espirituales, de la mano de los que más sufren en el alma o en cuerpo”.

Y justifica la publicación: «Tras las deliberaciones propias, aprobadas por la junta directiva de nuestra asociación, dimos luz verde a esta nueva tarea de comunicación, que quiere llevar la Misericordia que procede del Padre, a todas las comunidades cristianas de nuestra archidiócesis y así, continuar el encargo que, un día Santa Faustina Kowalska recibió de Nuestro Señor Jesucristo, y que emprendió, de la mano de los primeros apóstoles de la Divina Misericordia».

Guste o no guste el léxico barroco, a veces decimonónico, la manera de hablar, considéresele o no anacrónico, extemporáneo, las obras resultantes no pueden ser de más rabiosa actualidad, querer, ayudar, apoyar, acoger, abrir los brazos a los que nadie quiere... Por sus obras y no por sus palabras los conoceréis. Él ha atendido y denunciado el abandono de sin papeles enfermos terminales de cáncer que han muerto en naves industriales okupadas y vacías sin que la sociedad y su gobierno se inmutaran, ni hicieran nada. Tampoco ese lenguaje tan claro y preciso se le ha querido entender.

"Él ha atendido y denunciado el abandono de sin papeles enfermos terminales de cáncer que han muerto en naves industriales okupadas y vacías sin que la sociedad y su gobierno se inmutaran, ni hicieran nada"

El primer número de la revista Misericordias, coincide con el mes de diciembre del año 2023 y cuenta con doce páginas. En el reverso de la portada, encontramos la Carta del Director, en la que González García, agradece a los lectores el hecho de "abrirnos las puertas de su corazón" y dirige las palabras que dan comienzo a esta nueva edición. Seguido del sumario, podemos leer acerca de la asociación y la espiritualidad de la Divina Misericordia, así como un artículo que relaciona la espiritualidad, con la figura del Papa San Juan Pablo II.

Entre las páginas seis y nueve, hay una entrevista con Pedro Miret Giner, que responde a una serie de cuestiones, que explican a la luz del Evangelio, la misión que lleva a cabo el Apostolado de la Divina Misericordia.

También hay espacios dedicados a los voluntarios, parte fundamental del sistema de engranajes que articula este  apostolado. Gracias a ellos, el nombre de Cristo, llega a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. Y finalmente se recoge noticias recientes sobre la asociación, tales como la fiesta solemne en honor a Santa Faustina Kowalska, la celebración de la VII Jornada Mundial de los Pobres o la noticia de la creación de la Federación Nacional del Apostolado de la Divina Misericordia en España, entre otras.

Para quienes deseen colaborar económicamente puede  realizar tu donativo en la cuenta  ES56 0049 5902 1723 1609 5738 o mediante BIZUM con el código 00485. La institución es una asociación pública de fieles, católica, con personalidad jurídica pública para la archidiócesis de Valencia (España), sin ánimo de lucro, y erigida canónicamente según los CC. 301 y 313 del Código de Derecho Canónico en el año 2015. Los fines son  difundir la espiritualidad de la Divina Misericordia, promover la práctica de las Obras de Misericordia y crear proyectos orientados a paliar necesidades básicas de las personas más desfavorecidas. 

La asociación Apostolado de la Divina Misericordia nació a iniciativa de D. Pedro Miret Giner que, junto con otros sacerdotes y fieles cristianos laicos, quisieron aprovechar el impulso misionero evangelizador que ofreció S.S. el Papa Francisco al convocar el Año de la Misericordia para ser, en medio del mundo, apóstoles de la Divina Misericordia y vivir y hacer vivir la Buena Noticia del amor de Dios en todas partes.

En la 123 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española celebrada el pasado noviembre se aprobó los Estatutos de la Federación del Apostolado de la Divina Misericordia en España.