En la caverna están que trinan con Zollitsch.

Y lo digo sobre todo por su líder que tiene una formación inferior a la de Pepiño Blanco (Pepiño por lo menos intentó una carrera). Y es que han descubierto que no son tan conservadores los obispos alemanes como ellos ansiaban y deseaban que fueran. Sin ir más lejos el propio Zollitsch, nombrado arzobispo de Friburgo en el 2003 y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana en el 2008.

Pero como el líder autodidacta, que aprende de lecturas literales de los libros, que se cree bueno en la apologética (que no domina tampoco porque solo convence a sus ovejas), que odia a los musulmanes y hasta llega a simpatizar con el partido francés de Le Pen, nos obsequia condenando a toda una conferencia episcopal al completo, sobre todo a su presidente Zollitsch.

Pobre Zollitsch, ante sus palabras de misericordia con los divorciados le han premiado con una condena. En fin, prefiero quedarme con el misericordioso Zollitsch a quedarme con un sujeto y su secta al que las palabras misericordia le suenan a amenaza de cambio en sus retorcidos esquemas mentales.

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” Y por misericordia no se refería solo Jesucristo a echarle una mano o unas monedas a alguien, también misericordia espiritual, y Zollitsch piensa que ciertas cosas deben cambiar hacia los divorciados por misericordia espiritual hacia ellos.
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