Tratar de buscar una mujer entre los apóstoles es tontería. No las hubo. Pero el que algo no hubiera entre los apóstoles no implica necesariamente que todo lo demás no pueda haber. El que no haya mujeres entre los apóstoles no implica que no se pueda ordenar mujeres.
Entre los apóstoles había hombres casados. Jesús escogió a hombres casados, como por ejemplo San Pedro. ¿Por qué no miramos en esa dirección también a la hora de hablar para el celibato? A mi me parece absurdo justificar lo de las mujeres en si había o no mujeres entre los sacerdotes, porque no célibes haberlos los había. Si las mujeres no pueden ser sacerdotes porque no había mujeres entre los apóstoles, entonces los hombres casados deben poder ser sacerdotes porque si había hombres casados entre los apóstoles.
Cuando un obispo vuelva a entonar lo que había o no había entre los apóstoles contra el sacerdocio femenino, que haga el puñetero favor de no jugar con lo que había o no había para lo que le convenga a su opinión.
Y respecto a las mujeres, más vale no ser ciegos y ver que existen y hay mujeres con verdadera vocación sacerdotal.