Más allá de la controversia El docufilm "Francesco" tras la propuesta de Fratelli tutti
Evgeny Afineevsky, entre ateo y judío, sigue los pasos del papa Francisco
| Peio Sánchez
Si bien el documental ha saltado a los medios por la cuestión del reconocimiento de los derechos civiles de las uniones homosexuales, tras verlo en el Festival de Cine de Roma podemos decir que es mucho más allá. Al igual que “Francisco. Un hombre de palabra” de Wim Wenders profundiza en las opciones del Evangelio social cristiano según las insistencias Papa Francisco. En este caso no se trata de una entrevista a fondo con el papa sino de un despliegue de sus opciones más significativas.
Terminado de filmar en tiempo de pandemia, arranca con el icono del papa orando bajo la lluvia en la plaza de San Pedro vacía. “La humanidad vive una crisis que no es solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral y humana” desgranará el papa Francisco. Así el documental durante dos horas nos adentra en cuestiones cruciales como los muros fronterizos y la situación de refugiados y migrantes, las víctimas de los abusos sexuales, el reconocimiento de la diversidad, la crisis del clima y la conservación de la casa común o los derechos de las mujeres.
El director Evgeny Afineevsky, de origen ruso-judío pero afincado en EEUU, fue nominado a un Oscar en 2016 por su película Winter on Fire sobre el alzamiento ucraniano del llamado euromaidán y en 2018 recibió 3 nominaciones al Emmy por Cries from Syria sobre el genocidio en torno a la guerra de Siria. Ya fue distinguido con el Premio de Justicia Social 2020 en el Congreso de Educación Religiosa celebrado en Los Ángeles (EEUU) que reconoció “sus conocimientos únicos y su capacidad para arrojar luz sobre el sufrimiento y la dignidad humana a través de su narración cinematográfica, Evgeny Afineevsky se solidariza con los protagonistas de sus películas y obliga al público a ser testigo de su difícil situación”. El mismo define su perspectiva: “Para mí que no soy católico, que soy judío y nacido como ateo en Rusia, era importante mostrar al mundo que yo, con mi perspectiva no religiosa, puedo ver lo que este hombre hace y cómo nos inspira”.
“Francesco” ha sido preparada durante tres años basándose en cinco encuentros con el papa y dos entrevistas a cámara, además imágenes de distintos gestos especialmente significativos del papa como la visita a Lesbos y la acogida de 12 refugiados musulmanes en el Vaticano o el encuentro con la comunidad rohingya realizado durante su visita a Bangladesh.
Así mismo aparecen sugerentes entrevistas como al papa emérito Benedicto XVI, a los cardenales Tagle de Filipinas o Nzapalainga de la República Centroafricana, al sobrino del papa José Ignacio Bergoglio, importante activista social y al padre Pepe, uno de los curas villeros; a la hermana Norma Pimentel, comprometida con los migrantes en la frontera entre los Estados Unidos y México; al amigo de toda la vida del Papa Francisco, el rabino Abraham Skorka; a Juan Carlos Cruz, víctima de abusos sexuales del clero en Chile y al arzobispo Charles Scicluna que ha seguido la denuncias de estos abusos en la iglesia, al Catholicos Karekin II, patriarca de la Iglesia Apostólica de Armenia; a Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesch y al presidente armenio Armen Sarkissian; al vaticanista Sergio Rubín y al activista norteamericano Mark Shriver de Save the Children; o a Mauro Garofalo, Daniela Pompeya y Alberto Quattrucci de la Comunidad de San Egidio.
No se trata de una película biográfica, pero nos muestra los rasgos de ministerio pastoral del papa Francisco desde el Evangelio, con humildad y sabiduría, pero con lucidez y estilo profético. Sobre todo, es un documental sobre las causas de papa encarnadas, que son las alegrías y las penas de una humanidad sufriente. Un documental para poner dentro de Fratelli tutti como aquellas postales que poníamos en nuestros viejos libros.