¡Qué alegría cuando me dijeron:

Vamos a la casa del Señor.

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales Jerusalén!

Canto de la subida de David (Salmo 122)

«Un niño sabe despertar en cualquiera, incluso en el corazón más duro, ternura y sonrisas. Esa sonrisa y esa ternura son parte de la gloria con la que los ángeles envolvieron a los pastores. Que el Niño de Belén despierte en nosotros la ternura y nos regale de nuevo una sonrisa. Aunque no resuelva todos nuestros problemas, ese Niño nos hará realmente felices», dijo en la homilía de la Misa de Nochebuena en Belén el administrador apostólico del Patriarcado Latino en Tierra Santa, monseñor Pierbattista Pizzaballa.

En la iglesia de la Natividad le recibió fray Luis Enrique Segovia Marín, guardián de la fraternidad franciscana de Belén. Había muchos peregrinos llegados de todo el mundo. Los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa cenaron con el administrador apostólico.

Jesús se ha hecho Evangelio destinado a extenderse hasta los más lejanos confines de la tierra, “comenzando por Jerusalén”, explica el franciscano. Y agrega: “Todas las regiones de Tierra Santa, en especial Jerusalén, son “la geografía de la salvación”

«Podríamos decir que la Navidad es el día en el que somos llamados a preguntarnos una vez más sobre dónde nos encontramos: ¿caminamos con los pastores, buscando al Emmanuel, al Dios con nosotros, en nuestra vida y en la del mundo, o también nosotros estamos encerrados en nuestros palacios?», dijo en su homilía monseñor Pierbattista Pizzaballa.

“El modelo a imitar en nuestra vida cotidiana debe ser el de Belén: la humildad, la pobreza, el ser pequeños, aunque a menudo nos cueste. Esto sucede cuando nos negamos a aceptar en nuestra realidad la existencia del que es distinto a nosotros, ya sea judío, musulmán o cristiano. Sucede cuando nos cansamos de hablar de paz y de construirla, pero la consideramos una utopía irrealizable. En esta situación, lo único que queda es mirar al Niño.

800 años de peregrinaciones

El año 2019 ha sido significativo para nosotros porque hace 800 años que San Francisco fue como peregrino y testigo de la paz a Tierra Santa, permaneciendo allí hasta 1220, antes de regresar a Italia. Medió ante el sultán Malek el Kamel en plena guerra y evangelizó, sentó las bases de la presencia franciscana en Tierra Santa y las de la Custodia de ella por la Orden.

Jerusalén es el corazón de la Tierra Santa. Juan Pablo II llegó a decir: “¡Cuántos recuerdos, cuántas imágenes, cuánta pasión y qué gran misterio encierra la palabra “Jerusalén”! Para nosotros, los cristianos, representa el punto geográfico de la unión de Dios con los hombres, de la eternidad y la historia”.

A Jerusalén, a Tierra Santa, acuden permanentemente numerosos peregrinos para hacer el camino físico y espiritual, para admirar y escuchar, encontrar. Tiene un doble componente la peregrinación a Tierra Santa: el religioso y el cultural. 

El peregrino viene a Jerusalén a rezar, a adorar; confía que, sobre todo, en el Santo Sepulcro, su oración tendrá una eficacia particular. La peregrinación es pues una llamada y una educación a la oración. Getsemaní será el lugar especial de la oración: una plegaria intensa, difícil, como fue la de Jesús: “Sumido en angustia, insistía más en su oración” (Lc 22,44). 

“Tierra Santa es, sin lugar a dudas, parte integrante de la comprensión de la Palabra histórica de Dios, que ha fijado su tienda en Jacob y ha tomado la herencia de Israel, que se ha establecido en Sión y ha puesto sus raíces en medio un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en Jerusalén; que se convierte en carne hebrea en Jesús, el Mesías y se ha hecho Evangelio destinado a extenderse hasta los más lejanos confines de la tierra, “comenzando por Jerusalén” (Hech 1,8)“, explica el franciscano. Y agrega: “Todas las regiones de Tierra Santa, en especial Jerusalén, son “la geografía de la salvación”, donde Dios – a través de su Hijo Jesús – realizó “la historia de la salvación”.

Tierra Santa es, según la expresión de Renan, el “Quinto Evangelio”. En Tierra Santa el peregrino se encuentra en una situación privilegiada para escuchar la Palabra de Dios, en los Lugares en que ha resonado: ellos son “la escuela donde se es iniciado a comprender la vida de Jesús, es decir la escuela del Evangelio”, decía Pablo VI, ya que permiten “al cristiano ponerse en contacto directo con el ambiente, en el cual “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14)”. 

La Biblia y la Eucaristía, la Palabra y el pan compartido,  son la mejor compañía del peregrino en Tierra Santa. Los Santos Lugares no son piedras, por muy preciosas que sean. Son la manifestación, las huellas, del paso de Dios por este mundo, el eco de las palabras del Señor que ha hablado por medio de los profetas y los apóstoles. Captar la voz que surge de esas piedras, comprender su mensaje, ha sido, desde siempre, la labor de los hijos de San Francisco.

El viaje que te hace pensar

La Custodia Franciscana de Tierra Santa organiza a lo largo del año diversas peregrinaciones a Tierra Santa y Jordania con la valiosísima ayuda técnica de Viajes Halcón que cuenta entre sus departamentos uno especializado en turismo religioso.

Para comenzar el año 2020, el de los 8 siglos cumplidos de la visita de san Francisco a Tierra Santa, del 7 al 14 de enero organiza una muy completa visita a Tierra Santa y Jordania, bajo el título de “El viaje que te hace pensar”, guiada por un experto franciscano, fray Luis Quintana y la directora nacional de Halcón Peregrinaciones, con el siguiente itinerario:

Día 1 -- Madrid - Tel Aviv – Nazaret. Día 2 -- Nazaret - Caná de Galilea - Monte Tabor. Día 3 -- Tiberiades - Lago y sus entornos– Río Jordán. Día 4 -- Jericó - río Jordán - Mar Muerto – Jerusalén.  Día 5 -- Ein Karem - Campo Pastores – Belén. Día 6 -- Jerusalén: Monte de los Olivos y Ciudad Vieja. Día 7 -- Jerusalén - Frontera Allenby - Jersah – Petra. Día 8 -- Petra – Wadi Rum – Amman. Día 9 -- Amman - Jerash - Madaba - Nebo - Allenby – Jerusalén. Día 10 -- Jerusalén - Tel Aviv – Madrid.

Los detalles técnicos son: Vuelo ida y vuelta desde Madrid, 9 noches de alojamiento en hoteles de Primera Categoría, traslados y autocar, seguro básico de viaje, visitas y excursiones indicadas en itinerario, pensión completa con agua y vino y los guías. Una buena oportunidad para conocer y profundizar en la mistérica tierra de Jesús, tan cargada de historia y cultura.

“El viaje que te hace pensar”, a Israel y Jordania, va a estar guiado por un experto franciscano, fray Luis Quintana y la directora nacional de Halcón Peregrinaciones