Cine para regalar El TOP del CINE ESPIRITUAL del 2021

El TOP del CINE ESPIRITUAL  del 2021
El TOP del CINE ESPIRITUAL del 2021

El cine solo ante el Covid y las series

2021, un año complicado. Por detrás, la pandemia y la dificultad de hacer cine. De fondo, las plataformas digitales que disuelven, tantas veces, los personajes en horas interminables sin hondura y con imágenes más de artesanos de encargo que de artistas de talento. Delante, el miedo a estrenar sin público en las salas. Sospechosamente, muchas películas sobre el cine, entre la elegía y el homenaje. Y a pesar de todo, hemos podido espigar diez títulos estrenados este año y especialmente señalados por su referencia espiritual.  No son obras maestras para tiempos de transición, pero son testigos de que el buen cine se puede salvar, aunque sea de otra manera.

  • 1) “Minari. Historia de mi familia” (2020) de Lee Isaac Chung

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Ya resulta sugerente que entre las películas premiadas en los Oscar aparezca la temática religiosa y espiritual. Años 80, una familia coreana se traslada de la ciudad al campo, la ilusión de padre es el éxito económico vendiendo verduras coreanas en EEUU. Pero el traslado afecta a la familia. La esposa no comprende esta fijación en ganar más a costa de la seguridad. La hermana procura adaptarse, mientras que el pequeño enfermo de corazón, que ejerce de narrador tapado, no acepta el cambio. Por allí aparece la abuela, mal hablada y ruda, pero la mejor compañera. Su fe es la fuente de la resistencia. Como el minari, la hierba coreana, junto al río, escondida y apenas perceptible, sigue creciendo tras las tragedias. Como el viejo personaje que arrastra la cruz cada domingo por los caminos en una liturgia de la fortaleza en la debilidad. Frente a los héroes triunfadores los resistentes unidos.

  • 2) Cerca de ti (2020) Uberto Pasolini
  • Cercadeti

Nos gustó en “Machan” (2007), nos asombró en “Nunca en demasiado tarde” (2013) y ahora nos conmueve siete años después. Pocas películas para un experimentado productor que le gusta hacer películas con talante humanista. Un padre a solas, educa y se despide de su hijo.  Enfermo terminal junto con los servicios sociales ayuda a buscar una familia de acogida para su pequeño.  El viaje consiste en ir visitando familias cada una con sus posibilidades y sus defectos. ¿Cuál será la mejor para el pequeño? Sin embargo. las grandes preguntas se destilan en la inocencia del próximo huérfano, que se va asistiendo a las visitas, cada vez menos como espectador y más como intuitivo protagonista de su destino. Mientras el padre no acierta a encontrar palabras para explicar la supervivencia amorosa tras su muerte, cercana pero elíptica. Aquí la inmortalidad del alma deja un pie en esta vida y otro en el más allá. Una confianza que el padre limpiacristales quiere ofrecer como única herencia a su hijo. Una confianza que cada uno estamos también ante la posibilidad de recibir.

  • 3) La vida de los demás (2020) Mohammad Rasoulof
  • Lavidedelosdemás

Pena de muerte, fracaso de humanidad. Cine al estilo de los grandes cineastas iraníes, pausado en lo cotidiano y con hondura tras la paciencia, y ahora radicalmente al borde del precipicio de la denuncia.  Rasoulof se la ha jugado frente a un régimen sin libertades y ante una cuestión que afecta a dictaduras y democracias: matar a los demás. Cuatro historias independientes sobre los verdugos que se van enlazando con la precipitación imprecisa del que se sabe perseguido. La banalidad del mal, el coraje de los insignificantes, los ejecutores obligados, la disolución de la humanidad y la posibilidad de trasmitir el valor suficiente a los que vienen detrás.  Rodada de forma elíptica y entrecortada, los episodios independientes tienen la audacia de decir a medias, diciéndolo todo. Una mostración contundente en la primera historia y un alegado desplegado en las otras tres.

  • 4) Maixabel (2021) de Icíar Bollaín

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El cine de Icíar Bollaín ya había intentado decir más en sus películas “Te doy mis ojos” y También la lluvia”, creemos que esta ocasión da un nuevo paso al enfrentarse a la historia dolorosa de la violencia de ETA en el País Vasco. El punto de partida es casi documental, acercarse al proceso de diálogos restaurativos entre las víctimas y los victimarios, en este caso entre Maixabel Lasa, la viuda de Juan Mari Jáuregui, e Ibon Etxezarreta, uno de los asesinos de su marido. La política y los conflictos nacen y de superan desde las personas. La resonancia sociopolítica se articula desde el encuentro de dos personas, interpretadas por Blanco Portillo y Luis Tosar, en emotiva contención. Ella dando el paso de mostrar su dolor con la confianza en las segundas oportunidades. Él recorriendo un duro sendero para recobrarse como persona, hasta comprender, afectado y dolido, el daño infringido y solicitar el perdón. Un encuentro entre la culpa y la superación mirando el futuro. Y apareciendo como un misterio aquella luz que permite heredar esperanza. Necesaria, inquietante y profundamente humana.

  • 5) Dune (2021) de Denis Villeneuve

"Los sueños son buenas historias, pero todo lo importante sucede cuando estamos despiertos"(El instructor Duncan Idaho). La vieja novela de Frank Herbert inspiradora de los hippies hoy atrae por su poder anticipador en torno a un mesías ecológico. Paul es el heredero de la prominente Casa Atreides, comienza a tener extraños sueños sobre un planeta desértico y sus habitantes. Poco a poco el protagonista se da cuenta de que los sueños son proféticos, pero no logra interpretarlos porque le faltan datos, tampoco ni su padre ni su madre, miembro de la poderosa orden Bene Gesserit, le pueden ayudar. Desde los sueños conoce a los Fremen, reconoce el valor del planeta Arrakis y comienza a conocer el sentido de su misión. Todo un mecanismo audiovisual apabullante desplegado en puesta en escena, efectos, vestuarios y banda sonora. Exceso de formas para una nueva historia de mitos en la sociedad de la tecno-cienciocracia. Algo pasa cuando los mitos se cuelan entre las rendijas de las razones y los efectos especiales.

  • 6) Siervos (2020) de Ivan Ostrochovský

Película áspera, en su blando y negro ilustrado con música atonal intensa, a la vez que interesante revisión de los regímenes comunistas y los creyentes en tiempo de prueba. Una parte de la iglesia checoslovaca acepta las restricciones a la libertad y la conciencia para permanecer como institución, a la vez que renuncia a su sentido y se hace cómplice de la dictadura. Pero un grupo de jóvenes e ingenuos seminaristas forman parte de la “iglesia de las catacumbas”. Michal y Juraj son amigos y creyentes, buscan la coherencia, pero el precio a pagar aparece como demasiado caro. Rodeados de un mundo de delaciones y violencia silente sienten como la amenaza les hace temblar, la opresión hecha atmósfera fílmica se va desplegando con su mecanismo asfisiante. La resistencia consiste en no quebrarse.

  • 7) El contador de cartas (2021) Paul Schrader
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Que Paul Schrader (“Hardcore: un mundo oculto”,” Mishima” o “Affliction”) apunte su cámara al lado oscuro no es una novedad. Un expresidiario reconvertido en jugador de póker profesional (excepcional Oscar Isaac) vive una vida rutinaria para acallar su pasado, que tiene que ver con los abusos y la tortura de prisioneros en Abu Ghraib durante la guerra de Irak. Pero el olvido se hace imposible cuando un joven (Tye Sheridan) le propone asesinar al que responsabiliza del suicidio de su padre. Tanto el suicida como el coronel en cuestión (Willem Dafoe) son viejos conocidos del exmilitar protagonista. Como ya ocurriera con “El reverendo” (2017), intentando revertir la venganza encuentra un sacrificado camino de redención. El mal se sistematiza en un mundo malvado forjado por personas malvadas, pero al final queda una salida. Filmada como siguiendo las “Notas sobre el cinematógrafo” de Robert Bresson, el espectador paciente obtendrá su recompensa.

8)           Cry macho (2021) Clint Eastwood

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Una nueva tozudería de Eastwood a los 91 años. Dijo que no volvería a actuar, pero sin apenas sostenerse en pie da vida a un viejo domador y criador de caballos. Recibe el encargo de su antiguo jefe para que vaya a buscar a su hijo, un adolescente mexicano que malvive con su madre alcohólica y violenta. El anciano y el niño, la tierra y el cielo, el amor y la muerte. Trascendente tenaz, con fe protestante y historias de lugares católicos, sigue escribiendo testamentos cada vez más frágiles y desnudos donde ya no queda realismo. Destilando la vida de su complejidad para dejar solo la ingenuidad de la parábola donde siempre queda tiempo para fijar las botas en los estribos y esperar serenamente el más allá con la mirada perdida en el infinito.

9)           Fue la mano de Dios (2021) Paolo Sorrentino

Sorrentino se ha caracterizado por la exploración surrealista de la relación entre religión y poder (“La gran belleza” y las miniseries “The Young Pope”). En este caso hace una especie de confesión sobre su vida desde la trágica muerte de sus padres hasta su vocación de director de cine. Bajo la inspiración subrayada de Fellini y de la ciudad de Nápoles, un joven intenta flotar en la existencia, su primer amor, una gran pérdida y las diferentes influencias. Sorprendentemente emerge la confianza en la providencia, dixit “la mano de Dios”. Metáfora maradoniana de cómo en lo inaudito e inesperado hay una presencia escondida. Incluso los símbolos cristianos (el crucifijo o la Madonna) son resignificados sin perder su alcance trascendente. Un ajuste de cuentas con la vida y la fe que sirve para desear un buen viaje.

10)        Una noche en Miami (2020) de Regina King

Junto con “Los Hijos del sol” (2020) de Majid Majidi es una película de interés para conocer el mundo islámico. En 1964, tras la victoria en el campeonato del mundo de un joven e impulsivo Cassius Clay, el boxeador de la mano de su amigo el líder negro Malcolm X se reúne en la habitación de un motel con otros de sus admiradores, el cantante y productor Sam Cooke y el jugador del fútbol americano Jim Brown. Realizada con un estilo teatral que nos recuerda a “El pez gordo” (2000) de John Swanbeck, se centra en los diálogos y las interpretaciones. Lo más resaltable consiste en comprender sus distintas posturas ante las luchas de la población negra por sus derechos civiles y su vinculación con la religión islámica. Malcolm X está en plena crisis con su salida de la Nación del Islam, su aproximación a la violencia y la amenaza sobre su vida. El ingenuo converso Alí está dispuesto a seguirle, pero Sam Cooke, especialmente, se muestra crítico ante su radicalismo y Brown busca sostener al grupo de amigos más allá de las disputas.

2021, un año complicado. Por detrás, la pandemia y la dificultad de hacer cine. De fondo, las plataformas

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