Ése va a ser el futuro, nos guste o no. Lo primero ---menos institución--- es una realidad que acontece desde hace siglos. Lo segundo ---más Iglesia---, tiene que ser, porque como no sea, significaría que prácticamente desaparecemos del mapa. Y yo me niego a eso...

Que hay un retroceso de la institución eclesiástica es un hecho que lleva siglos produciéndose, y que por cierto no ha terminado con la pérdida de los estados pontificios (751-1870). Es de destacar que entre 1870 y 1929 el Papa no tenía territorio físico en absoluto, y el Vaticano estaba bajo soberanía italiana. El líder fascista italiano Benito Mussolini finalmente resolvió la crisis entre la Italia moderna y el Papado, cuando en 1929 fue fundada la Ciudad del Vaticano, a la que se adjudicaron 44 hectáreas de la ciudad de Roma en la zona de los Edificios Históricos papales. Pero el proceso de ¨retirada¨ eclesiástica continúa. Los partidos de todo el espectro político irán presionando cada vez más para reducir la presencia de la Iglesia (y de símbolos religiosos) de las instituciones y de la sociedad en general (unos lo harán más agresivamente, otros lo harán más pasivamente). Como colofón de todo ello, llegará con el tiempo la anulación de cualquier tipo de acuerdo especial Iglesia-Estado. Dentro de poco ya no tendremos la mínima masa crítica social suficiente que sustente un "concordato" o cualquier otro estatuto especial para la Iglesia en el ámbito político, social, educativo… en todos los ámbitos... Pretender navegar en contra de esta deriva sería una tentación que agravaría aún más las cosas: no reconocer que "convencemos¨ a cada vez menos gente, y en gradiente exponencial...

Un detalle: las partidas de bautismo, que como todos sabemos se requieren en todos los actos eclesiales y sacramentales a lo largo de toda la vida eclesial del cristiano "para verificar su fe", no dejan de ser, desde el punto de vista "del mundo", un ¨privilegio¨ de la Iglesia, amparado por el "concordato¨, por el cual la Iglesia se reserva el derecho de posesión de datos personales, sin la autorización del implicado en caso de ser infante, como en la mayoría de los casos de bautismo. Si los acuerdos Iglesia Estado se cancelan, es previsible que muchos defiendan su derecho a la confidencialidad de sus datos personales y luchen para que la Iglesia "borre" de todos sus archivos sus datos personales. Y no bastaría, claro está, con la anotación marginal de "apostasía" que hoy se hace, añadida a su partida de bautismo. Sería la total desaparición de los datos de esa persona de todos los archivos eclesiásticos, con la consiguiente desaparición de todo su historial sacramental. ¿Cuántos miles o millones serían? Sería el fin de una era. Y eso está por llegar, si es que no ha llegado ya...

Lo de "más Iglesia", es el camino que tenemos por delante, los que nos consideramos creyentes y discípulos de Cristo. El mandato misionero de Jesús de "id al mundo entero y proclamar el Evangelio", está en nosotros el llevarlo a cabo, con la asistencia del Espíritu Santo. Las Iglesias de piedra posiblemente se estén cayendo, como la Iglesia de la portada, Iglesia de San Pedro, en el parque Polvoranca en Leganés (Madrid), construida en 1655 por los arquitectos Francisco de Mora y su sobrino Juan Gómez de Mora, y se caigan por falta de dinero para atenderlas... pero sobre todo, por falta de fe que sostenga esos monumentos... Pero en la medida en que entre todos construyamos realmente el Templo de Dios, no con piedras materiales, sino con piedras vivas que somos cada uno de los creyentes, animados por el Espíritu Santo, esa Iglesia espiritual, el verdadero Templo de Dios, va a crecer y crecer, si damos un testimonio alegre y gozoso de la fe... así va a ser, así tiene que ser...

Menos institución, más Iglesia… la institución está desapareciendo, ¿crecerá la Iglesia?