Marcial Maciel Degollado

En mi vida solo he tenido contacto con un Legionario, vino a mi colegio cuando tenia 11 años, y vino a decirnos lo bueno que era el centro que tenían en Ontaneda, que nos invitaban a acudir, que viajaríamos mucho, que acabaríamos con muy buenos estudios. Con franqueza, hoy cuando lo pienso me parece que aquello fue una de las peores argucias de captación de jóvenes, y más cuando ningún padre querría librarse de uno de sus hijos y mandarlo lejos. Hoy desde luego menos con su amplio historial de abusos sexuales, empezando por el propio fundador.
Una de las cosas que me gusta de Benedicto XVI es su sentido del deber, puedes ser muy buen amigo suyo, puedes llevarte bien con él, o puedes hacerle multitud de favores y honores, que si sabe que algo está mal, se va a encargar de darte un tirón de orejas o darte un palo de los que no olvidan. Que se lo digan a Hans Kung, y que se lo digan al propio Maciel, el cual creo que se le han debido quitar las ganas de venerar al presente pontificado. Por lo que sé, Juan Pablo II hizo lo posible por proteger a Maciel dentro de la iglesia, lo favoreció desmesuradamente, pero en sus últimos días, ya débil y relegando poder a los dicasterios, Ratzinguer aprovechó la oportunidad para tener en cuenta a las supuestas víctimas de Maciel. Ya de pontífice, opta por defenestrarlo evitando darle un golpe de gracia que hiciera añicos la Legión.
Pues ovejas negras las hay en todas partes, y en la legión han crecido como chinches, la causa debiéramos buscarla en esa manía de no criticar y denunciar a sus superiores. Así pasa lo que pasa, se cometen abusos, y los peores son los que terminan saliendo a la luz.
Y yo pregunto, ¿Qué hay de malo en la crítica?