La Caverna contra el PP.
El Partido Popular es el mejor opositor para detener esa ley en el congreso. Morder al PP es un intento por parte de la Caverna para promocionar a ese fracasado partido político. El atacar al PP con lo del aborto solo sirve para beneficio del Partido Socialista Obrero Español, que asistirá con muchísimo gusto al dantesco espectáculo amenazando tal vez incluso en próximas ocasiones con plazos ilimitados para abortar.
Lo cierto es que, debiera dejarse ese ogro de ser tan hipócrita de criticar a los asistentes del PP a la manifestación de Madrid. Más vale asistir que quedarse en la cueva. Y a mi me vale su asistencia, porque malo sería que el PP no fuera y mañana votase a favor de la ley del aborto. Eso es lo que más desea el lider de la Caverna, así su mediocre formación política tendría alguna posibilidad de lograr un escaño.
En la caverna no crece buena vida en su interior. Solo murciélagos cada día más numerosos y peligrosos, y con su guano alimentan a criaturas tales como escolopendras y escorpiones. Todos ellos se limitan a rodear a su maligno señor, el cual agita una cruz convertida en un puñal, pues la religión para este ser es motivo de agresión contra los que fueron sus semejantes. Y digo fueron porque él se cree superior y hasta por encima de sacerdotes y obispos. Si el cristianismo es predicar amor entre los hombres, salvación de Dios a la humanidad, relación directa de Dios con el hombre a través de su hijo Jesucristo, etc, para el Amo de la Caverna resulta ser todo lo contrario, predica el odio sobre las personas que buscan a Dios, hace juicios escatológicos de condenación de las almas, nos presenta a un Dios distante al que hay que suplicar misericordia, etc. Semejante individuo, carente de formación, y que se cree el primer apologeta, terminará atacando a sus obispos. A mordido con furia y alevosía a quienes le han dado nombre, proyectos, empleo y hasta sueldo. Esa es su costumbre y seguirá exhibiéndola, solo esperen y verán. Y sus deshonestas acciones siempre las justificará en el nombre del catolicismo.