I Congreso Internacional de Marketing… ¿Religioso?


Hace unas semanas salió la noticia de la iniciativa de algunas personas bienintencionadas y con pretensiones modernistas, de hacer un congreso, el primero, de marketing... "religioso", para recuperar, según dicen, la "marca-Iglesia", y para estudiar cómo "la Religión" puede hacer uso del marketing" para "acercarse a la sociedad". Con estos planteamientos, empezamos mal. Este Congreso puede estar fácilmente orientado a una posible inutilidad...

Aunque se afirme por los organizadores que nosotros "no vendemos nada", de hecho, sí se está vendiendo "algo": "Religión" e "institución eclesiástica". Si el congreso confirma esto, hoy por hoy, con la que ha caído y con la que está cayendo, son productos difícilmente vendibles...

Si lo que se quisiera "vender" es ¨Iglesia¨ entendida como ¨Pueblo de Dios redimido por Cristo, llamado a evangelizar¨, eso sería otra cosa. Todos unidos, los que vivimos la vida nueva en Cristo, como una familia, deseosos de recibir mas gracia de Dios cada día y de más Espíritu Santo, que nos unja más y más en el camino de la vida, en pos de las promesas del Señor, eso sería harina de otro costal... Pero no creo que los tiros vayan por aquí.

Lo que ya están "vendiendo" y desde hace tiempo, ¡y con éxito!, nuestros hermanos esperados evangélicos (hablo de los evangélicos serios), es "Fe" y "Jesucristo". Éstos son los dos "productos" vendibles hoy... ¡y a qué precio! Ya sé que para mentes piadosillas esto puede sonar irreverente, pero es así. El mejor "producto" que tenemos es "Jesucristo resucitado", Salvador de los hombres, y la "Vida nueva" que el Señor nos ganó por su resurrección. Todo lo que se salga de esto, "Fe" y "Jesucristo", está ya condenado a pasar al baúl de los recuerdos... Y cuanto más tarde tomemos conciencia de ello, peor para nosotros. Seguiremos inmersos en nuestra decadencia complacida hasta el colapso final… Y los que seguirán, en cambio, y bien activos, serán aquellos que sigan "comprando y vendiendo" "Fe" y "Jesucristo". Estos "productos" jamás pasarán y siempre gozarán de una renovada y ungida actualidad...

Aunque la intencionalidad de los organizadores de este evento de "marketing religioso" puede ser encomiable, la ingenuidad del proyecto y la inconsciencia de lo que es realmente el marketing, y sobre todo el neuromarketing, que es a lo que estamos jugando hoy, produce algo de decepción. Los deseos del vendedor no son lo primero a considerar a la hora de presentar una oferta. Son, en cambio, las necesidades de la demanda lo que activa y dirige el proceso... Cosa, por otra parte, elemental, para quien tenga dos dedos de frente en estos temas...

Decídanse a entrar definitivamente en el "mercado" de la Fe y de la experiencia espiritual, y decídanse a "vender" el mejor "producto": "Jesucristo resucitado". No os aseguro que de esta forma la institución eclesiástica vuelva a gozar del mismo esplendor que gozó en tiempos feudales o en tiempos de las monarquías absolutas, pero que aumentaría el número de los creyentes en Jesucristo, y aumentaría por tanto la verdadera Iglesia, eso, ¡seguro!

¿Porque no es esto en el fondo lo que la gente quiere y lo que todos queremos: Fe y Jesucristo?
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