Iglesias orgánicas


Según la sociología de las religiónes, la evolución de las iglesias y de las creencias religiosas tiende hacia la constitución de iglesias orgánicas, esto es, las personas se reunirán en grupos reducidos, sobre todo en casas, para poder tener así una experiencia religiosa que consideran genuina y que llenará, al menos en parte, el vacío que no saben, o no pueden, o no quieren colmar las grandes religiones. Este proceso, de hecho, ya se está produciendo...

Ante la falta de pastores auténticos (por falta de ellos en número, y porque los que hay se han clericalizado y, por tanto, perdido para el ministerio), ausencia de pastores que se da en todas las confesiones religiosas, y ante la necesidad antropológica, por otro lado, de la experiencia de una genuina Religión y de unas prácticas religiosas que se consideren auténticas, vividas como lugar de encuentro con la trascendencia, con todo lo que ello conlleva, los creyentes de las distintas religiones, digo, tienden y tenderán ya en un futuro proximo a reunirse por sí mismas, en grupos pequeños, para meditar la palabra, orar juntos, y compartir las experiencias de la vida y vivir la fraternidad, muy necesario (e inevitable) para todas las personas sanas mental y espiritualmente...

Y yo me pregunto: ¿Tan difícil es que nosotros pudiéramos llenar ese vacío espiritual que todos los hombres necesitan colmar ---desde que el hombre es hombre y sea hombre---, vacío y necesidad de encuentro verdadero y genuino con el Señor, que sana, que salva, y que bendice a su pueblo, en medio de las tribulaciones de la vida?

¿Tan difícil es que despertemos de la complacida decadencia en la que nos encontramos, inmersos en ese sacramentalismo sociológico que nos consume, sobre todo a los pequeños sacerdotes, y que no da absolutamente ningún fruto de evangelización relevante?

¿Tan difícil es que salgamos de las parroquias y de las sacristías para encontrarnos con esas personas hambrientas y sedientas de Dios, allí donde viven, en sus casas y en sus hogares, en sus trabajos, y meditar con ellos la palabra, orar juntos, y compartir en fraternidad las bendiciones del Señor y las circunstancias de la vida?

Posiblemente ya se haya hecho imposible para las estructuras eclesiásticas virar en esta dirección, no sé... En ese caso, seguiremos en nuestra complacida decadencia y veremos cómo los templos se seguirán vaciando, y quedarán para servicios públicos o para negocios privados de bancos, hoteles o restaurantes, como de hecho ya está sucediendo…

Y cada uno a buscarse la vida, buscando y encontrando su propia iglesia orgánica en la cual saciar su sed de Dios…

¿Alguna sugerencia?
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