A quien debieran juzgar es a Juan Pablo II.

A Ratzinguer le toco lo suyo cuando estaba en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero mientras él deseaba investigar e indagar los lamentables escándalos, su jefe, Juan Pablo II, era el que no le permitía investigar nada.

El ejemplo más claro de encubrimiento papal fue el de Maciel. Y no fue Juan Pablo II el que lo investigó, sino el que lo protegió. Y hoy sabemos que ese hombre tiene más hijos repartidos por el mundo que el presidente de Paraguay por Paraguay, por no hablar que sus abusos son numerosísimos, abusando incluso de los hijos. Pero lo de encubrir a Juan Pablo II se le dio fenomenal, como cuando oscureció la extraña muerte de Juan Pablo I o el turbio asunto IOR y del obispo al que ayudó a huir de la justicia, Marcinkus.

A Benedicto XVI que le juzguen por su fidelidad a la Iglesia, que no digo yo que haya sido la mejor no renunciando y mandando a Juan Pablo II a freir esparragos. Pero fiel ha sido, a su manera, y creo que es injusto que los pecados de Juan Pablo II se los esté comiendo él solito. Y es injusto que este pobre hombre cargue con la cruz del muerto y las flores se las lleve el muerto.

De lo que ya estoy harto es que este pontificado esté perpetuamente eclipsado por el anterior. Cualquiera escucha por ahí que no le gusta este papa, que el anterior era chupiguay, y hasta dicen los ignorantes que Juan Pablo II era progresista e hizo avanzar a la Iglesia.

En la JMJ Benedicto XVI sufrió varios momentos de eclipsación, uno de ellos fue cuando Rouco aseguró que la JMJ la preside Juan Pablo II, eso es una puñalada al actual pontífice que estaba presidiendo la JMJ. Otra es traer sangre de Juan Pablo II como relicario a la JMJ, para recalcar la presencia de Juan Pablo II. Es decir, tras varias JMJs, el Papa actual es eclipsado por el anterior y se le concede delante de sus narices mayor importancia y santidad al papa beato (que por ahora no es santo) Juan Pablo II que a Benedicto XVI.
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