Caer en una carrera de mentira.

Recogido de El Pais:

Proyectos, cursos y demás chorraditas

Ciencias Ambientales. Universidad de Granada. Uy, de las más prestigiosas en ese campo. Ya verás que bien para tu currículum. ¡Suerte guapa! Proyectos, cursos y demás chorraditas.

Beca Erasmus. Inglés (y de verdad). No salgas mucho, y estudia...

Master en Gestión Ambiental y de la Calidad. Esto si que tiene nivelazo. De los mejores de España (y casualmente más caros). Muy poquita gente sale tan preparada. Ya...

Prácticas de empresa (no remuneradas, of course, ¿quién necesita dinero para vivir?). Y pringando como si la empresa estuviera a mi nombre.

Más prácticas. Afortunada. 800 eurazos. Esto si que es lujo. (¡Viva el lujo y quién lo trujo!). Aunque claro, tengo que irme de mi ciudad y con ese sueldo no se yo...

Y de repente CONTRATADA. ¡Toma ya! Sueldo mísero. Y los señores empresarios con su sonrisa de oreja a oreja creyendo que me hacen feliz, cuando en realidad ese contrato se debe únicamente a una subvención que no quieren perder y están obligados a mantener ese puesto. Mes y medio y a la calle. La cosa está fatal, la empresa no obtiene beneficios, la culpa es del gobierno, y lo siento bonita, pero ahí te quedas...

Y como la canción, Vuelvo a Granada.

Tiempos de crisis. Pues a seguir formándose, para cuando esto pase (que dicen señores muy serios, con traje y corbata, que esto terminará pasando), bueno, que cuando esto pase, nos pille bien posicionados. Nuevo máster. Nuevo desembolso.

Y en esto estoy, y buscando trabajo, mejor dicho beca. Porque el puesto de becario es uno de los mejores inventos del siglo XX (el mejor-mejor invento del siglo fue el fixo, y eso lo defenderé frente a cualquier adversario). A lo que iba, el becario: sueldo de risa, horario de risa, subvención al señor empresario, y cuando termina el periodo de prácticas, pues cambio de becario y a seguir haciendo caja. Y de esta manera los señores empresarios españoles contribuyen a mejorar la situación económica actual.

Hago entrevistas de trabajo (pocas). Me inscribo en páginas web (muchas). Resultado cero. Estar preparado en este país no merece la pena. No sirve de nada dedicar años, esfuerzo y dinero a formarse. Intentamos convencernos de lo contrario, pero me queda muy poquita esperanza... Y de repente enciendo la tele y aparecen personajes que luchan por ser el más ordinario en su franja horaria. Su curriculum es extenso. Grandes hermanos, ex-amantes de alguien, sobrinas de nosequién. Se han esforzado. Y han ganado. Esa lucha si merece la pena.


El texto que acaban de leer de El País ilustra muy bien una situación que se está viviendo en España. Titulados que no encuentran ni encontrarán empleo. No es para menos, es lo que hay y lo que habrá.

En el caso de esta joven, se debe sobre todo a que la han engañado dos veces la propia universidad. La primera por ofertarle una carrera sin futuro y sin salidas, y la segunda por ofertarle un master nuevamente sin salidas y sin futuro.

Casi todo el que haga medioambientales va a acabar en el paro. Junto con ciencias políticas y periodismo, medioambientales es una de esas carreras que todo el mundo se coge para acabar teledirigido al paro. Son carreras mantenidas por error, unas por tradición y otras por ofertar la novedad como es medioambientales. Carecen de campos de conocimientos propios, es decir, áreas que solo estudien ellos y nadie más. Un licenciado en ciencias ambientales su campo de conocimiento está devorado por los ingenieros forestales, los biólogos, los geólogos, los físicos de la atmósfera, los geofísicos, los químicos del ambientales, los telecos, etc.

Cuanto antes eliminen estas carreras de “mentira”, antes se evitará que mucha gente acabe estafada y perdiendo tantos años de su vida. Propongo que las reduzcan las tres carreras a simples master de dos años, eso sería muy acertado, y que sus plazas se las repartan el resto de carreras.
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