Periodistas ignorantes: Roberto Brasero.

Lo creía meteorólogo hasta el abultado número de burradas que ha venido diciendo. Entonces decidí consultar su biografía y no es meteorólogo, sino que hizo la profesión de periodista.

Una burrada que se me quedó grabada es cuando dijo que los vientos se mueven siguiendo tangentemente las líneas isóbaras de presión de los mapas meteorológicos (esto solo es cierto en vientos geostróficos en los cuales la fuerza del gradiente de presiones es equilibrada por la fuerza de Coriolis). Los vientos se mueven siguiendo el gradiente de presión del aire, y su sentido de giro en los hemisferios depende en gran medida de la aceleración de Coriolis. Pero a estos influyen nuevos factores, como factores tan influyentes en los vientos como la orografía, las zonas de convergencia del aire tales como borrascas, las de divergencia llamadas anticiclones, los vientos ascendentes y descendentes, la propia humedad del aire o incluso su temperatura afectando a su densidad. Hay en definitiva un cúmulo de factores importantes que influyen en que los vientos vayan tangentes o perpendiculares a las líneas isóbaras de los mapas isobáricos del tiempo.

No llego a entender lo de contratar periodistas para dirigir el noticiero del tiempo, y para otras cosas. La carrera del periodista lleva años sin quedarme claro su utilidad. Pienso que tal vez debieran eliminarla y convertirla en un postgrado o estudios de tercer ciclo para aquellos que han hecho una verdadera licenciatura y dominan una determinada materia. Estaría bien que un licenciado en física de la atmósfera con un postgrado periodístico pueda presentar un noticiero meteorológico o llevar una sección de ciencia. Pero me parece insólito darles unos trabajos en los que se puede comprobar no tienen absolutamente ni idea acerca de aquello que están contando. Pienso que en las noticias del tiempo de Antena 3 no deben de contar con ningún experto en meteorología por lo menos para escribirles los guiones a este tio.

Hace cuatro años me entrevistó una periodista en El Pais, de entre las muchas cosas que dije por escrito, solo mi comentario más polémico salió en dicho diario “los obispos no saben de sexo”. Y de otros tantos comentarios que traté acerca de los jóvenes en la Iglesia no se dijo absolutamente nada. La periodista en cuanto a cosas de Iglesia no sabía gran cosa, y por teléfono lo demostraba y me hacía preguntas las cuales era necesario meditar o explicar muy bien la respuesta. Y tras molestarme escribiendo un correo electrónico publica justo lo más polémico de mis comentarios.

Se puede entender que un periodista se equivoque sabiéndo mucho de su área de conocimientos, el que tiene boca se equivoca. José Manuel Vidal es un periodista que en alguna ocasión se equivoca, pero ¿quien duda de su profundo conocimiento de la Iglesia? Y más habiendo sido sacerdote. Muchos diarios ya les gustaría tener periodistas de información religiosa con un pensamiento libre y con amplio conocimiento de la Iglesia como Jose Manuel Vidal. Lo mismo opino de Nacho Fernández, cuyo conocimiento sobre el Opus Dei y la Iglesia está fuera de duda.

Pero me resulta lamentable que un periodista se dedique a informarnos de un área científica, cultural, política, religiosa, etc, sin tan siquiera antes de escribir la noticia se haya estudiado aquello acerca de lo que piensa escribir.
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